Cómo se juega al squash
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Tras haberte enseñado a jugar al tenis y como empezar a hacer lo propio con el pádel, ahora te hablamos de otro deporte de raqueta que ha ido ganando en protagonismo en los últimos años, el squash. El squash es considerado el deporte más completo por sus numerosos beneficios al practicarlo.
Si quieres saber cómo se juega al squash te vamos a indicar todo lo que debes tener en cuenta, de forma que podrás disfrutar al máximo de este deporte.
Qué es el squash
El squash es un deporte de raqueta que se juega bajo techo dentro de un espacio de 9,75 metros de largo y 6,40 metros de ancho, con una pared frontal que tiene una altura de 5,47 metros.
Hay muchas razones para practicar este deporte, ya que puede llegar a ser muy exigente y divertido, dos motivos fundamentales por los que es tan adictivo. A la hora de disfrutar del squash hay que tener en cuenta que un aspecto fundamental es la seguridad.
Aunque pueda parecer que es fácil recibir un bolazo, se debe buscar no golpear a la otra persona, gritando «let» cuando el adversario se encuentra en la trayectoria, repitiendo así el punto. Si se golpea al rival con la raqueta o pelota, el punto será para quién reciba el golpe.
Los orígenes del squash se remontan a principios del siglo XIX en Inglaterra. Desde 1864 es considerado un nuevo deporte y ha ido evolucionando con el paso de los años hasta su momento actual.
Cómo se juega al squash
El squash consiste en que los dos adversarios tratan de golpear la pelota con sus respectivas raquetas de forma alternativa, debiendo rebotar la bola siempre en la pared frontal. También se permite golpear en las otras paredes del cubículo, siempre que antes o después golpee con la frontal.
El saque deberá realizarse alto y debe golpear en el recuadro entre las líneas a tres cuartos de la pared y las más altas marcadas; y es que si choca contra otra zona se considerará que es falta.
El punto (stroke) se considerará que es ganado en el momento en el que el oponente no sea capaz de devolver la pelota tras botar más de una vez, o bien cuando no haya podido conseguir golpear la bola contra la pared frontal. El jugador que cuenta con el saque, al perder el punto, dejará de sacar, y en caso contrario lo mantendrá. Aquel que gane un set es el que comienza sacando en el siguiente.
Partidos de squash
Los partidos de squash se juegan al mejor de 3 o 5 sets. Cada uno de ellos consta de un total de 11 puntos o rallies, que se suman en función de la modalidad. Podemos encontrar:
- Solo puede ganar el juego quién saca. Si la persona que saca vence en el punto en juego se sumará, pero si lo hace quién no ha sacado, lo que hará será recuperar el saque.
- El punto lo ganará aquel que vence el juego, independientemente de quién saque, el punto se suma en el casillero de quién sea capaz de derrotar al rival. Esta modalidad es la más frecuente por ser más dinámica y rápida.
Como hemos mencionado, en el squash no se permite golpear al rival, pero tampoco bloquearle el paso mientras juega. Si llegase a producirse se debe gritar «let». De esta manera el juez decidirá si autoriza la falta. Si lo hace, la jugada anterior no contará, y en caso contrario, si es no let, se dará el punto al último que dio a la pelota.
Beneficios del squash para la salud
El squash es uno de los deportes más completos que existen, ya que se consigue ejercitar con él todo el cuerpo. De esta manera, en poco tiempo se disfrutar de una intensa actividad física, requiriendo además de diferentes destrezas, como el nivel físico, la atención y el control de bola.
Entre sus principales ventajas se encuentran la mejora de la resistencia cardiovascular; la resistencia muscular; la potencia muscular; la flexibilidad; y su elevado gasto de calorías.
Además, a estos beneficios hay que sumar los siguientes:
- Es un deporte ideal para poder conseguir un buen estado de forma; y es que produce un alto gasto calórico y un gran trabajo muscular, tanto en el tren inferior como en el superior.
- Es muy adecuado para combatir el estrés y descargar la tensión acumulada, al poder golpear con la fuerza deseada la pelota.
- Al tratarse de un juego tan rápido hace que el jugador disfrute de una mejora de su velocidad tanto de movimientos como en carrera; y se mejora la coordinación, agilidad y reflejos.
- A todos estos beneficios se deben sumar la potenciación del equilibrio en carrera gracias a las bruscas aceleraciones y los frenazos en seco que se deben realizar.
Por todo ello es muy recomendable la práctica de esta actividad deportiva.