Cómo hacer dibujos de flores
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El dibujo es un arte apasionante que siempre causa admiración en quienes no tienen ese talento. Observar a una persona que toma su lápiz u otro instrumento similar y sobre un papel en blanco, de la nada, surja todo un mundo, ya sea un rostro, un paisaje, un animal, con todos sus detalles, sombras y contrastes, es algo maravilloso.
Uno de los motivos que más gusta a la hora de dibujar, ya sea para practicar y ejercitarse en esta disciplina, o para regalar a alguien o para decorar una habitación, y también como patrón para un trabajo o labor textil o de artesanía, son las flores, una parte de la naturaleza de mayor belleza y variedad, pues son infinitas las especies de flores existentes en todo el planeta.
Lo habitual es elegir entre las flores de jardín más conocidas, con sus diversos colores y formas, como son la rosa, el clavel, la margarita, el tulipán, la violeta, el lirio, y otras. Cada una de ellas tiene sus propias características a la hora de abordar cómo dibujarlas, para lograr unos resultados óptimos.
Por eso te proponemos unas pautas que seguramente te ayudarán a introducirte en cómo hacer dibujos de flores.
Con botellas de plástico
Es una técnica sencilla para dibujar flores que no tienen mucho detalle. Tienes que buscar una botella de plástico de refresco o agua mineral, que tienen una forma de varios picos en relieve en su base. En un plato puedes echar pintura del color que quieras, y del tipo que quieras, acrílica diluida, acuarela diluida, o puedes poner tinta china o de otras característicasl. Toma la botella y aprieta su base sobre la pintura y después, sacudiéndola ligeramente para quitar el sobrante, aprieta la botella sobre el papel, tela o soporte donde quieres poner la imagen. Una vez que ese bosquejo general de los pétalos lo tienes, toma el lápiz y dibuja un círculo ayudándote con un dedal o el interior de un rollo de cinta adhesiva, por ejemplo, o directamente a mano, en el centro de la flor. Después tira unas líneas para hacer alguna hoja y el tallo. Puedes usar botellas de distinto tamaño para dibujar flores más grandes o más pequeñas.
Vegetales y sombras
Un sistema parecido, pero con algo más de complejidad es que uses vegetales como si fueran un tampón de tinta, o como siluetas de la que partir para dibujar una flor. Por ejemplo, puedes usar un rábano cortado y con calados, o una rama de apio, y mojando sus hojas y parte del tallo sobre tinta o pintura líquida, después puedes presionar el apio sobre el papel o la superficie deseada, y en varias veces, lograrás el boceto general de una flor, que luego puedes completar con lápiz, y terminarlo cuando tengas todo el bosquejo completado, con un bolígrafo, rotulador, pluma u otro instrumento, o tal vez prefieras rematarlo con otro lápiz o con carboncillo.
Pintura húmeda
Puedes usar la técnica de pintura húmeda con la que aplicas distintas pinceladas del mismo o distinto color, unas sobre otras antes de que se seque ninguna. Con diferentes pinceles, puedes pintar sobre el papel o el lienzo dibujando los pétalos más grandes y pequeños uno tras otro. Sin dejar secar, vuelve a pintar encima con tonos distintos para conseguir una variedad de matices. Puedes dibujar dos círculos de pétalos, con un color más intenso para los pétalos interiores y más claro para los exteriores. Agrégale sombras y luces, por medio de darle tonos blancos a las luces y oscuros a las sombras. Usa un pincel en ángulo contra la superficie, pero primero pasa el pincel contra un papel para descargarlo todo lo posible de pintura, y luego lo aplicas al dibujo en marcha. Dibuja la luz con ese tono blanco en una dirección y el tono oscuro para la sombra en sentido contrario. De esta manera conseguirás volumen y realismo.
La margarita
Tal vez esta sea una de las flores más sencillas de dibujar, y por ello, puedes empezar a dibujar flores a partir de esta flor. Traza un pequeño círculo en el centro de la hoja de papel. Traza otro círculo bastante mayor rodeando el primero que hiciste. Tendrás una figura muy parecida a un disco musical de vinilo, lo que era un LP. Es el momento de dibujar los pétalos. Comienza tirando un par de líneas curvas en lo que sería el radio central superior desde el círculo interior al externo, llevando una hacia arriba. Es como si dibujases la pala de un ventilador de techo visto desde abajo. Ve trazando más “palas”, es decir, pétalos, primero añadiendo uno debajo, luego otro a un lado, luego en el otro, para que ahora tengas una cruz. Sigue añadiendo pétalos ovalados hasta tener todo un círculo de pétalos. Ahora ya puedes borrar las líneas de los círculos que te han servido de guía para dibujar la margarita. Remarca el círculo interior del centro de la flor y las líneas de los pétalos con un lápiz más oscuro. Dale color amarillo-naranja al centro de la flor y un color en contraste, como un azul o un verde pastel, al fondo, para terminar de dibujar la margarita.
El girasol
Traza un círculo generoso y dentro otro que sea menor pero no demasiado, formando una figura como la de una rueda de coche, pues como es conocido el centro de un girasol es grande, llenos de las sabrosas pipas que luego serán de mesa o para aceite. A continuación, bosqueja un tallo con un par de rayas sinuosas paralelas. A cada lado del tallo, pon el perfil de una hoja ovalada. Después, dibuja un corazón estrecho y alargado en el redondel formado por los dos círculos que tiraste en primer lugar. Ahora, tienes que repetir el corazón estrecho y alargado, con el pliegue de la parte superior apenas esbozado, a todo lo largo del interior de ese espacio. Estos corazones en realidad son los pétalos del girasol. Cuando hayas dibujado estos pétalos por todo el círculo interior, dibuja más puntas de pétalos entre los primeros, lo que ofrecerá el clásico diseño de los girasoles. Ahora traza un enrejado de líneas diagonales cruzadas en el círculo central para representar las pipas del girasol. Repasa las líneas del tallo y de las hojas para darle más volumen a uno y a otros. Termina tu dibujo coloreando con verdes y amarillos para darle vistosidad y calidez.
La rosa
Dibuja una U cuyos extremos tengan algo de forma sinuosa, de ese. Debajo de esa primera U traza otra, más grande, con el mismo diseño de puntas de la U en forma sinuosa, y una tercera U con los mismos rasgos, pero mayor que las anteriores y envolviendo las anteriores. Entonces tira una raya que haga doble curva, en forma de S gigante y alargada, para lo que será el tallo. Unida al tallo, bosqueja en un lateral una hoja ovalada. Extiende una raya que divida la hoja, partiendo de una punta de la hoja pero sin acabarla en la otra punta. Ahora debes comenzar a esbozar los pétalos. Lo mejor es que consigas una rosa natural, para observar la forma tan particular en que se enrollan, primero la parte superior de los pétalos, y luego uno tras otro, apoyándote en el bosquejo de las tres U del principio. Comienza con la U más pequeña y rellénala con pétalos que se solapen unos con otros. Después repite el proceso con la segunda U interior, detallándolos, y de la misma manera prosigue con la U exterior. Añade más pétalos buscando que la rosa tenga la característica forma redondeada que forma el conjunto de las hojas. Una vez que tienes los pétalos, le toca al sépalo, esas hojas verdes en la base de la flor, para lo que tendrás que dibujar líneas con ángulos que formen punta. ¿Qué falta? Las famosas espinas, que deberán colocar en uno y otro lados del tallo, con su típico aspecto anguloso. Dale más detalle a la hoja, por medio de dibujar el contorno dentado que tienen las hojas de la rosa. Remata el dibujo agregando color, por ejemplo rojo en los pétalos y verde en el sépalo y en el tallo y hoja.
El tulipán
Dibuja una circunferencia no muy grande a la altura del primer tercio superior de la hoja de papel que estés usando, cartulina, bloc, etc. De su base saca una línea doblada en una curva suave hacia tu derecha, lo que después será el tallo. Aboceta un par de pétalos con el extremo de arriba algo puntiagudo, cada uno de ellos formado por dos rayas alargadas y curvadas que asemejen los pétalos del tulipán y superponiéndose uno sobre el otro. Las líneas por abajo toparán con la curva de la circunferencia, de manera que el resultado será una especie de doble uve (W) invertida. Entre los dos pétalos traza otro pétalo que no cruce los primeros, semejando que está detrás. Ahora pasa a tirar las líneas de las hojas. Estas son muy largas, parten de la base del tallo y se comban a uno y otro lado, como si envolvieran el tallo, pero sin esconderlo. Deberían ser tres y parecerán largas y estrechas lenguas de fuego. Engrosa el tallo y marca el contorno de las hojas, así como el sépalo, muy pequeño, como un botón, en la base del tallo. Sigue agregando detalles de líneas tanto a los pétalos como a las hojas, y le puedes dar sombras y luces si lo quieres en blanco y negro, con varios de los lápices de dibujo, o puedes colorearlo, y darle profundidad, sombras y reflejos con los matices de los colores y toques de blanco en lugares estratégicos de la flor, lo que dará una impresión muy realista a tu dibujo.