Cómo manejar el estrés en los gatos
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En casi todos los hogares hay mascotas. La verdad es que tener una llena de alegría la vida de todos los miembros de la familia. En el caso de los más pequeños de la casa, les ayuda a tomar decisiones y a ir aprendiendo la importancia de ser responsables y de cuidar de alguien más, lo que será muy beneficioso en su formación personal.
Existen diferentes tipos de mascotas, cada una de ellas está asociada con la personalidad de su amo. Por ejemplo, hay algunos que deciden tener mascotas exóticas en casa, otros optan por los pájaros, pues les gusta su canto, y unos más deciden tener peses, ya que su movimiento armonioso les transmite paz.
Sin embargo, las mascotas por excelencia siguen siendo los perros y los gatos. Estos animales poseen personalidades muy diferentes. El perro, por ejemplo, es más cariñoso y dependiente de su amo. Puede ser entrenado y atiende bien a las órdenes que recibe.
No obstante, en el caso del gato la historia es completamente diferente. Tienden a ser muy ásperos, poco cariñosos e independientes. Muchos de ellos acostumbran a abandonar la casa por largos períodos y luego regresan como si nada. Parecieran ser animales ingobernables. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que, en su afán por adestrarlos, pueden llegar a hacer que su gato padezca de estrés.
Sí, los animales también se enfrentan a este gran problema y lo expresan de diferentes maneras, muchas de las cuales son muy destructivas, tanto para sí mismo como para su entorno.
Por eso, si tienes un gato en casa y notas que padece de estrés, ¿qué puedes hacer para manejar la situación? En este artículo estarás al tanto de todo lo que necesitas saber sobre el estrés en los gatos y cómo puedes sobrellevarlo. Veámoslo ahora mismo.
Instrucciones para manejar el estrés en los gatos
Los gatos son animales que se muestran muy susceptibles ante los cambios que ocurren en su entorno y, enseguida, reaccionan manifestando síntomas de estrés. Ahora bien, es importante que conozcas cuáles son los síntomas de dicho estrés, para que la situación no termine empeorando. Algunos de estos síntomas son:
- Un excesivo acicalamiento: todo el tiempo lo está haciendo. Es una conducta casi compulsiva.
- Rascado excesivo: lo hace con tanta insistencia que se ocasiona diversas heridas y pierde pelo. Sin lugar a dudas, esta es una conducta que refleja ansiedad.
- Realiza sus necesidades en cualquier lugar de la casa, fuera del arenero. Este rasgo no hay que confundirlo con el marcaje común en gatos enteros.
- Caída de pelo: si bien es cierto que el gato sufre de muda de pelo, esta es una cantidad poco habitual. De hecho, pudieran llegar a apreciarse calvas.
- Falta de apetito: el gato deja de comer o come en pocas cantidades. En circunstancias extraordinarias, puede llegar a ocurrir todo lo contrario, es decir, tal vez coma compulsivamente hasta el punto de acabar vomitando. También puede suceder que consuma sustancias inadecuadas, práctica que se conoce con el nombre de pica.
- Miedo y fobias: se esconderá de las personas.
- El estrés puede empeorar las cosas, si el felino ya sufre de alguna enfermedad crónica.
Si notas que tu gato permanece inmóvil, tiene las pupilas dilatadas, jadea, emana mucha saliva, traga repetidas veces y se pasa la lengua por los labios, entonces tendrás la certeza de que tu gato esté altamente estresado. Pero, ¿qué puede llevar a que un gato desarrolle estrés? ¿Te gustaría saberlo?
¿Que necesitas para manejar el estrés en los gatos?
Las circunstancias que pueden detonar el estrés en los gatos son muy variadas, todo dependerá de la intensidad del estímulo que recibe y del carácter del animal. Esto quiere decir que, los gatos con mayor sensibilidad, se verán afectados al presentarse pequeños cambios en su rutina. No obstante, existen situaciones que los estresan a todos, de forma general.
Uno de los momentos más críticos se produce durante las mudanzas. Para ellos, esto supone un cambio de territorio y comenzar un proceso de adaptación a un nuevo entorno, uno completamente distinto.
Algo similar ocurre durante los viajes o las idas al veterinario, esto se debe a que tiene que abandonar su entorno seguro, el espacio con el que está familiarizado.
Un factor no menos estresante es la llegada de otra mascota o de una persona extraña al hogar. Esto podría afectar drásticamente su estado. Lo mismo puede decirse de la interacción poco amistosa con otros animales que vivan con él en casa.
El ruido, el celo, el exceso de contacto con sus dueños, la falta de espacio y la poca libertad de movimiento pueden ser otros estímulos negativos para tu gato, los cuales terminarán ocasionándole grandes niveles de estrés.
En vista de lo dañino que puede ser para el animal, ¿cómo puedes manejar la situación de estrés de tu gato? A continuación, te estaremos diciendo cómo debes proceder para que las cosas no se pongan peores.
Consejos para manejar el estrés en los gatos
A fin de prevenir que padezca de episodios de estrés, es necesario que hagamos ciertas cosas:
- Mantén la bandeja para hacer sus necesidades siempre limpia, ya que no les gusta usarla si está sucia. Colócala en un lugar tranquilo de la casa. Evita que estén cerca de pasillo muy concurridos o en habitaciones con mucha actividad.
- Evita los gritos y los maltratos. Usa el refuerzo positivo cuando quieras que haga algo o que deje algún objeto. Recuerda que una actitud agresiva solo generará más tensión.
- Crea un entorno agradable para él. Esconde juguetes y comida por toda la casa, a fin de fomentar su habilidad de exploración.
- Pasa tiempo jugando con él. No obstante, no es aconsejable que el período de juego supere los 30 minutos. Haz pequeñas pausas y luego reanuda el juego. Esto será positivo tanto para él como para ti.
- Permite que descanse en áreas tranquilas de la casa. Puesto que se trata de un animal muy sensible, cualquier cosa que ponga en riesgo su paz, detonará su carácter agresivo.
Si haces estas cosas y te mantienes atento a sus cambios de comportamiento, tendrás la seguridad de que contarás con una mascota libre de estrés. Recuerda que un gato posee necesidades especiales, muchas de las cosas son diferentes a las que demanda un perro. Por eso, adáptate a él y no esperes que sea él quien se adapte a ti, ya que esto puede ser un factor estresante.