Cómo limpiar una alfombra
La primera vez que traté de meter una alfombra en una lavadora, me di cuenta de que este asunto tiene su ciencia. Y cuando vi la factura de la tienda que me la limpió, y el dolor de espalda que me entró para llevarla y traerla, me di cuenta de que merecía la pena aprender esa ciencia. Después de leer mucho por ahí (ya que no hay facultad de alfombrología) y escuchar infinidad de consejos útiles y catastróficos, me decanté por escribir este artículo para ahorrarles, a muchos otros, los calvarios por los que yo he pasado. Por eso os dejo aquí estos útiles consejos.
¿Que necesitas para limpiar una alfombra?
- Alfombra
- Productos de limpieza
Instrucciones para limpiar una alfombra
- Leer este artículo donde te damos consejos para escoger una alfombra.
- Prevenir es mejor que curar. Suena a tópico, pero hasta que no saqué al gato de mi casa no encontré la paz. Me dio reparo ponerlo guisado con zanahoria, y, por eso lo llevé al pueblo, y ahora son los pájaros los que pasaron a mejor vida. Pero bueno, esto entronca con la sabiduría milenaria de más ancestral que decía: si no puedes con un problema, cómetelo.
- Pasar la aspiradora. Parece trivial, entonces ¿por qué no la usamos? Un misterio digno de Iker Jiménez, pero sí, no te obceques, fastidia pero la aspiradora está para esto. Te sorprenderán los resultados.
- Si la puedes lavar en seco con bicarbonato, para qué complicarte. Después de pasar la aspiradora y comprobar que los resultados de la fiesta seguían ahí, consideré la posibilidad de llevar a mis hijos también al pueblo, pero me quitaban la custodia. También me acordé de sus abuelas cuando les agarraban los carrillos y decían “qué ricos, están para comérselos”… Confieso que me tuve que sentar, y después de consultar un rato al espejo, consideré mejor otras técnicas, por ejemplo, la del bicarbonato. Hice una papilla de bicarbonato de sodio con agua, bien espesa, y la refroté sobre todas y cada una de las manchas de katchup, caramelo, chocolate, refresco, etc. que quedaron en la alfombra después del sarao. Bien frotado todo, para que penetrara hasta lo más profundo de la alfombra, esperé a que se secara. Unas horas más tarde con la ventana abierta, froté para pulverizar los pegotes, y pasé el aspirador, con el cual ya estoy empezando a simpatizar. Quedó perfecta, como nueva, hasta la tarde, en que volvieron lo niños del colegio.
- Limpieza con agua. También parece trivial “lavar con agua”, pero no, cuando se trata de una alfombra puede volverse toda una aventura. En mi caso, como tengo la suerte de contar con un pequeño jardín en la parte de atrás de mi casa, no tuve que envolver mi coche con la alfombra, y, una vez bien atada, meterlo con ella al lavadero automático, aunque ganas no me faltaron. Por el contrario, tiré una cuerda de un lado a otro, colgué en ella la alfombra, e hicimos una barbacoa a su sombra. A la mañana siguiente, además de sucia olía a pollo, y entonces sí, agarré la pistola de lavar el coche que me prestó el vecino, un puñadote de jabón, e hicimos la fiesta de la espuma. Fue una fiesta familiar en la que hubo escobas, cepillos, y mucho amor. Después de aclarar todo bien con cubos de agua y con la manguera normal esa de refrescarse y fastidiar, se quedó allí durante dos días para que se secara del todo. Yo soy muy observador y sabía que si la metía en casa mojada podrían salir champiñones. La alfombra quedó completamente limpia y mis hijos también, pero va a ser cierto lo de la capa de ozono porque el Sol estuvo muy fuerte, y la alfombra quedó más oscura del lado de la barbacoa. La marca de la cuerda en la alfombra tardó en quitarse, pero se fue. Pero no así ese aclarado imprevisto que quedó como parte de los buenos recuerdos. Lo bueno es que ahora en el salón de mi casa hay, además de mucha limpieza, como dos ambientes, así tipo loft. Se ve fashion.
- Limpiar con vinagre. Esto es conveniente cuando la alfombra se ve limpia pero tiene solera, pasaron varios años, y, como es natural, observamos que tiene vida propia. El vinagre lo que va a hacer es desinfectarla y matar todos los ácaros, y no, no hay que tener miedo de que luego huela a vinagre, porque en cuanto se seque bien, ese olor se irá (no los otros). El vinagre ha de ser transparente, el de manzana, por ejemplo, va bien. U otro, pero que sea completamente transparente, nada de tinto, rosado ni blanco ¿me has entendiste? El vinagre tinto mancha, No te pases y hagas como alguien que conocí, quien, después de desinfectar bien toda la alfombra, tuvo que convocar otra fiesta de la espuma… El procedimiento es simple, cuelga la alfombra como antes, donde puedas, que no pegue el Sol, o donde te dejen. Llena de vinagre transparente y agua, un pulverizador de esos de limpiar azulejos, y rocía con esa mezcla toda la alfombra hasta que se empape bien. Déjala secar donde esté bien ventilado sin que pegue el Sol, y listo, ya podrás levantar el huevo frito de la alfombra cuando se te caiga, y comértelo tranquilo, porque ácaros, seguro que no tendrá.
- Limpiar con sal. Parece la receta de una ensalada pero no, la sal va muy bien para el tema de los olores persistentes en las alfombras, y, dicen que también para las manchas de humedad que aparecen cuando no tiendes la alfombra para secar. No sé si te habrá pasado que, después de llevarte el gato al pueblo, o, en su defecto, habértelo comido (en esos casos en que no tienes pueblo, o tienes compasión de los pájaros), pareciera que el animalito sigue ahí… no, no es su fantasma que te acecha porque tu conciencia te pesa tanto como la digestión, no, es simplemente su olor. Para estos casos, y otros desagradablemente olorosos, como el que empezó cuando se te cayó la leche en la alfombra mientras te sumías en los brazos de Morfeo viendo a Iker Jiménez, etc. La leche se pudre y huele peor el pipí de gato. Para estos casos, se indica la Sal. No importa que sea de mar, yodada, o de Poza de la Sal, tú compra un par de kilos, espárcelos por toda la alfombra por igual (un poquito más donde se te cayera el vaso de leche), y luego, enróllala cuidadosamente, y guárdala durante dos o tres días. Cuando la saques, pasa tu venerable aspiradora (aunque la del vecino también sirve), y bualá, los olores volaron.No olvides que si todos estos remedios fallan, siempre puedes hacerte amigo del de la lavandería.