Qué es estructuralismo – Definición, Significado y Concepto
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Filosofía en nuestra vida cotidiana no parece algo divertido, y si se pudiera la mantendríamos alejada de ella. De hecho si nos pusiéramos a pensar en lo que pensamos y en cómo lo hacemos no duraríamos ni cinco minutos. Pues entonces entender la vida a través de la filosofía, en estos tiempos, parecería un fenómeno difícil de creer. Sin embargo, existe una buena noticia para los no amantes de la filosofía: Filosofamos todo el tiempo, solo que a una velocidad inadecuada o sin un orden o paradigma establecido.
Y aquí es de donde partimos, en aplicar la filosofía a nuestra vida cotidiana. Dentro de ella podemos encontrar una corriente bastante interesante para algunos: el estructuralismo.
Pensar con determinadas estructuras y sabiendo que existen múltiples estructuras interrelacionadas entre sí en el mundo ayuda a autocriticar nuestras propias acciones, reflexionando acerca de en qué circunstancias tomamos las decisiones.
Lo importante a destacar de esta corriente es que no existe un elemento central que simplemente ordena las demás partes, es decir, no existe una columna vertebral rectora, sino que de las interacciones del conjunto de partes funcionará el sistema en su totalidad.
Y si bien planteamos la idea de esta aplicación particular, entiéndase que el estructuralismo puede manifestarse en diferentes ámbitos y en diferentes ciencias, para estudiar diversos fenómenos desde esta perspectiva. Es una corriente muy útil que aporta soluciones útiles.
Podemos enfocar el estructuralismo en el estudio de un libro por ejemplo, obtendríamos así un análisis que contemplaría las diferentes partes de dicho libro, sus formas de escritura, su semántica y sintaxis, entre otros aspectos.
Que Necesitas
Más allá de las definiciones abstractas que se presentan, lo importante es cómo llevar a la práctica nuestra filosofía estructuralista y, si de verdad ayuda a mejorar las relaciones interpersonales, tomar mejores decisiones, alcanzar los objetivos personales y/o profesionales.
Para comenzar, es imprescindible:
- Generar auto conciencia de nuestras decisiones: mirar hacia adentro como estilo de vida.
- Entender que somos consecuencia de decisiones del otro y nuestras decisiones implican decisiones en los demás. Es decir, ubicamos nuestras decisiones por delante y por detrás de otro conjunto de decisiones.
- Buscar si la justificación a nuestras conductas viene de la razón o simplemente de nuestra cultura: Pues de ello dependerá en análisis que se haga.
Instrucciones
Para llevar al estructuralismo a nuestra vida cotidiana debemos partir de una situación que requiera de tomar una decisión. Esto puede ser, por ejemplo, ayudar a nuestra madre enferma a pesar de que tenemos tareas pendientes nuestro trabajo.
Luego, comenzar a hacer un análisis estructural, planteándonos preguntas:
- ¿Es necesario tomar una decisión respecto a esto o si lo dejo como está las circunstancias no empeorarán? Esta pregunta es necesaria hacerla porque evitaremos pensar en situación que, al fin y al cabo, no son relevantes o no ejerceremos influencia significativa en ella.
- ¿Es una decisión que la debo tomar yo o la debe tomar otra persona? Es muy frecuente hacernos cargo de decisiones de los demás. No está siempre claro cuando debemos actuar y cuando no. Será cuestión de hacer una análisis profundo y necesario.
- ¿Conozco todo el problema o debo pedir ayuda? No sería correcto tomar una decisión sin conocer suficientemente las características de las partes que componen el problema central. Es importante buscar ayuda si acaso no es posible abordarlo con nuestro conocimiento actual.
- ¿Qué decisiones puedo tomar que estén a mi alcance? Una vez que conozcamos a fondo el problema con al que nos enfrentamos, necesitamos saber qué posibilidades hay de abordarlo. Puede ser un simple planteo de Sí/no, Hacer/no hacer, o puede requerir cierto grado de creatividad para generar diferentes alternativas.
- Para cada decisión ¿Qué supuestos, acerca de mis valores, están implicados? Algo importante aquí a tener en cuenta es si me hallo en una situación en la cual, dada mi condición o posición, soy propenso a cometer errores, puesto que la decisión requiere, por ejemplo, frialdad, racionalidad, entusiasmo, inteligencia, etcétera. No significa que no pueda tomar la decisión a pesar de que tengo una limitante, pero sí es importante conocer a qué me puedo enfrentar.
- ¿Existen sesgos que, aunque sé que existen otras decisiones óptimas, no puedo tomarlas? Está muy relacionado a la pregunta anterior, implica entender si mis valores van a hacerme tomar una decisión no óptima desde el punto de vista de los resultados.
- ¿Qué circunstancias externas están influyendo en mi decisión? Implica saber en qué posición me encuentro. Es muy propia del estructuralismo. Existen decisiones que no pueden tomarse bajo algunas circunstancias. Situaciones de crisis económicas, políticas, desastres naturales, entre otros, impedirán tomar buenas decisiones.
- ¿Quiénes serán beneficiados o perjudicados con mi decisión? ¿Cómo? A partir del entendimiento de la situación, puedo ahora si predecir que ocurrirá al tomar una decisión u otra, con algún grado de certeza que puede también formar parte de mi objetivo. Es decir, puedo elegir una decisión que, aunque no produzca los efectos esperados, tengo certeza de qué es lo que producirá.
- ¿Qué decisiones, propias o ajenas, podrán desatarse luego de mi decisión? La decisión tomada seguramente implicará respuestas en terceros, que pueden limitar o potenciar los efectos. Es cuestión de hacer un análisis exhaustivo de esas posibles decisiones para saber si me hallo en una situación beneficiosa o no.
- Una vez tomada la decisión ¿Obtuve los resultados que esperaba tener con ella? Las estructuras son dinámicas, por ello las circunstancias han cambiado una vez tomada la decisión a la que has llegado.
A partir de las respuestas a estas preguntas, entenderemos cómo está estructurado nuestro pensamiento y el de otros, y se llegará a una decisión que tenga en cuenta todas las partes de la estructura que forma el problema.
Además, con ello se abrirá paso a más decisiones, y éstas a más, y así entenderemos que el círculo debe cerrarse en algún momento.
Consejos
Queda una cuestión por aclarar: la práctica del estructuralismo se realiza diariamente en nuestras vidas. Es una práctica que se vuelve costumbre, por lo que también puede trabar nuestras vidas. Por ello es necesario:
- Determinar si la decisión a tomar vale la pena estructurarla en la mente, pues de tratarse de una decisión sin demasiada repercusión, no vale la pena sistematizar el proceso.
- Saber detenerse si en realidad la decisión no es de uno, sino de otro, o si escapa a nuestro entendimiento.
- Establecer una conclusión una vez tomada la decisión, así sabremos si ella produjo los efectos que esperábamos.
- Entender que las preguntas planteadas no tienen las mismas respuestas siempre, porque las estructuras pueden cambiar con el tiempo, lo cual lleva necesariamente a replantearlas frecuentemente.
- Comprender que las demás personas pueden no compartir la idea estructuralista, por lo que la reacción a nuestras decisiones por parte de terceros no estará generada a partir del mismo proceso, puede contener cierto grado de irracionalidad.
- Incluso aunque la decisión no logre los efectos esperados, no significa que los resultados no puedan ser incluso mejores. Y aunque no lo fueran, el proceso de aprendizaje se basa en el error. Por lo tanto, es difícil pensar de que no servirá el proceso a partir de los resultados.
- Las demás personas no percibirán los resultados de la misma manera que lo hacemos, pues sus estructuras cognitivas son y se desarrollan de una manera diferente