Cómo hacer croquetas de calabacín
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Las croquetas hacen las delicias de cualquier persona, algo a lo que muy pocas personas se pueden resistir. Las croquetas de calabacín, no iban a ser menos. Son sanas y deliciosas para aperitivos o un entrante. Incluso quedan genial combinando varios tipos de croquetas en el mismo plato como por ejemplo con croquetas de jamón.
Cada persona tiene una técnica para hacer las croquetas que normalmente viene heredera de generación en generación. Sin embargo hoy en día, con internet todas estas recetas están al alcance de todos. Y podemos hacer nuestra propia receta cogiendo lo mejor de cada una.
Una ventaja de las croquetas es que todo le queda bien, se pueden hacer de muchos alimentos. El ingrediente de la receta de hoy es el calabacín.
El calabacín es una hortaliza muy versátil para cualquier receta. Así como para hacer dieta ya que es rico en fibra y ayuda con la retención de líquidos. También es muy rico en vitamina C, así como vitaminas B, magnesio, potasio, calcio…No podemos pasar por alto, que tiene un 95% de agua, por eso es importante pasarlo primero por la sartén.
El calabacín es bueno para:
- Controlar el colesterol.
- Para los ojos, ya que los fortalece. Así como para la hinchazón de los mismos.
- Para la presión arterial.
- Contra el envejecimiento.
- Del mismo modo para el corazón.
- En el caso de la piel.
Esta receta es apta para un menú vegetariano así como para que los niños tomen verduras.
¿Que necesitas para hacer croquetas de calabacín?
Ingredientes para 20 croquetas:
- 1 calabacín grande
- Aceite Oliva Virgen Extra
- 2 huevos medianos a temperatura ambiente
- 50 gramos de pan rallado
- 1 cucharita de nuez moscada
- 100 gramos de harina
- 250 ml de leche
- 1 cebolla pequeña
- Sal
- Pimienta
- 1 pastilla de Avecrem caldo de verduras
Utensilios:
- Pelador
- Cuchillo para verduras
- 1 sartén para rehogar el calabacín y la cebolla.
- 1 sartén honda.
- Escurridor
- Varillas
- Espumadera
Instrucciones para hacer croquetas de calabacín
- Primero comenzaremos pelando completamente el calabacín. Podemos usar un pelador para evitar quitar más allá de la piel. También se puede hacer con la piel, esto es según el gusto de cada uno, no afecta en absoluto al sabor, solo a la apariencia. Y además en la piel hay muchas vitaminas. Ya sea con piel o sin piel, lo ideal es picar muy finito el calabacín. También aprovechamos para picar la cebolla.
- Segundo mientras calentamos una sartén con AOVE. Una vez que esté caliente ponemos en la la sartén la mantequilla , movemos. Echamos el calabacín y es justo aquí cuando echamos la cebolla también muy fina para que se dore y vaya cogiendo sabor. En este paso tenemos dos opciones. Para ir dándole un extra de sabor, bien optar por sal y pimienta o usar una pastilla de avecrem de caldo de verduras. La pastilla aporta más gusto.
- Una vez que el calabacín y la cebolla estén blandos se le añade la harina y comienza una parte muy importante, mezclar los ingredientes muy bien. Se le va echando la leche y la nuez moscada. Se va moviendo con unas varillas para que quede una estupenda bechamel, no escatimemos en movimientos envolventes para que espese. Ya que la masa es fundamental para esta receta. Si nos queda muy líquida será imposible freírlas, ya que se abrirán. Cuando la masa no se pegue a las paredes es cuando está lista.
- Una vez que tenemos la masa, dejamos enfriar. El tiempo de reposo puede ir desde horas o incluso hasta el día siguiente. Una vez que la masa esté lista damos forma a las croquetas, intentando que todas tengan el mismo tamaño. Para trabajar la mesa espolvoreamos nuestra zona de trabajo con harina. Podemos hacer dos rollitos alargados y luego cortarlos por porciones. Vamos preparando los ingredientes para hacer el rebozado. Si quieres saber más sobre el proceso de rebozar croquetas puedes leer más aquí.
- A continuación, preparamos los huevos batidos en un plato, otro plato con harina y un último con para rallado. Vamos pasando las croquetas por cada plato y ya están listas para el último paso. Entre terminarlas y comenzar a freír podemos dejar reposas las croquetas para que el rebozado se fije bien.
- Por encima de todo, el paso de freírlas en abundante aceite oliva virgen extra a una temperatura elevada, es de lo más importantes. Dicha temperatura es otro de los grandes secretos de las para hacer croquetas. Debe estar en su punto. Para freírlas podemos usar una sartén que sea honda para que las cubra bien de aceite, así como también podemos usar una freidora. Para ello nos podemos ayudar de una espumadera, luego las podemos poner a escurrir en un escurridor o bien sobre papel de cocina para que suelte el exceso de aceite.
Consejos para hacer croquetas de calabacín
- Materia prima de calidad, esto es fundamental para cualquier receta, pero en especial en las croquetas. Por lo tanto, a mejor calidad mejor sabor.
- Freír pocas croquetas al mismo tiempo, así evitaremos que se choquen o que la temperatura del aceite baje.
- Las croquetas se pueden congelar perfectamente, para ello es mejor hacerlo por bandejas y en bolsas para que no se congelen en bloque sino de forma individual.
- La leche se puede sustituir por nata líquida para cocinar.
- En esta receta de croquetas de calabacín se puede añadir cualquier queso que tengamos en casa, para ello se debe rayar un poco y añadir a la mezcla justo en el paso de la leche.
- Se pueden acompañar de puré de patatas, de patatas fritas estilo paja, con ensalada, con unas rodajas de tomate con sal, con salsa de champiñones, salsa tártara, con mermeladas, con hummus, con ensaladilla y por supuesto con pan.
- La comida entra por los ojos, por lo que no podemos pasar por alto la presentación. Las croquetas quedan genial en un plato bonito y limpio de grasa, en un plato de pizarra, también en un cucurucho de cartón, si es para un catering en una cucharita de plástico de un solo uso.
- Se pueden hacer de diversas formas y tamaños. Todo depende de la maña de cada persona a la hora de hacer el diseño. Redondas, ovaladas, cuadradas…
- Son muy apropiadas para un menú infantil.
- También se les puede añadir caldo casero de verduras.
- Tener mucho cuidado cuando las croquetas están el aceite. Hay dos errores muy comunes en este paso:
- Que se queden frías por dentro: la temperatura del aceite debe oscilar alrededor de 180 grados. Si las croquetas estaban congeladas debes de sacarlas un buen rato antes para que se descongelen y luego se frían por todas partes al mismo tiempo.
- Que se doren excesivamente por una parte, para evitarlo tenemos que estar vigilando y dando la vuelta para que se queden uniformes y no tengan aspecto de quemadas.
- El pan rallado puede llevar perejil e incluso ajo, hoy en día en el mercado existen multitud de tipos de pan rallado.
- Si quieres optar por unas croquetas de calabacín más light puedes optar por usar el horno. De esta forma quedarán muy crujientes. Con 20 minutos a 180 grados estarían listas. Pero ojo, cada horno es un mundo y lo mejor es no quitar la vista del horno para no llevarnos una desagradable sorpresa. Si eres de los que no pueden pasar sin el aceite le puedes añadir un fino chorro por encima antes de hornear.
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