Lexatin: Cómo usarlo, dosis, para qué sirve y qué es

Lexatin es el nombre genérico que recibe un tipo de fármaco perteneciente al grupo de las benzodiacepinas. Pertenece a este grupo porque en su composición se encuentra bromozepan.

El bromozepan destaca por su efecto tranquilizante al ser consumido en dosis bajas. Sirve para aliviar los periodos de estrés, ansiedad y nerviosismo, por lo que es muy utilizado para hacer frentes a picos de ansiedad elevados entre la población. En general los médicos suelen recetar Lexatin para hacer frente a episodios de ansiedad elevada, depresión, nervios o problemas para conciliar el sueño de manera recurrente.

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El Lexatin no solo ayuda a los pacientes a controlar estos problemas bajando su nivel de ansiedad, sino que también es adecuado para controlar alteraciones en el ritmo cardiaco, problemas respiratorios o molestias digestivas. Síntomas normalmente asociados a cuadros depresivos o nerviosos.

El Lexatin es considerado un ansiolítico, es decir, que es un fármaco psicotrópico que actúa directamente sobre el Sistema Nervioso Central (SNC). Es capaz de inhibir la ansiedad pero no de atacar las causas que provocan que esta aparezca. Su consumo de manera desmedida genera adicción, por lo que siempre hay que tomarlo de manera controlada y bajo la atenta mirada de un facultativo.
Lexatin: Cómo usarlo, dosis, para qué sirve y qué es

Lexatin: cuándo no debe de tomarse

Por norma general el Lexatin no puede tomarse si:

  • Si eres alérgico al bromozepan.
  • Si tienes dificultades respiratorias crónicas.
  • Si tienes alteraciones hepáticas graves.
  • Si padeces apneas del sueño.
  • Si estás embarazada o planeas estarlo lo más conveniente es que se lo comentes a tu médico de cabecera si va a recetártelo.
  • Si estás en el periodo de lactancia.
  • Si consumes drogas y alcohol de manera frecuente.
  • Si conduces maquinaria pesada o cualquier vehículo de manera frecuente.Lexatin: Cómo usarlo, dosis, para qué sirve y qué es

Lexatin: dosis recomendada y cómo usarlo

El Lexatin es comúnmente utilizado en la medicina occidental para luchar contra problemas nerviosos, síntomas depresivos, episodios de angustia y ansiedad o para hacer frente a diferentes tipos de fobias.

Es un método efectivo para aquellas personas que no son capaces de controlar sus nervios ante situaciones de estrés. Sirve también para luchar contra trastornos conductuales, problemas a la hora de comunicarse con otras personas y para luchar contra una agresividad excesiva.

Como norma general el Lexatin suele utilizarse en tratamientos cuya duración oscila entre las ocho y las doce semanas. Se suele consumir de manera continuada mientras se llevan un tratamiento contra la depresión u otro tipo de situación que genere ansiedad.

Al ser un fármaco que provoca somnolencia los médicos comienzan recetando una dosis baja que van aumentando paulatinamente para que el organismo del paciente se acostumbre. Lo mismo sucede cuando se ha de abandonar el tratamiento. No puede hacerse de manera inmediata, sino que hay que ir bajando poco a poco la dosis hasta eliminar su consumo por completo.

Por norma general el efecto del Lexatin dura entre siete y ocho horas y tarda media hora en hacer efecto.

En general, el Lexatin se compra en farmacias bajo prescripción médica y se puede adquirir en las siguientes presentaciones:

  • Lexatin 6 mg en cajas de 20 cápsulas
  • Lexatin 3 mg en cajas de 30 cápsulas
  • Lexatin 1.5 mg en cajas de 30 cápsulas

El médico que receta el uso de Lexatin al paciente es el encargado de controlar la dosis y recetar la cantidad adecuada. La cantidad de Lexatin que ha de tomarse en un tratamiento está directamente relacionada con la edad, el peso y la causa que provoca la enfermedad.

Por norma general, aquellas personas que padecen algún tipo de debilidad muscular, tienen problemas de hígado o de riñón o bien una edad muy avanzada, han de tomar una dosis menor. Sin embargo, y salvo estas excepciones, lo habitual es que el facultativo recete una cápsula de 1.5 mg cada ocho horas. Es decir, que se han de tomar tres pastillas al día. La forma más sencilla es fijar un horario concreto fácil de asumir. Por ejemplo, las 8.00, las 16.00 y las 24.00. Solamente se suele exceder esta dosis si el médico así lo recomienda.

Para que el medicamento no afecte en exceso al estómago, se aconseja tomarlo antes de las comidas o a la vez. Se han de tragar enteras, nunca partidas, y con ayuda de un agua u otro tipo de bebida. Nunca ha de tratarse de una bebida alcohólica. Lo más conveniente es tomarlas con medio vaso de agua o incluso un vaso entero.

Si olvidamos tomar nuestra dosis de Lexatin nunca deberemos tomar una dosis doble para compensarlo.

La interrupción del tratamiento no puede hacerse de manera brusca para evitar ansiedad y tensión en el paciente. Lo normal, como indicábamos unas líneas más arriba, es que comience a aumentarse la dosis mientras avanza el tratamiento y se disminuya paulatinamente cuando haya que dejarlo.

Siempre hay que respetar la dosis que haya marcado el facultativo. Él conoce nuestro expediente, nuestra edad y peso y la causa que ha provocado la necesidad de recetarlo.

Si tomamos otro tipo de medicamentos de manera regular o esporádica hay que advertírselo a nuestro médico. Hay ciertos medicamentos que pueden incrementar o disminuir el efecto del Lexatin.

Lexatin: efectos secundarios

Aunque no todas las personas tienen porqué padecerlos, el Lexatin puede provocar ciertos efectos secundarios. Los efectos adversos más comunes de este fármaco son sin duda los siguientes:

  • Cansancio y somnolencia. Suele ser común que pase cuando se inicia el tratamiento.
  • Incrementa el riesgo de caídas y de fracturas en las personas mayores. Al poder provocar cierta somnolencia y cansancio no es de extrañar que pueda aumentar el riesgo de caídas en las personas mayores. Por este motivo, por norma general, la dosis que se receta a los ancianos es inferior a la del resto de la población.
  • De manera poco habitual puede provocar vómitos, dolores de cabeza, vértigos, pérdida de conciencia, disminución del apetito sexual, mareos, erupciones cutáneas, alteraciones en la vejiga…
  • Trastornos respiratorios, trastornos cardiacos o pérdida de memoria.
  • En caso de sufrir ictericia, alucinaciones o trastornos del sueño será necesario acudir inmediatamente al médico. Este se encargará de interrumpir el tratamiento de la manera adecuada. Muchas veces el Lexatin enmascara algún tipo de depresión previa y provocar efectos adversos sobre el comportamiento. Por ejemplo la aparición de delirios, pesadillas o el aumento de la agresividad.
  • Problemas de dependencia. El Lexatin es un fármaco que puede provocar con facilidad problemas de dependencia por parte del paciente. Por este motivo es tan importante que se tome siempre bajo prescripción médica y con un estricto control. Nunca hay que tomar más cantidad de la dosis que haya recetado el médico ni durante más tiempo del que haya sido indicado.
  • Mientras se consuma Lexatin es importante visitar al médico de manera periódica. De este modo el facultativo podrá ir comprobando cómo reacciona el paciente ante la dosis y regularla si fuera necesario.

Esperamos que toda esta información te haya servido de ayuda para conocer un poco más uno de los fármacos más utilizados. Recuerda que en doncomos no somos médicos y que tanto para este o como para cualquier otro tratamiento es necesario que consultes con tu médico. Él sabrá qué necesitas para encontrarte mucho mejor.

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