Qué es el bullying – Definición, Significado y Concepto
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El bullying es uno de los principales problemas que pueden sufrir los alumnos en sus centros educativos, aunque también puede llegarse a producirse en otros ámbitos como el laboral, el doméstico o el de ocio. Por ello, también es conocido popularmente como acoso escolar. Uno de los principales motivos por el que se puede producir esta lacra, tal como veremos a continuación, es la continua globalización que se está produciendo a nivel mundial. Cada vez más tenemos que convivir con personas de diferentes razas o etnias y eso, en algunas ocasiones, no resulta sencillo. Algunos se sienten superiores emocionalmente y físicamente y, por ello, deciden realizar bullying a otras personas. Los gobiernos ya destinan una partida presupuestaria destinada exclusivamente a combatir este contratiempo que pueden llegar a sufrir los niños.
¿Qué es el bullying?
El bullying viene a ser la acción de maltratar físicamente o de forma psicológica a otra persona con el objetivo de principal de impartir el miedo o someterlo a unas prácticas crueles. Los motivos por los que se pueden llegar a realizar bullying pueden ser diversos. Algunos son la discriminación a la que son sometidas algunos tipos de personas por su raza, etnia, orientación sexual, tipología física o aficiones. En otros casos, algunos psicólogos apuntan la rabia o falta de afecto que pueden sufrir los acosadores por parte de su núcleo familiar. En algunos casos, puede producirse la circunstancia que cuando los padres maltratan a sus hijos o éstos no reciben la educación adecuada, pagan la rabia que llevan dentro a través del acoso escolar. Los tipos de bullying también pueden ser muy variados. Sin embargo, en líneas generales, el maltrato físico es más típico de niños que aprovechan su fortaleza muscular para realizar este tipo de acciones. En cambio, entre chicas es mucho más normal el bullying del tipo psicológico. Los insultos, hacer el vacío y ese tipo de acciones se llevan más entre las personas del sexo femenino.
Para desgracia de muchos, el bullying no suele ser flor de un día, sino que suelen ser una serie de acciones que se repiten de forma continua. El origen es difícil de identificar, aunque aquellas personas que sufren enfermedades como la acetona tienen más números. En chicos puede ser mucho más aleatorio, mientras que en chicas suele haber alguna razón de origen, y en muchos casos puede estar relacionado con las relaciones adolescentes y los novios. Los sentimientos de rabia cuando una amiga te puede llegar aquel chico que te gusta puede ser muy elevado. Eso lo sueles pagar con ella difundiendo rumores que son falsos para producirle un acoso psicológico o hacerle vacío para que se sienta cuánto más sola mejor. Es difícil encontrar una situación de bullying que sea producida por una sola persona, sino que en la mayoría de los casos suele estar apoyado en la fuerza del grupo. No olvidemos que uno de los objetivos es encontrar ese sentimiento de inferioridad y de sentirse solo que mine su autoestima y se haga sentir como que no vale nada. Esta situación va afectando a su cabeza y se va convirtiendo en una constante pérdida de confianza que puede afectar de forma clara en su rendimiento escolar. Es muy importante detectarlo a tiempo porque sino las consecuencias pueden ser muy malas, llegando incluso a la posibilidad de suicidio. Por ello, los padres deben desarrollar una conducta de apertura con sus hijos para poder hablar de lo que sea y que éste o ésta pueda tener la confianza suficiente para contarle un problema de estas características, y que puede dar mucha vergüenza hablar sobre ello. Los centros escolares también deben estar al corriente para conseguir erradicarlo.
Las secuelas que puede dejar el acoso escolar también suelen ser realmente elevadas. Para empezar, la persona que es agredida puede perder la posibilidad de relacionarse y de tener una relación. Dejan de ser empáticas, y en ese sentido, es algo que se debe trabajar con un especialista. Tampoco olvides, que en otros casos, los que han sufrido bullying se convierten en agresores de la rabia que pueden llegar dentro. Esta circunstancia se produce en un gran número de situaciones a lo largo de la vida. Algo muy frecuente es que una persona que ha sufrido trata de blancas, pueda llegar a convertirse en un explotador sexual dado el enorme rendimiento económico que ha detectado que se produce. Con el acoso escolar pasa lo mismo. Como hemos dicho, la falta de afecto puede pagarse con bullying.
Una acosada o acosado se encuentra en esta situación y otras personas, que puedan mostrar cualquier tipo de signo de debilidad, puede ser el candidato perfecto para pagar los platos rotos. Para evitar este tipo de situaciones, esas personas deben recibir un trato psicológico que eviten que puedan pasarse al otro lado de la acera y seguir combatiendo este problema. Las escuelas también deben adoptar medidas adecuadas para combatir este problema antes que sea demasiado tarde. Su imagen y su popularidad en el público puede irse al traste por no detectar los casos de bullying, que en muchos casos trascienden a la prensa, especialmente si éstos pueden tener un final trágico. En este sentido, se pueden adoptar diferentes medidas para combatirlo que posteriormente conoceremos al detalle.
Ventajas de combatir el bullying
Con todo, combatir el bullying debe ser una completa obligación para todo el conjunto de la sociedad y suele presentar numerosos beneficios y ventajas no solo para el que lo pone en práctica, sino también para toda la población. Por ello, adoptar planes contra el acoso escolar es muy beneficioso. Los más destacados son los siguientes:
- Mejorar la convivencia. En una escuela, el rendimiento académico es la mejor carta de presentación de la empresa. Prevenir el bullying permitirá que los alumnos vayan más contentos a clase y, en ese sentido, saquen mejores notas que también beneficiará al propio centro.
- Educar a la sociedad. El bullying puede ser el primer paso de la criminalidad. Educar a las personas desde que son bien pequeñas acerca de los valores de la ciudadanía y la convivencia puede evitar que se conviertan en criminales, y por tanto, un problema que puede llegar a ser internacional ya que puede ahuyentar a los turistas en períodos vacacionales.
- Reducir gasto. A priori puede parecer que destinar una partida presupuestaria a combatir el bullying es un gasto innecesario, pero al final el retorno de la inversión es enorme. Como hemos comentado anteriormente, esta educación va a permitir reducir gasto en criminalidad y en el mantenimiento de los presidiarios en las cárceles. Por tanto, vale la pena gastarse el dinero.
- Atraer inmigración. El ambiente de vida que se pueda tener en nuestro país va a ser el principal termómetro que va a atraer a gente a vivir, además obviamente de las condiciones de vida, posibilidad de encontrar trabajo… Así, si la imagen que se proyecta es buena, empezando por las escuelas, la gente vendrá.
Cómo combatir el bullying
Las escuelas son las principales valedoras de combatir el bullying. Salvo los centros públicos, cualquier privada funciona exactamente como cualquier empresa. Necesita que se matriculen alumnos sino quiere ver como su negocio se puede ir a pique. Por esta razón, los centros trabajan mucho en el diseño de medidas de prevención ante situaciones que puedan estar relacionadas con el bullying. En la actualidad existen numerosas medidas que se pueden tomar. Para empezar con los padres que deben ser capaces de detectar si hay acoso escolar. Deben ser capaces de establecer un vínculo de confianza que permita al niño o niña tener la confianza suficiente para avisar del peligro, antes que pueda ser demasiado tarde. Por ello, estaría bien que los padres pudieran saber en qué ambientes se relaciona su niño o niña, e incluso poder conocer a sus amigos y a las compañías que frecuenta. Este sentimiento de confianza requiere el ambiente adecuado.
Por ejemplo, si encontramos algún tipo de rasguño que nos pueda inducir a pensar que ha sido agredido, busquemos el momento privado para poder hablar del tema. No intentes resolver el problema con la misma moneda. Muchos padres intentan que su hijo no sea agredido a base de violencia contra los otros niños. Ponte en contacto con la escuela para que sean conscientes que en sus aulas se produce bullying y, en este sentido, puedan actuar en consecuencia e intentar erradicarlo de raíz. Las escuelas deben establecer protocolos de vigilancia para intentar que el bullying y la discriminación no se convierta en algo frecuente en su día a día.
En todo momento, el niño se debe sentir arropado por nosotros. Darle apoyo le hará más fuerte. Lo peor para nuestro hijo o hija es sentirse solo, y si se produce esta situación el triunfo del acosador será total. Se debe trabajar conjuntamente con la escuela, y estar al tanto del tipo de acciones que pueda estar llevando a cabo la institución educativa. En caso que sea necesario también se puede pedir la visita de un especialista para intentar lavar las secuelas psicológicas que pueda haber dejado este tipo de situación.
Obviamente, hay que cuidar mucho el régimen de alimentación que está siguiendo. La depresión es una de las principales causas que puedan tener para no comer. Establece un deadline al centro educativo y pide un reporte sobre los resultados conseguidos. En caso que no los consideres satisfactorios y que la situación se pueda seguir produciendo, corta de raíz y cambia a tu hijo de centro escolar para evitar que se pueda seguir dañando. Intenta también mantener la discreción en todo momento. No lo comentes salvo con personas de mucha confianza, ya que podría afectar colateralmente. Hay muchas personas que les encantan los cotilleos y decirle a alguien la situación puede acabar con que lo sabe todo el vecindario, o pueblo si vivimos en una localidad pequeña.
Los propios hijos también pueden desarrollar habilidades para combatir el bullying, o por lo menos, conseguir que les afecte menos. Para empezar, las acciones de acoso escolar tienen su éxito si tienen consecuencias en nosotros. Por ejemplo, si pasamos de lo que nos han dicho o mostramos una mejor sonrisa en señal de que no nos afecta, el acosador perderá su propósito.
En caso de agresiones físicas, quizás vale la pena acudir a clases de artes marciales o de defensa personal para poder prevenirlo y saber cómo actuar en caso que se produzca. Intentemos buscar también un grupo de amigos en el que refugiarnos. Por ejemplo, si vamos nosotros a decirle a los profesores lo que sucede podemos quedar como unos chivatos. En cambio, si es un grupo de amigos el que da voz de la situación, el bullying puede acabarse por completo. El acoso escolar es una lacra en el que la detección, la actuación eficaz y especialmente la prevención son fundamentales. Seguir los plazos correctos puede marcar un antes y un después en el comportamiento del alumno, y especialmente, en su rendimiento académico en la escuela.