Cómo crear un crucigrama

Los crucigramas son juegos elaborados para medir la agilidad mental en el uso del lenguaje, ya que se trata de encontrar las palabras que se cruzan siguiendo un patrón vertical y horizontal. Para ello, hay que seguir las referencias que definen las palabras, y una vez encontrada las mismas se colocan dentro de las casillas.

Este pasatiempo, que es muy común encontrarlo en periódicos y revistas, apareció en 1913 en el tabloide “New York World” (EE.UU), como una especie de rompecabezas, con palabras cruzadas entre sí. Su creador fue Artur Wynne, periodista inglés, que denominó a este juego “word-cross”, traducido como “palabra cruzada”. Posteriormente, este nombre fue cambiado por crucigrama o “crossword”, en inglés.

Antes de esa aparición, en 1873 una revista americana publicaba una especie de rompecabezas con palabras, el cual se debían realizar en una hoja aparte. Luego, en 1890, se publicó en una revista italiana un juego basado en el cuadrado de sator, que no tuvo mucho éxito. Consistía en unas rejillas formadas por cuatro letras de cada lado y que incluían pistas.

Existen varios tipos de crucigramas. El más conocido es el autodefinido, donde las pistas se encuentran colocadas dentro de propias casillas. El silábico, donde debe incluirse una sílaba. El crucigrama críptico, utilizado especialmente en países como Inglaterra y consiste en dos partes, la primera con una frase en sinónimo, y la segunda unas claves que se dan al inicio o a final de la pista.

También, encontrarás crucigramas en blanco, donde el jugador tiene que descubrir cuáles son las casillas en negro. Del mismo modo, podrás encontrar algunos con imágenes, estos pueden ser de objetos, animales o personajes. Y por último, en otro idioma, este tipo de juego sirve para practicar el lenguaje escrito de ese nuevo idioma que se está aprendiendo o enseñando, si lo vas a compartir con los alumnos.

Realizar este tipo de pasatiempo, como la sopa de letras o sudoku, aportan muchos beneficios para la salud. Estas mejoras podrían agruparse de la siguiente manera:

• Aumenta la actividad cerebral: al realizar nuevas actividades y cada vez más difíciles se comienza activar las conexiones entre las neuronas, creando nuevas sintaxis. Es por ello, que se cree que combaten las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y demencia senil.
• Aumenta tu vocabulario: Cada vez tendrás un reto o alguna palabra nueva que aprender, incluyendo los sinónimos y antónimos. Sin olvidar, en el caso de que estés aprendiendo un nuevo idioma.
• Entretiene: Sí te gusta realizar este tipo de actividad, tu cerebro liberará endorfinas y por ende, te sentirás más feliz y pleno.
• Aumentará tu confianza: Al utilizar estrategias y buscar diferentes formas para lograr resolverlo.
• Mejora la memoria: Aunque no existen alguna opinión concluyente al respecto, lo cierto es que el cerebro se fortalece y crece con los retos y dificultades. Hacer crucigramas te permitirá recordar palabras a medidas que practiques. Si tienes dudas al respecto, hay ejercicios que te permiten probar el estado de tu memoria.

El crucigrama es un divertido pasatiempo, cuya estructura y elementos van a variar según el tipo y como se entrelazan las palabras, pero su composición básica es la siguiente:

• Plantilla: Llamada también grilla, que son los recuadros en blanco que contienen los números de las pistas o referencias.
• Pistas: Son las definiciones y se correlaciona con el número ubicado dentro de la plantilla. Estas pistas se dividen en horizontal y vertical.

Como puedes observar, realizar este tipo de ocio te aportará muchos beneficios. Además, es una actividad de fácil acceso y muy económica. Sin embargo, si quieres crear un crucigrama personalizado, puedes optar por programas en línea, o mejor aún, diseñar uno. En cualquiera de los casos, sigue las siguientes instrucciones y así desafiarás a tus neuronas y ejercitarás tu cerebro.