Cómo saber si las bujías están en mal estado
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A la hora de mantener un coche en buen estado es necesario hacer una revisión básica del coche de forma regular, de manera que se cambie el aceite cuando se deba, se sustituyan los neumáticos o se repongan el resto de líquidos, entre otras acciones que son fundamentales para conseguir que el coche se encuentre en un estado perfecto para ser utilizado. En este caso, nos vamos a centrar en explicarte cómo saber si las bujías están en mal estado.
Las bujías son una pieza fundamental para el funcionamiento de los coches de gasolina, que necesitan de estas piezas situadas en el interior de los cilindros, cuya función es de la generar la chispa que inicia la combustión, cuando se mezclan, provocando la explosión del combustible y del aire. Con el paso del tiempo o por otros motivos, pueden llegar a presentar problemas, y esto implica tener que sustituirlas.
Es muy importante tenerlo en cuenta, ya que una bujía en un mal estado puede ocasionar graves problemas en el motor. Cuando se percibe que al coche le cuesta arrancar, que da tirones en marcha, si presenta inestabilidad a ralentí, si pierde potencia o si aumenta de forma significativa el consumo de combustible, podríamos encontrarnos ante un problema en las bujías.
El origen del mal funcionamiento de las bujías
Si tu vehículo presenta algún signo de que puede haber un problema en el funcionamiento de las bujías, se debe comprobar cuál es el origen del mismo. Para ello se pueden observar las piezas, ya que con solo extraerlas del cilindro se puede comprobar si presentan alguna anomalía como las siguientes:
Bujía negra
Si la bujía, una vez extraída, se ve que tiene un color negro, esto significa que existe una mala combustión en el interior del motor. Esto hace que se origine hollín en la punta de la bujía, que es donde es generada la chispa que provoca el encendido del motor. De esta forma, no funcionará adecuadamente. El problema puede venir dado porque haya un exceso de combustible en la mezcla.
Bujía con refrigerante o agua
Si existe una fuga de refrigerante, este puede llegar a la bujía, al haberse filtrado por los segmentos de los cilindros. En este caso, provocará que haya ciertos problemas a la hora de conseguir que se produzca la chispa en la bujía para el encendido.
Bujía con aceite
Las fugas de aceite en el motor también se pueden detectar a través de las bujías. Si se encuentra con que estas tienen una cantidad excesiva de aceite en la punta, ocasionará que la chispa no se produzca de la forma apropiada, ocasionando así un fallo en la combustión. Además, si nos encontramos con que el problema tiene que ver con una pérdida de lubricante, por el tubo de escape saldrá el humor de color azul.
Bujía desgastada
Las bujías están formadas por materiales como el vidrio y el hierro, que son muy resistentes, o electrodos, que son mucho más delicados. Estos últimos se encuentran sometidos a un gran desgaste al estar directamente en contacto con la cámara de combustión. Por ello, a medida que pasa el tiempo y el uso, podrá presentar desgaste y será necesario reemplazarlas por unas nuevas.
¿Cuándo cambiar las bujías?
Las bujías se encuentran sometidas a unas temperaturas elevadas, por lo que necesitan de un adecuado mantenimiento para que funcionen adecuadamente. Según las estimaciones de los fabricantes, las bujías duran un tiempo determinado siempre y cuando se den lo que consideran condiciones óptimas de funcionamiento, y todo tendrá que ver con los materiales con los que están fabricados los electrodos. De esta manera, podemos saber cuándo cambiar las bujías de acuerdo a lo siguiente:
- Electrodos de platino o iridio: Los coches actuales ya cuentan con este tipo de bujías, que ofrecen una mayor duración. En este caso, se deben cambiar una vez que se hayan superado los 100.000 kilómetros.
- Electrodos de cobre: Habituales en los coches más antiguos, tienen una menos resistente al paso del tiempo que las utilizadas en la actualidad. Su duración media estimada es de aproximadamente 40.000 kilómetros, por lo que una vez que se supera esta cifra, se necesita su sustitución por unas nuevas.
En lo que respecta a las bujías a instalar, hay que ser consciente de que siempre se deben instalar las mismas que el coche lleve de fábrica. Esto se debe a que cada tipo de bujía tiene sus propias características y un grado término específico que garantiza un adecuado funcionamiento de las mismas.
Cambiar las bujías una vez que ha llegado el momento de hacerlo es fundamental para evitar daños graves en el motor. En todo caso, no hay que preocuparse, ya que el precio de las bujías oscila entre los 3 y los 20 euros, y aunque hay que hacer una inversión con mayor o menor frecuencia según el uso que se le dé al vehículo, supone ahorrar en posibles averías mucho más costosas.