Cómo mudarse

-Aprovecha los fines de semana. Una mudanza suele ser un proceso largo y pesado. En lugar de hacerlo poco a poco a lo largo de una semana, en la que probablemente tendrás que hacer otras cosas como trabajar, haz una sesión intensiva de fin de semana. Sera mas duro pero lo acabaras agradeciendo.

-Pide un día de asuntos propios. En el caso de que trabajes, tienes derecho a un par de días de asuntos propios. Es decir, en ellos puedes hacer desde un viaje o ir al médico, además son días que la empresa te paga pero que no puedes juntar ni con tus vacaciones ni entre ellos. Si te decides por realizar la mudanza el fin de semana, aprovecha y cógete un día de asuntos propios el viernes anterior o el lunes siguiente. Así, aunque hayas conseguido hacerlo todo en dos días, tendrás el último para descansar, ya que te hará falta después del traslado.

-No pierdas tiempo. Sino luego te dará más pereza. No empieces a hacerlo por partes. No empieces un lunes y hasta el martes de la siguiente semana no vuelvas a hacer nada. Así lo único que harás será alargar el proceso y que al final te cueste mas y te de mas pereza.

-Pide las cajas en tu supermercado. En lugar de comprarlas pásate a tu supermercado habitual y pide que si te puedes dar las cajas que les sobran, que son muchas. Ellos ya no las quieren y van a terminar en la basura, de donde también podrías recogerlas. De este modo te ahorras la posible vergüenza de buscar en el contenedor y te las dan en mano. A ellos les ahorras llevarlo a la papelera y a ti te están haciendo un favor.

-Recompensa. Si te decidiste por pedir ayuda, compénsales por ello. Cuando tu nueva casa ya este para recibir invitados prepara una comida o una merienda y diles que se pasen a estrenar tu nuevo hogar.

-De más a menos. Empieza por lo más pesado o por lo que te da más pereza. Así para el final, cuando estés más cansada, te quedarán las cosas más pequeñas y amenas. No te pongas a revisar papeles o documentos lo último porque eso requiere de más atención y te cansará antes, acabarás por tirar cosas que necesitas. Termina, por ejemplo, por guardar los utensilios de cocina o la ropa de cama, cosas que no requieren de mucho esfuerzo y que te serán más fáciles cuando ya lleves bastantes horas de mudanza.

-Orden. Has empaquetado las cajas con etiquetas que dicen qué contiene. Tras esto lo mejor que puedes hacer es una lista con el número de cajas y qué hay en cada una de ellas. Así llevarás la cuenta de cuántas cosas has guardado ya y qué hay. Esto te ayudará también cuando llegues a tu nuevo hogar. Si las cajas están numeradas de la 1 a la 21 y no encuentras la 13, ya sabes que te falta una y además qué es lo que contenía dicha caja. Tras el lío de una mudanza lo mejor es que tengas todo en un orden para no tener que pensar ni trabajar más de la cuenta.

-Descansa. Han sido unos días duros, a lo mejor incluso semanas, tómate un tiempo de descanso. Bien si has pedido día de asuntos propios o si tienes una tarde libre. Dedícate a ti mismo, no pienses en nada más que relajarte y sobre todo no hagas nada. Céntrate en ese día o esa tarde solamente en ti y así lo verás todo con otros ojos. Has hecho un gran trabajo y esfuerzo con la mudanza, ahora es tiempo de descansar.

-Cambia tu domicilio. Una cosa muy importante es que te encargues que en todos los documentos oficiales e importantes aparezca la dirección de tu nuevo domicilio. Si no es así toda la correspondencia irá a parar a tu antigua casa y nunca sabrás que te ha llegado. Incluso antes de hacer la mudanza, llama para saber qué tienes que hacer y cuánto tarda. Si es mucho, puedes incluso adelantarte y así para cuando te hayas mudado tu dirección ya estará cambiada correctamente.