Neumonía – Tipos y Síntomas de la Neumonía
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En los cambios de temperatura estamos más expuestos a sufrir enfermedades relacionadas con las vías respiratorias, especialmente enfermedades como la neumonía. En ocasiones, en los primeros días de la enfermedad, podríamos confundir los incipientes signos de la enfermedad con otras dolencias de menor categoría como una simple gripe. Sin embargo, para que eso no te sucede, hoy veremos en este artículo qué es la Neumonía – Tipos y Síntomas de la Neumonía.
¿Qué es la neumonía?
La neumonía es una enfermedad grave de las vías respiratorias, es una infección que se aloja en el pecho. Cuando esto sucede, los alvéolos que son pequeños sacos de aire y las vías respiratorias provocan que nuestros pulmones se inflamen y se llenan de líquido bacteriano. Esto hace más difícil que respiremos apropiadamente y que nuestro pulmones cumplan con sus funciones normales dentro del organismo.
Tipos de Neumonía
La neumonía es un padecimientos que puede atacar a cualquier persona, aunque los más proclives a sufrirla son los niños y ancianos. La mayoría de las infecciones se producen en el otoño o en el invierno por eso es muy importante cuidarnos en esas épocas del año.
La neumonía es provocada por una gran cantidad de microorganismos como bacterias, virus y hongos que se alojan en nuestros pulmones. Cuando el organismo es incapaz de luchar contra esos agentes externos, es cuando se produce una secreción interna que requiere de tratamiento médico urgente.
En algunos caso, la neumonía presenta casos tan severos que es necesario internar en hospitales a los enfermos, estadísticamente, cuatro de 10 pacientes terminan hospitalizados a causa de la neumonía.
La mayoría de las personas que contraen neumonía y que reciben el tratamiento indicado se recuperan en un periodo máximo de ocho semanas y no tienen secuelas. Algunos hábitos aumentan la posibilidad de contraer neumonía, tal es el caso del tabaquismo y no abrigarse apropiadamente. Existe algunos mecanismos de defensa externos que podemos utilizar para evitar contraer neumonía, como son las vacunas contra el neumococo y la gripe.
Que Necesitas
Visitar al médico es el primer paso para tener un diagnóstico exacto de neumonía. Los primero que hará el experto de la salud es preguntarte acerca de tus síntomas y te examinará meticulosamente. Este examen palpable incluye observar tu respiración, golpear tu pecho y escuchar cómo tu respiración suena a través de un estetoscopio; asimismo, medirá la cantidad de oxígeno en la sangre.
Para tener mayor certeza, el médico pedirá que te realices los siguientes exámenes:
- Radiografía de tórax
- Análisis de sangre
- Muestra de mucosidad para enviar a un laboratorio
En caso de tener neumonía, el médico evaluará la posibilidad de que el tratamiento se realice en casa o en un hospital, eso depende de la etapa de la enfermedad.
Tratamiento para la neumonía
Además de descansar y beber muchos líquidos, el tratamiento más importante para atacar la neumonía es aquel que se basa en antibióticos. Tu médico te recetará un antibiótico adecuado y eficaz contra el tipo de bacteria que esté causando la neumonía. La penicilina se utiliza a menudo para tratar la neumonía, por lo que es vital que le informes a tu médico si eres alérgico a la penicilina. Si no puedes consumir penicilina, hay otros antibióticos que tu médico puede recetarte y que también son muy eficaces para el tratamiento de la enfermedad.
Por lo general, tendrás que ingerir los antibióticos por cinco ó 10 días. Si no te sientes mejor dentro de los tres días posteriores al inicio del tratamiento, o si tu condición empeora, es importante que se lo comuniques a tu médico para que él te realice nuevos exámenes y te recete un tratamiento más adecuado a la evolución de la enfermedad. En este caso, el médico podría enviarte un nuevo tratamientos que incluya antibióticos de mayor espectro.
Si el tipo de neumonía que padeces es grave o no mejoras en casa, quizá sea momento de considerar la posibilidad de hospitalizarte, ya que en estas instituciones sería más sencillo monitorear la evolución de la enfermedad y, en dado caso, realizarte pruebas de laboratorio de manera inmediata.
En el hospital, el tratamiento puede ser muchos más agresivo contra el virus y, por lo tanto, más eficaz para evitar posibles complicaciones. El tratamiento puede ser a través de pastillas o inyecciones. Es importante ingresar al hospital en caso de que la dificultad para respirar sea mayor, ya que será necesario utilizar un mecanismo externo o artificial que evite que te asfixies.
La importancia de atenderse a tiempo radica en el tipo de tratamiento que se tomará, ya que si permitimos que los síntomas avancen, al final podríamos obtener un cuadro clínico grave que podría hacer que tengamos que ser hospitalizados para tratar la enfermedad.
Instrucciones
Síntomas de la Neumonía
Como ya lo hemos mencionado, muchas veces confundimos los primeros síntomas de la neumonía con una gripa estacional; sin embargo es sumamente importante saber detectar los síntomas de la neumonía para tratarla a tiempo. Los síntomas de la neumonía pueden variar dependiendo de la edad de la persona; sin embargo, hay unos síntomas específicos que a continuación señalamos:
- Tos : Generalmente la tos asociada a la neumonía es seca, este síntoma es usual en los niños pequeños y los ancianos. En jóvenes y adultos la tos puede estar acompañada de mucosidad verde o amarilla, incluso manchada de sangre.
- Fiebre: La fiebre no cede fácilmente ante cualquier medicamento y tiende a aumentar durante los primeros tres días.
- Dificultad para respirar o respiración más rápida: Al estar los pulmones inflamados y llenos de secreciones bacterianas, el proceso de respiración se complica en gran medida. A veces, la neumonía puede hacer que sea difícil respirar suficiente oxígeno, lo que puede ser muy peligroso, los labios o la piel debajo de sus uñas pueden tornarse azulados.
- Dolor en el pecho: la respiración profunda se complica demasiado debido a la inflamación en los pulmones y la dificultad para respirar genera un dolor agudo en el pecho, e incluso una sensación de dureza en el mismo.
- Pérdida de apetito: Cuando el organismo es invadido por una gran cantidad de bacterias y hongos, el cuerpo pierde su estabilidad y funciones regulares, por lo cual, necesidades fisiológicas básicas como dormir, respirar y comer se dificultad mucho.
- Confusión e inestabilidad: especialmente si eres un paciente con más de 65 años la fiebre podrá causarte confusión, es probable que si tienes más de 65 años experimentes momentos de inestabilidad mental, ya que tu número de defensas disminuye gradualmente.
- Dolores y dolores musculares: la descompensación del organismo es producida por una deficiencia en las defensas del organismo, por lo cual, la debilidad gradual será uno de los principales síntomas de la neumonía.
Los síntomas de la neumonía pueden aparecer poco a poco, pero a veces los síntomas de la neumonía comienzan repentinamente y rápidamente se agravan, por eso es muy importante recurrir al médico en una etapa temprana.
Cabe señalar que los síntomas de la neumonía varían entre las personas jóvenes y los ancianos. Una persona de edad avanzada con neumonía corre más riesgo de desarrollar la enfermedad, la atención médica en este caso se precisa necesaria.
Estos síntomas son generalmente asociados a la neumonía, si tienes un cuadro similar al mencionado o algún familiar cercano comienza a padecerlos, no dudes en acercarte a tu médico.
Consejos
- En las temporadas más frías del año es importante abrigarnos bien, en especial pecho y espalda. De igual forma es conveniente tener siempre a la mano una bufanda para cubrir nuestra boca y nariz y evitar la entrada de microorganismos dañinos a nuestras vías respiratorias.
- Poner especial atención en los ancianos y en los niños. En el caso de éstos es de vital importancia mantener sus vacunas relacionadas al sistema respiratorio al día. Si se nota un comportamiento extraño o decaimiento en su salud, es imprescindible llevarlos a una consulta médica, ya que corren el riesgo de perder más rápidamente sus defensas que una persona adulta o joven.
- Evitar el consumo de bebidas frías es un consejo básico, ya que la neumonía podría comenzar como una simple gripa o tos a causa de una bebida fría y convertirse en neumonía.
- Hacer ejercicio en horarios cálidos. Sabemos que nos gusta vernos y sentirnos bien en cualquier época del año; sin embargo, en invierno y otoño hay muchos microorganismos dañinos en el aire fresco, por lo cual, si se practica algún tipo de ejercicio a la intemperie, lo mejor es hacerlo en un horario donde el frío no sea tan inclemente.
- Aumentar el consumo de vitamina C evitará en gran medida la aparición de la neumonía, la vitamina C ayuda a desintoxicar el cuerpo y lo protege contra microorganismos dañinos. Así que, el consumo de jugos de naranja hará que goces de buena salud durante el invierno.
- Si consideras que tienes algún síntoma relacionado con la neumonía, lo mejor es recibir atención médica temprana para evitar cualquier posible riesgo a tu salud.