Cómo superar el miedo escénico
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Hablar en público no es una habilidad que se les dé a todos de forma automática o natural. En ocasiones, quienes tienen que exponer delante de otros se enfrentan con terribles monstruos imaginarios que los llevan a paralizarse, tartamudear, tener náuseas y hasta dolor de estómago.
A estos síntomas se les conoce con el nombre de miedo escénico y este es el gran enemigo de muchos oradores, incluso profesionales.
Si bien es cierto que sentir un poco de nervios no es malo, ya que cuando eso sucede el cuerpo comienza a segregar adrenalina, la cual hace que nos mantengamos alerta, lo contrario también es cierto. Cuando estos nervios son incontrolables pueden pasar a convertirse en estrés, algo que no querríamos que sucediera.
Puesto que en algún momento de nuestra vida tendremos que hablar en público, ya sea para realizar alguna exposición en el lugar de estudios o de trabajo, para llamar la atención de alguien y hasta para decir nuestros votos matrimoniales, es importante que sepamos cómo podemos superar o lidiar con el miedo escénico.
¿Te gustaría aprender algunas técnicas útiles para sobrellevar el miedo escénico? En este artículo estaremos compartiendo contigo una serie de recomendaciones que te serán de mucha utilidad.
Por eso, si quieres aprender a expresarte con mayor convicción y que tus palabras tengan el poder de mover a la acción a otros, no puedes dejar de leerlo. De seguro, aquí encontrarás herramientas que te convertirán en el líder que quieres ser, ya que un buen líder debe saber expresarse correctamente y, para ello, debe aprender a superar el miedo escénico.
Pero, antes de entrar en materia, estaremos hablando sobre lo que es el miedo escénico, así como los síntomas que produce y la función que cumple el miedo en nuestro organismo en general. Veámoslo ahora mismo.
Instrucciones para superar el miedo escénico
No es más que una reacción de ansiedad que se produce ante una situación social específica, como hablar en público, tocar algún instrumento musical, bailar, actuar, etc., y es más frecuente de lo que puedes imaginarte.
Es un estado de pánico que reduce la efectividad con la que nos comunicamos, al bloquear todas, o la gran mayoría de las actividades expresivas. De hecho, en el ámbito de la medicina es considerado como una enfermedad, la cual tiene un tratamiento recomendado. Sin embargo, también hay diferentes formas de superarlo.
Puesto que se trata de un trastorno de ansiedad, algunos pueden relacionarlo con la falta de autoestima, en vista de que, quienes lo padecen, no son capaces de tener una valoración positiva de lo que hacen.
Asimismo, tiene mucho que ver con el nivel de seguridad y de confianza que tiene cada persona. Se imagina constantemente lo que otros piensan o dicen sobre ellos. No obstante, no todo lo relacionado con el miedo escénico es negativo, ya que constituye una parte del proceso y desarrollo de la persona.
Sus síntomas
En realidad, pueden presentarse muchos y variados síntomas, tantos que pueden llegar a desencadenar ataques de ansiedad. Algunas de sus manifestaciones más comunes son las siguientes:
- Físicamente: se produce una sensación de ahogo o dificultad para respirar, temblor, sudoración, taquicardia, náuseas, mareos, migrañas, boca seca, tensión muscular, ganas de orinar, etc.
- Psicológicamente: sensación de dispersión, confusión, falta de atención, de concentración y de memorización. Presencia de pensamientos negativos sobre sí mismo y sobre su actuación, miedo al fracaso, a tener críticas negativas, a hacer el ridículo, a quedarse en blanco, pensamientos catastróficos, entre otros.
- Conductualmente: torpeza, un tono de voz bajo, hablar con mucha rapidez, tartamudeo, quedarse en silencio, trabarse la lengua, el impulso de evitar la situación estresante, querer huir de ella y más.
En vista de que el miedo escénico puede ser muy limitante, ¿qué puedes hacer para superarlo por tu propia cuenta? ¿Qué necesitas para ello?
¿Que necesitas para superar el miedo escénico?
Aunque no es una tarea fácil, tampoco es imposible. Tal como ya se ha mencionado anteriormente, es una condición que se puede superar. No obstante, necesitas de mucha voluntad para ello. Algunas de las cosas que puedes hacer son las siguientes:
Relaja el cuerpo
Esto es ideal para cada presentación que tengas. Antes de llevarlas a cabo, busca un lugar tranquilo y solitario en donde puedas realizar alguna técnica de relajación.
Puedes probar practicando yoga, tomando jugos cítricos, los cuales ayudan a disminuir la presión arterial, o aplicando diferentes técnicas de respiración.
Sin importar de qué se trate, procura que sea algo que te funcione y que te ayude a mantener la mente y el cuerpo relajados para tener más frescura ante el público. Teniendo en cuenta que no todas las formas de relajación tienen el mismo efecto en todas las personas.
Mantén tu mente en paz. No sirve de nada que te tortures pensando todo el día que tendrás que pararte en público. Esto solo contribuye a que te sientas más nervioso.
Conoce el tema y domínalo
Llegar ante el público sin saber en concreto qué es lo que tienes que hacer o lo que vas a decir, es uno de los errores más comunes y uno de los detonantes del miedo escénico.
Este es un error muy común en personas que tienen exceso de confianza en sí mismos. Por lo general, piensan que no es suficiente dedicar tanto tiempo al estudio y se sienten conformes con lo que ellos conocen. No obstante, dominar el tema hará que te expreses con más convicción y aplomo.
En caso de que se trate de un tema totalmente nuevo para ti o que sea muy complejo, investiga todo lo que sea necesario, ya que si llegas con dudas ante un público que sabe de lo que estás hablando, es posible que sientas más nervios e incluso, puede que caigas presa del pánico.
Encuentra puntos focales
Aunque el contacto visual es importante en una disertación, si sufres de miedo escénico, puede ser la peor de las decisiones, ya que te puede provocar desconfianza o nervios ver las reacciones o los gestos de las personas.
La mejor manera de evitar el contacto visual, sin parecer apático o distraído, es encontrando puntos focales. Claro, esto no quiere decir que mirarás hacia la nada. Puedes mirar entre las personas o sobre ellas. Lo importante es que puedas ganar más confianza al hablar.
Grábate
También puedes pedirle a algún amigo que lo haga por ti. La idea de esto es que puedas visualizar cómo lo hiciste, lo que te dará la oportunidad de ver tus errores y corregirlos antes de tu presentación final. También te permitirá conocer tus puntos fuertes, lo que te dará más seguridad.
Grabarte hace posible que puedas identificar cómo te mueves, cómo hablas, las muletillas que usas y hasta los gestos que haces. Conocer tus particularidades hará que pierdas el miedo escénico.
Lo mejor de todo es que puedes repetirlo cuantas veces sea necesario, así, con cada intento irás perfeccionando tu técnica.
Conoce la opinión de otros
Sin importar cuál sea la actividad que vayas a realizar delante de otros, como bailar, actuar, cantar o discursar, pregunta siempre cómo lo hiciste.
Por supuesto, debes preguntarles a personas que puedan darte una opinión crítica objetiva pero constructiva, a fin de que puedas mejorar, pero sin desmoralizarte.
Busca personas que tengan tanto la capacidad como el conocimiento y la experiencia para darte una crítica efectiva, esto te ayudará a mejorar y así ir perdiendo el miedo escénico.
Por otra parte, puedes pedirles consejos a otras personas sobre cómo lo hacen ellos para beneficiarte de su experiencia.
Ten en cuenta que estas recomendaciones tal vez les funcionen a otros, pero a ti no. Sin embargo, no te desanimes. Prueba con otra cosa, por ejemplo, escuchando tu música favorita, gritando sobre una almohada, saltando por toda la habitación, etc. Pero, ¿qué otros consejos puedes tener en cuenta?
Consejos para superar el miedo escénico
- Intenta ver el miedo como un amigo y no como un enemigo. Entiende que los síntomas de ansiedad pueden ser una valiosa herramienta que el cuerpo se encarga de enviar y que debes aprender a canalizar correctamente.
- Afronta tus miedos para que puedas superarlos. Si los evades todo el tiempo, tal vez consigas un alivio momentáneo, pero al poco tiempo, el miedo y la sensación de incapacidad regresarán y nunca podrás deshacerte de ellos.
- Identifica cuáles son tus síntomas de ansiedad y acéptalos. Recuerda que puedes disminuir su intensidad si pones en práctica diferentes técnicas de relajación, como la respiración abdominal, las visualizaciones, entre otras.
- Recuerda tus aciertos anteriores. Al conectarte con escenas anteriores, en donde todo marchó bien, serás más positivo y ganarás confianza en ti mismo.
- No seas tan duro contigo. Mientras más autocrítico seas, más presión te estarás añadiendo y las posibilidades de que la ejecución sea deficiente serán mayores.
- Acepta que no siempre todo saldrá perfecto. Cometerás errores, aprende de ellos. Ríete de ti mismo. De ser posible, admítelos ante el público, haz de eso un chiste, en vez de sentirte avergonzado o tratar de disimular lo que sucedió.
- Céntrate en lo que estás haciendo en lugar de en la audiencia. De esta manera, disfrutarás más de lo que estás haciendo y te preocuparás menos por el qué dirán.
- Practica lo suficiente hasta ganar experiencia. Recuerda que la falta de costumbre, de competencia o de conocimiento aumentan la sensación de inseguridad, lo que genera el miedo escénico.
Pese a todo lo anteriormente dicho, ten en cuenta que el miedo escénico no es algo que desaparece de la noche a la mañana. Por eso, trata de ver su superación como un proceso en el cual puedes ir trabajando de manera progresiva.
Ahora bien, si no logras superarlo por tus propios medios y sientes que es un verdadero obstáculo en tu vida, que no te deja avanzar o que te produce mucho sufrimiento y angustia, lo más recomendable es que visites a un profesional en la materia, como un psicólogo, para que te ayude durante este proceso, en caso de que tengas que enfrentarte a esta situación a lo largo de tu vida.
Intenta esto
- Encuentra un lugar solitario en donde puedas dar pequeños saltos o pisar muy fuerte con cada uno de tus pies para que liberes la tensión y así no estar muy excitado durante la presentación.
- Sacude tus manos. Aprieta y descomprime tus puños constantemente, esto te ayudará a canalizar tu energía. Asimismo, si sientes que comenzarás a temblar en plena disertación, apóyate en el atril o en el escritorio mientras estás hablando.
- Mientras estás a solas, saca la lengua, abre bien los ojos, lo mismo que la boca, tanto como puedas y luego ver a la inversa para achicar al máximo la cara. Estos ejercicios te ayudarán a relajar los músculos de la cara y te harán sentir mucho mejor.
- Respira profundo. Toma suficiente aire y luego tararea tu canción favorita suavemente mientras exhalas. De esta manera, no solo te relajarás, sino que también estarás calentando y relajando la voz antes de salir al escenario.
- Con los ojos cerrados, imagina que estás en tu lugar favorito, en donde siempre consigues paz y tranquilidad. El lugar en donde te sientes más seguro, en donde nadie podría hacerte daño y mientras lo haces, llena tus pulmones de aire y exhala lentamente por la boca.
Estos consejos pueden ayudarte a lidiar con los efectos físicos del miedo escénico. Para tratar la parte psicológica, al salir ante el público, imagina que estás frente a un espejo haciendo un simple ensayo. Suprime al público en tu mente y sentirás como le tensión va desapareciendo.