Qué es abecedario – Definición, Significado y Concepto

En una lengua, el abecedario o alfabeto comprende el conjunto de letras o agrupación que se lee con un determinado orden según la norma de la propia lengua. El origen de la palabra viene de Grecia, de aunar en una palabra las letras alfa y beta, las dos primeras letras del alfabeto de la lengua griega.

En cuanto al término abecedario, su origen viene del latín. Como se puede deducir, deriva del nombre de las primeras letras del abecedario de esta lengua: A B C D.

Este conjunto de letras también representa las grafías que se utilizan para expresar o representar la lengua escrita como sistema de comunicación.

Abecedario en español

El abecedario español está formado por 27 letras: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z. 

Como el resto de las lenguas románicas, es decir, que derivan del latín, el español se sirvió de la serie alfabética de esta lengua, que fue adaptada y completada a lo largo de los siglos.

Esta variante española del alfabeto latino ha sido utilizada por la Real Academia Española desde 1803 en la confección de todas sus litas alfabéticas.

El caso de CH y LL

En un principio, los dígrafos ch (che) y ll (elle) pasaron a considerarse parte de las letras del abecedario en español,por presentar cada uno de ellos un solo sonido.

Sin embargo, en el décimo Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española ( en la que confluyen todas las academias de los países en los que se habla español), acordaron adoptar el orden estándar del alfabeto latino, en el que ambos dígrafos no son letras independientes, si no una formación de dos letras.

Como consecuencia, las palabras que comienzan por estas letras o que las contienen pasan, a la hora de ordenarlas alfabéticamente, a lugares de la y de la lrespectivamente.

Esta forma afecta únicamente al proceso de orden alfabético de las palabras, no a la composición del abecedario.

La Ñ

La ñ. (eñe) es una letra que no existe en el alfabeto latino tradicional, si no que surgió después a lo largo de la Edad Media.

El nacimiento de esta letra fue un elemento basado en la necesidad, ya que había que representar un sonido que en latín no existía.

Estamos hablando de diferentes grupos consonánticos como gn, nn o ni que sufrieron una derivación, en las lenguas que vienen del latín, hacia ese sonido nasal del tipo palatal.

Cada una de estas lenguas fijaron una grafía distinta para representarlo:

Italiano y francés: gn

Catalán: ny

Portugués: nh. 

En el caso del español, optamos por «nn», que se abreviaba con una sola N con esa línea encima, ondulada: este es el «proceso de creación» de nuestra Ñ.

Una letra que la tomó como préstamo el gallego.

Idiomas que usan el alfabeto latino

El alfabeto latino se utiliza en gran parte de los idiomas que se hablan en la Unión Europea, América, África subsahariana y las islas del Océano Pacífico.

Origen del alfabeto latino

La grafía del alfabeto latino revela orígenes del griego, etrusco y fenicio. Según varios teóricos, el alfabeto latino procede de la región de Canáan, es decir, el actual Oriente Medio.

Aún así, muchos estudios demuestran que el primer alfabeto data de la época de los egipcios a través de los jeroglíficos. Es decir, el origen es un alfabeto pseudo-jeroglífico consonántico. Pero hasta llegar al actual alfabeto latino hubo muchos procesos.

Primero, nació la escritura «cuneiforme» fenicia, donde las consonantes eran las principales protagonistas. Posteriormente, tras la incursión griega, los helenos tomaron este alfabeto fenicio como tronco referencial para la escritura y le añadieron las vocales para adaptarlo a su lengua.

Posteriormente, el afabeto griego dio paso a la escritura etrusca. Los etruscos se establecieron en la Península Itálica hacia el S.V a.C. procedentes, según los expertos, de Asia Menor. En ese punto, esta civilización tomó el alfabeto griego para transcribir su lengua. Una lengua que, a día de hoy, es una gran desconocida para los estudiosos ya que hay en puntos que se hace intraducible.

Datos de interés del alfabeto latino

Desde los inicios del uso del alfabeto romano, su uso y sus aportaciones fueron sucediéndose e lo largo de la historia.

Por ejemplo, al inicio no se distinguía entre la grafía de la «U» y la «V». Ambos fonemas se representaban con «V».

Otro dato curioso es que la «G» no existía. Era la «C» que se leía con los fonemas /k/  y /g/. Por otro lado, en el castellano actual la letra «K» tiene un uso prácticamente anecdótico. En cambio, en la antigüedad, tenía un uso redundante debido a que el uso de la «C» solo se usaba delante de la «A» en algunas palabras.

Finalmente, la letra «Q» era una variante de la «K» y solo se utilizaba delante de la vocal «U».

En su versión más antigua, el alfabeto latino contaba solo con 20 letra. Fue en el s.III d.C cuando empieza a parecerse más al alfabeto que tenemos actualmente con 23 letras:

A, B, C, D, E, F, G, H, I, K, L, M, N, O, P, Q, R, S, T, V, X, Y, Z.

Tras la incorporación de las últimas letras, el alfabeto latino ha sufrido pocas variaciones salvo las que cada lengua ha incorporado.

Por ejemplo, como se ha visto anteriormente, el catalán no tiene «Ñ» y en el alfabeto gallego no existen las letras «Y» y «J».

 

 

 

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