Qué es una meta – Definición, Significado y Concepto
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Muchas personas confunden la definición de meta con objetivo o propósito, e incluso con sueño o aspiración. Es importante reconocer las diferencias entre estos conceptos cada ámbito en los que pueden desarrollarse.
Por ejemplo, existen metas personales, metas empresariales y metas sociales. Todas se caracterizan por elementos determinantes, pero interiormente funcionan de la misma manera. Por lo tanto, para poder establecer lo que es una meta te vamos a presentar su funcionalidad en dos puntos clave: metas personales y metas organizacionales.
A nivel personal, un individuo necesita forjarse metas consecutivamente para alcanzar sus objetivos particulares. Del mismo modo, la gestión estratégica de las empresas se fundamenta en la definición y coordinación de metas en correlación con los objetivos y el propósito de la organización. En cuanto a lo social, los sistemas económicos y políticos de un país también definen metas específicas para alcanzar objetivos de transformación social.
Existen muchos tipos de metas y cada una puede ser intensamente distinta, puesto que dependerán siempre de las aspiraciones o sueños de cada persona o empresa que se las esté planteando. Por ejemplo, una meda personal puede ser bajar de peso y una meta empresarial aumentar las ventas para este año.
Para que ya no te queden dudas sobre la definición de meta, te explicaremos cuáles son las diferencias entre meta, propósito, objetivo y sueño; describiremos sus características y desarrollaremos cada tipo de meta con ejemplos prácticos para que puedes asimilar mejor toda esta información.
Continúa leyendo y descubrirás ¿por qué es tan importante plantearse metas en la vida personal y empresarial?, ¿cuáles son los riesgos de confundir un objetivo con un sueño? Y ¿cómo definirte metas congruentes con el propósito que tengas?
Instrucciones
Una meta se refiere al fin específico o resultado que se espera después de tomar una acción o desplazarse en una trayectoria; es decir, se trata de aquello que esperas conseguir o lograr mediante un proceso determinado. Todas las organizaciones, las personas individualmente y los colectivos en general, perfilan metas definidas a partir de patrones instrucciones que ayudarán a convertirlas en una realidad.
El término meta procede del idioma latín. En esta lengua, designaba a una sucesión de conos que se ubicaban en cada extremo de una pista de carreras, en los circos romanos. Estos conos, iban marcando dónde quedaba el inicio y especificaban el fin del espacio de la trayectoria que debían recorres los participantes.
¿Qué es un objetivo?
Fue de ese original uso que vimos del término meta que se volvió metáfora la palabra para representar el lugar al que se espera llegar con una acción. El objetivo, viene siendo eso que se quiere lograr, lo cual tiene que estar muy claro antes de definirse las metas.
Existen muchas maneras de interpretar las metas. En la cultura occidental, la realización de metas individuales es muy importantes; temas como la felicidad individual se prioriza. Mientras que, en la cultura oriental, las metas colectivas o sociales son las priorizadas, aunque el cumplimiento de las metas individuales está estrechamente relacionado con ello.
La principal diferencia entre meta y objetivo es el carácter concreto del objetivo, el ¿qué quiero lograr?; mientras que la meta se caracteriza por ser la sucesión de acciones que te llevan al logro, es decir el ¿Cómo?
¿Qué es la planificación?
Para que las metas funcionen tienen que organizarse de manera estratégica. A la determinación secuencial de las metas se le conoce como planificación; mientras que y al cumplimiento de las metas en el tiempo establecido se le denomina eficiencia.
Esta terminología es utilizada más que todo en lenguaje corporativo de las diferentes organizaciones. Sin embargo, puede utilizarse en términos personales también. La planificación estratégica es un medio de gestión empresarial u organizacional; el cual permite precisar la trayectoria de una sociedad y las aspiraciones para conseguir los objetivos que han sido creados.
En el proceso de planificación de las metas se puntualizan varias estrategias, teniendo en cuenta los permutas y las demandas que exigen su ambiente o contexto. En este sentido, es una herramienta esencial para tomar decisiones internas en cualquier organización.
Que Necesitas
Debe ser viable
No existe una meta inalcanzable. Por lo tanto, debe ser factible la trayectoria. Para ello, es importante determinar la viabilidad de la meta, considerando los elementos que pueden intervenir en la trayectoria.
Si los elementos interventores pueden dificultar la llegada a la meta en un 80%, la meta tiene bajo índice de viabilidad; por lo tanto, sería conveniente reformular la meta o plantearse estrategias específicas para enfrentar dichos elementos.
Por ejemplo, si tu meta personal es bajar de peso, uno de tus estrategias puede ser hacer ejercicios a diario. Sin embargo, si padeces una dificultad física o enfermedad crónica que te impide el ejercicio, tendrás que plantearte otra opción, como por ejemplo modificar tus hábitos alimenticios con más rigidez.
Debe ser medible
Cada meta debe formar parte de una sistematización de acciones evaluables. Para poder ser evaluadas en cada proceso deben ser medibles. En otras palabras, una meta debe poder calcularle en términos de medición, en relación al punto inicial y su evolución en la trayectoria. De otra manera, no podrías saber cuándo estará cumplida.
Para poder medir la evolución de una meta en su trayectoria existen muchos instrumentos. Todo depende del ámbito o el ambiente en el que se desarrolle la meta. Por ejemplo, puede ser a través de un registro cuantitativo o cualitativo de logros alcanzados; además, el método de medición también dependerá de la naturaleza de la meta.
Por ejemplo, si tu meta personal es aprender un idioma, puedes medir en qué nivel evolutivo te encuentras a través de un examen que te indique cuánto vocabulario y normas gramaticales has aprendido de la nueva lengua. Claro, en relación proporcional con cuánto te falta para dominar completamente el idioma.
Debe tener un plazo de realización
Toda meta debe poder cumplirse en un período de tiempo en específico, porque no puede ser perpetua. El plazo de tiempo se relaciona mucho con la viabilidad de su realización. Por lo tanto, es importante fijar bien el período o los períodos de tiempo que necesitará cada meta para realizarse.
Generalmente, la clasificación de las metas se determina en función del tiempo. Es decir, los tipos de metas se organizan según el plazo que le corresponda ser realizada. Las metas pueden ser catalogadas a corto plazo, a mediano plazo o a largo plazo.
Consejos
Con relación al tiempo que requerirán para ser realizadas, las metas pueden clasificarse en corto, mediano y largo plazo:
- Corto plazo: son las que demandan un período más breve de tiempo para poder realizarse, pudiendo ser días, semanas, meses o incluso un año, todo dependerá del objetivo. Generalmente, las metas a corto plazo son transitorias; además, por ser de tan corto alcance, no son efectivamente evaluables en términos de medición, sino que se consideran alcanzadas o no.
- A mediano plazo: son aquellas que necesitan de un esfuerzo sostenido en la trayectoria durante un tiempo determinado para poder realizarse. Generalmente, se trazan a través de meses o años; por lo tanto, uno de los criterios más importantes a evaluar es la sostenibilidad de los sistemas utilizados para ejecutar las acciones.
- A largo plazo: esta clase de metas necesita de un lapso de tiempo mayor para poder concretarse. Generalmente, va de años a décadas e incluso 30 años, pero no una vida. Para poder evaluar la trayectoria de una meta a largo plazo es importante tomar en cuenta la sostenibilidad, la viabilidad y la factibilidad en su realización futura.
¿Por qué es importante plantearse metas?
Todo emprendedor, todo ser humano y toda empresa que quiere tener éxito en la vida necesita plantearse metas. Sin metas no puedes elaborar un plan para alcanzar tus sueños, ni desarrollar tu propósito en la vida.
Organizar tus planes de vida en metas enfocándote en tareas en concreto te garantizarán la certera trayectoria hacia lo que pretendes conseguir, utilizando tus destrezas y conocimientos disciplinadamente. La planificación estratégica es tu mapa; sin mapa te puedes perder en el camino hacia tus sueños.
Pero, ¿qué es un sueño?… Un sueño es un deseo que no tiene definido un plan de acción para alcanzarlo; en otras palabras, es una fantasía. Suena duro, pero es la verdad, las cosas no cambian solamente con soñarlas, el sueño se convierte en algo accionable cuando se convierte en un propósito.
¿Qué es un propósito? Es el para qué quieres alcanzar un objetivo. La meta te da la pista hacia el objetivo, mientras el objetivo te lleva a desarrollar tu propósito. El objetivo se define, las metas se alcanzan con un plan de acción y el propósito se desarrolla. He allí la importancia de las metas, pues sin un plan de acción ¿cómo saber a dónde dirigirte?
El riesgo de confundir un objetivo con un sueño
Recuerda, el objetivo se refiere a tener claro qué quieres lograr; la meta te proyecta ese objetivo, certificando que tu objetivo fue logrado. Por otro lado, el propósito revela la utilidad de lo que vas a conseguir, o sea, para qué lo quieres en verdad.
Entonces, los sueños no forman parte del plan de acción para alcanzar una meta realmente. Se confunde el termino sueños con objetivo y por eso nunca se definen adecuadamente las metas. Por eso muchas veces se frustran las personas, porque alcanzan metas que en realidad no le sirven para lo que realmente quieren lograr.
Los sueños no tienen fundamento real, los objetivos sí. Por tanto, en realidad no te planteas sueños sino objetivos. Los sueños son ilusiones bellas, pero que como carecen de un plan de acción, generalmente no son realizables.
Un ejemplo práctico
¿Qué quieres?
Objetivo: Conseguir estabilidad financiera personal
¿Qué te certificará que lograste el objetivo?
Meta: Afrontar gastos, tanto previstos como inesperados sin caer en deudas.
¿Cómo lograrlo?
Estrategia: Disminuir o evadir el riesgo financiero.
¿Para qué lo quieres?
Propósito: Mantener el bienestar de mi familia y alcanzar mejor calidad de vida.