Qué es un trollero

Las redes sociales han logrado lo imposible, poder interactuar con una persona, aunque ambas no estén en el mismo lugar. Ni siquiera tienen que estar en el mismo país, pues el Internet se encarga de reducir las distancias y mantener los lazos de unidad entre la familia y con los amigos.

Pero, además de eso, las redes sociales son una ventana al mundo. Permiten conocer las novedades en el mundo de la farándula, las últimas noticias, los acontecimientos deportivos más relevantes, etc.

También es un espacio en donde se puede expresar su opinión personal y debatir los temas más controversiales de la sociedad, como el aborto voluntario, la homosexualidad, la política, el abuso de menores, etc.

Es habitual encontrar foros o salas de chat en donde varias personas se reúnen para expresar su punto de vista sobre diferentes asuntos. Por supuesto, puesto que se trata de una opinión subjetiva, es normal que no todos la compartan.

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Aunque no hay nada cuestionable en eso, hay quienes manifiestan su desacuerdo con críticas, palabras hirientes, ofensas, burlas, ironía y, en algunos casos, hasta con amenazas. Pero, no solo eso, puede que esta situación trascienda los límites del foro y esas personas continúen sus ataques en las redes sociales de su víctima, haciendo que la experiencia sea una verdadera pesadilla.

A este tipo de personas se les conoce con el nombre de hater y trollero. No obstante, existe una diferencia entre ambos términos. El hater suele lanzar mensajes de odio hacia los demás por cualquier motivo, su raza, credo religioso, posición social, etnia, etc.

Mientras que el trollero se vale de comentarios satíricos e irónicos para ridiculizar o humillar a otro, sin importar el motivo, solo porque quiere hacerlo. En esta oportunidad, estaremos dando más detalles acerca de estas personas y cómo puedes defenderte.

Instrucciones

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La palabra trollero, en el contexto del Internet, se usa para referirse a aquellos usuarios que, de manera sistemática, se valen de diferentes canales de la red para difundir mensajes negativos contra marcas, empresas y hasta otros usuarios, en especial, aquellos que gozan de cierta relevancia y popularidad en el mundo de las redes sociales, como los artistas, los influencers, etc.

Estas personas suelen hacer publicaciones irritantes para provocar, molestar o causar controversias poco constructivas. A este tipo de acciones en línea, se les conoce con el nombre de trolling. Por otra parte, a la persona que hace el comentario negativo y a la publicación en sí misma, se les denomina como troll.

Algunos expertos en materia cibernética, opinan que el nombre trolling se deriva de trolls. Estos eran monstruos mitológicos que horrorizaban a los demás. En la actualidad, su versión moderna, también es una amenaza para todo aquel que esté en la red, pues se encuentran expuestos a ser criticados, ofendidos, humillados y hasta a que vandalicen sus redes sociales.

Lamentablemente, este grupo de personas cuentan con defensores, quienes opinan que estos solo son mensajes inofensivos, gracioso, simples travesuras o el ejercicio del derecho a la libre expresión. Sin embargo, la verdad es que, para muchas personas, estos comentarios rayan en un discurso de odio. De hecho, existen casos más extremos que son considerados como crímenes.

El trolling se encuentra dentro de la categoría del cyberbullying o acoso virtual, el cual tuvo una de sus primeras manifestaciones de alto perfil en el año 2006 en Estados Unidos, cuando una niña de 13 años se suicidó como consecuencia del trato hostil recibido por sus vecinos en Internet.

Es considerado como una forma de abuso por recreación y, generalmente, se hace desde el anonimato. Su intensión es hacerle perder el tiempo a la persona, enfadarlo, frustrarlo y hasta asustarlo. En ocasiones, puede presentarse como algo inofensivo, por ejemplo, el uso de preguntas contradictorias para comenzar una discusión sin sentido.

Otras veces puede tratarse de un comentario inmaduro, quizás burlas con las que se cuestione la apariencia física de alguien o su inteligencia. Sin embargo, cuando el objeto de hostigamiento es una mujer, suele rayar en el acoso peligroso.

Cada vez es más común su presencia en Internet. Por ese motivo, muchas páginas se han visto forzadas a bloquear las publicaciones abiertas de comentarios, en donde ahora deben ser sometidos a un proceso de revisión para ser aprobados.

Su comportamiento

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Puesto que permanecen bajo el anonimato, se sienten con la libertad de comportarse como nunca lo harían en la vida cotidiana. Algunas de las principales características de su comportamiento son las siguientes:

  • Puesto que son inmunes a las críticas y a los argumentos lógicos, no es posible razonar con ellos, incluso si el argumento tiene un fundamento sólido.
  • Por lo general, los trolleros no sienten ningún tipo de remordimiento. Por eso, a algunos se les llega a calificar de sociópatas y, por tanto, no siente empatía y disfrutan al herir los sentimientos de otras personas.
  • Tienen ínfulas de superioridad y se ven por encima de las convenciones sociales.
  • No siguen las reglas básicas de convivencia de ninguna comunidad ni manifiestan ser educados.
  • Sobrepasan, de forma cínica, cualquier límite social. Lo que quiere decir que actúan de forma irresponsable.
  • Suelen alimentarse de la molestia del otro y de los insultos o comentarios negativos que les hagan. Esto les produce una mórbida sensación de placer. Por ello, en ocasiones, lo mejor que puedes hacer es ignorarlos.
  • Su motivación principal es alimentar su ego sin sufrir consecuencias por sus acciones.

Los trolleros suelen liberar un tipo de comportamiento que llega a calificarse como maquiavélico, psicópata y hasta sádico. En otros casos, combinan estos tipos de comportamientos. Mientras que hay algunos que han confesado que hacen trolling para hacerle frente a situaciones personales frustrantes o a períodos depresivos.

Sin importar cuál sea su motivación para actuar de forma ofensiva, es necesario que estés al tanto de cómo debes actuar si llegas a encontrarte con un troll en algún lugar de la red, ya sea un blog, una sala de chat, un foro abierto, etc.

Que Necesitas

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  1. Lo primero que tienes que hacer es valorar la crítica o el comentario negativo que has recibido. Esto se puede determinar por el impacto que tiene sobre tu reputación en línea. Tu respuesta debe ir en función de quien emita el comentario.
  2. En ocasiones, esta puede venir de algún cliente insatisfecho, algún empleado rencoroso, la competencia de tu negocio o simplemente alguien que quiere molestar.
  3. Luego, es recomendable que hagas una especie de seguimiento. Esto implica investigar y seguir los comentarios en línea del trollero, conocer su manera de reaccionar ante la opinión de otros usuarios, etc. En este particular, es importante notar si el comentario ha llegado a una cantidad considerable de usuarios, pues puede tratarse de una persona reconocida en Internet.
  4. El siguiente paso será determinar cuál será tu respuesta y el canal que vas a utilizar para contestar. Pudiera ser en público, al privado, a través de un email, derivando a atención al cliente, etc.
  5. Actúa rápidamente. No permitas que el mensaje se siga propagando. No obstante, a la hora de tomar acción, procura hacerlo con cabeza fría.
  6. Esto quiere decir que debes reflexionar y analizar el alcance que puede tener tu respuesta en distintos ámbitos, como tu reputación, tu posicionamiento en el mercado, la confianza que los clientes han depositado en ti, etc. En otras palabras, toma en consideración la imagen que los usuarios se harán de ti o de tu empresa.
  7. Si lo prefieres, puedes ignorar el comentario, ya que lo que buscan los trolls es alimentarse de la reacción de los demás. Si crees que lo puedes pasar por alto, lo mejor será que lo hagas y que no caigas en provocaciones.
  8. Por supuesto, si el comentario se torna muy agresivo o tiene un gran alcance, en tal caso lo mejor es que te plantees la posibilidad de tomar acciones legales para frenar los daños y evitar que la situación se repita en una próxima oportunidad.
  9. A menos que los mensajes sean realmente muy ofensivos, resiste el impulso de eliminarlos. Tampoco le pidas que lo borre. Al hacer esta petición solo le estarás dando a entender que el mensaje ha cumplido con su propósito y te ha causado molestia. Por consiguiente, seguirá trolleándote. Además, estos comentarios pueden servirte de evidencia para demostrar que estás siendo víctima de cibercoso.
  10. Haz una lista de trolls. Esta recomendación te servirá para poder identificar, con más rapidez, los ataques futuros y a gestionar la respuesta que le darás a cada uno.

La presencia de estas personas no es algo nuevo y nada parece indicar que dejarán de actuar en el futuro. De ahí la importancia de saber cómo manejar la situación. Pero, ¿qué más debes saber en lo relacionado con los trolleros? De ellos estaremos hablando ahora mismo.

Consejos

Algo que te ayudará a saber cómo responder al troll es conocer qué tipo es, ya que existe una clasificación. Algunos trolls son:

Los líderes o cabecillas

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Este tipo de troll se esforzará en demostrarte que tiene la razón en lo que dice y, para ello, se valdrá de todo tipo de métodos. En tal caso, lo mejor que puedes hacer es ignorarlo. No obstante, si quieres darle una respuesta, procura que esta sea amable. Pero, si la actitud hostil continúa, no le sigas el juego. Bloquéalo, denúncialo, desactiva la opción de comentar en la publicación o, si lo prefieres, oculta el comentario.

Los payasos y burlones

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Esta es una de las variedades más comunes. Esta es una persona que está aburrida y, por lo tanto, se dedica a hacer trampas a través de memes o juegos de palabras.

Ante tales situaciones, tienes dos opciones: ignorarlos o pagarles con la misma moneda respondiéndoles con mensajes más ingeniosos que los suyos. Esto será como un insecticida y los alejará por un tiempo. También puede suceder que tu respuesta sea tan ingeniosa que capte la atención de otros y se haga viral, dándote popularidad.

Los seguidores o la manada

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Estos son trolls que actúan en grupo. En la actualidad, son cada vez más frecuentes, ya que los trolls suelen reproducirse con mucha facilidad y unifican sus fuerzas para alcanzar un objetivo común: hacerse sentir lo máximo posible.

En tal caso, aunque no sea fácil, la recomendación es que los ignores. Un comentario tuyo podría ser como la leña que aviva el fuego y que, a su vez, lo expande rápidamente.

Es importante que estés consciente de que, muchas veces, quien está detrás del perfil no es una persona, sino un robot que se encarga de reproducir los mensajes de manera automática y que han sido programados y manipulados por profesionales.

Sea cual sea el caso, nadie, ya sea dentro de la red o fuera de ella, tiene el derecho de dañar a otro sin sufrir ningún tipo de consecuencia legal. De ser necesario, oriéntate para saber a qué entidad puedes acudir para hacer tu denuncia, frenar el ataque y evitar que hallan nuevas víctimas.

No necesariamente todos los comentarios negativos vendrán de trolls. En ocasiones, solo se trata de alguien que tiene algo en tu contra. Tal vez no le gustó el servicio o el trato que recibió o quedó insatisfecho con el producto. Lo cierto es que, si el problema no se soluciona a tiempo, esta persona podría acabar convirtiéndose en un troll con el que tendrás que lidiar por mucho tiempo.

No obstante, si sigues estas recomendaciones, podrás tener la certeza de saber cómo actuar ante su presencia y no te dejarás intimidar ni atemorizar por lo que digan en las redes.

 

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