Cómo es el Bichón Maltés
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El Bichón Maltés es una de las razas de perros más populares. Estamos acostumbrados a encontrarnos con esta raza por la calle durante nuestros paseos ya que son muchas personas las que lo han escogido como animal de compañía. Una de las mayores ventajas de este tipo de perro es que nos encontramos ante una raza pequeña lo que lo convierte en una animal perfecto para tener en un puso.
El Bichón Maltés es una de las razas más antiguas de perros que se conocen. Aunque su origen es incierto parece seer que fueron los egipcios los primeros en contar con esta mascota. Incluso se han encontrado representaciones de esta raza en las tumbas de los faraones más importantes de la Civilización Egipcia como, por ejemplo, en la de Ramsés II. Sin embargo, tal como indica su nombre, este perro procede de Italia, más concretamente de Malta. Todos los indicios históricos indican a que fueron los fenicios, un pueblo mediterráneo, quienes llevaron esta especie desde Egipto hasta la isla de Malta donde terminó asentándose y multiplicándose y desde dónde se extendió al resto del mundo.
Si aún no has elegido cuál será tu próxima mascota y estás preguntándote cómo es el Bichón Maltés has llegado al sitio adecuado. A lo largo de nuestro artículo de hoy analizaremos todas las características de esta especie y te ofreceremos todas las claves que podrías necesitar a la hora de cuidar de él. Si te interesa saber cómo es el Bichón Maltés: ¡sigue leyendo!
¿Que necesitas para el Bichón Maltés?
- Un Bichón Maltés
- Agua
- Comida para perros
Instrucciones para el Bichón Maltés
- Talla: nos encontramos ante un perro de tamaño pequeño. Esto es una gran ventaja a la hora de tener un perro en un piso o una casa de dimensiones modestas. Normalmente estos perros no superan los 25 centímetros de altura. Como son de tamaño pequeño tampoco necesitarán paseos demasiado largo lo que nos ahorrará bastante tiempo. Dadas ambas características que acabamos de analizar no es de extrañar que nos encontremos ante una de las mascotas preferidas por muchas familias.
- Peso: al tratarse de un perro de talla pequeña no suele superar los cuatro kilos de peso. Esto también representa una ventaja sobre todo cuando estamos buscando una mascota para niños o personas ancianas que no pueden levantar mucho peso.
- Pelaje: el pelo de los Bichones Malteses es una de las características más apreciadas por los especialistas. Nos encontramos ante unos perros con un pelaje denso y brillante. Además su pelo presenta una textura sedosa muy agradable. Normalmente el color de su pelaje es el blanco puro aunque en algunos casos nos encontramos también con un color que se acerca más al tono marfil. Aunque su pelo puede alcanzar una longitud bastante pronunciada su pelo es del todo lacio.
- Orejas: las orejas del Bichón Maltés son otro de los rasgos más característicos de esta especie. Nos encontramos ante una orejas de forma triangular muy fácilmente reconocibles.
- Cola: su cola también es otro de los elementos más característicos de la raza. Nos encontramos con una col bastante gruesa en la base y muy fina en la punta.
- Docilidad: el Bichón Maltés es una especie bastante dócil. Esto lo convierte, junto con el resto de características que ya hemos analizado, en una animal de compañía perfecto.
- Alerta: el Pichón Maltés, al igual que otras especies de perro de pequeño tamaño, es una de las denominadas especies de alerta. Se trata de un tipo de perro que suele vigilar todo lo que ocurre a su alrededor y está muy atento a todo lo que ocurre. En caso de alerta comienza a ladrar con bastante fuerza de que algo va mal. Esto puede resultar algo molesto cuando se vive en un piso y el Bichón Maltés está en alerta de todo lo que oye por la escalera. Por tanto conviene educarlos para acatar nuestras órdenes y permanecer en silencio cuando se les mande.
Consejos para el Bichón Maltés
- Si has decidido adquirir un Bichón Maltés como mascota debes recordar acudir al veterinario y someterle a revisiones periódicas. Aunque nos encontramos con una especie bastante fuerte y resistente la rutina del veterinario no debe olvidarse nunca y conviene llevarlo a revisión cada seis meses o un año.
