Como entender el mito de la caverna

En ocasiones una  mosca intenta dirigirse a otro lugar en su vuelo, pero  algo se lo impide: no puede atravesar la barrera que supone el vidrio. No obstante, mil veces sigue intentándolo hasta que por efecto rebote logra encontrar un espacio que le permita proseguir con la libertad de su vuelo hasta donde desee. En conclusión: la historia de la mosca tiene un final satisfactorio.

No sucede así con el ser humano, el cual se enfrenta a unas barreras enormes que muchas veces son parecidas a la cotidiana barrera de la mosca, pero incluso puede tornarse peor que eso: la ignorancia. Durante años el analfabetismo, el difícil acceso a la educación, a medios de difusión, la carencia de conocimientos básicos y otros tantos males ha reinado en varios rincones del mundo; al otro extremo tenemos la imagen de una intravenosa ocular cuyo enfoque degenera en letargo mental que supone el estar expuesto a una saturación de información (muchas veces irrelevante), a redes sociales y otros medios masivos de comunicación tan útiles como frívolos.

En la actualidad la humanidad está polarizada. En la antigüedad la humanidad también lo estuvo y he aquí el argumento: el miedo. Durante siglos varios sectores de la población carecieron de instrucción alguna lo que los transformó en colectivos vulnerables a la información, o distorsión de ella. Por lo tanto su interpretación de lo que ocurriese pasaba por un filtro muy rudimentario, defectuoso. Pero la idea de un mundo polarizado en el dominio del conocimiento, en la ceguera de la ignorancia y en sus limitaciones tuvo su origen en el mito de la caverna de Platón.

Cabe destacar que no se trata de un mito oficial, pero sirve como alegoría ilustrativa de una realidad escurridiza que establece una dualidad importante: el conocimiento y sus capacidades contra la ignorancia y sus debilidades. Ya desde un principio, hablar de la caverna es atreverse a llegar a un estado primigenio del ser: un estado latente donde aún no se ha alcanzado el refinamiento necesario para la reflexión, la pericia y la habilidad que contrasta con los instintos, las necesidades elementales y el mundo físico.

No en vano la alegoría es demasiado vívida: las cadenas oprimen a los hombres desde que nacen y sólo un anhelo voluntario de escapar de allí puede generar los cambios necesarios en el individuo  para desatarse e ir en la búsqueda de su libertad total.

Instrucciones

La caverna de Platón es una alegoría sobre el dualismo del ser humano: el mundo sensible que se logra vislumbrar a través de los sentidos y corresponde a los instintos, y el mundo ideal o “abstracto” cuyo desarrollo posee la capacidad de manejar conceptos, ideas y valores morales. Con el mundo sensible nacemos, pero nuestro potencial se desarrolla cuando pasamos el umbral de lo físico y sensible para un plano más mental. De allí parte la idea del crecimiento humano, un crecimiento que no se vincula a su natural crecimiento orgánico.

Platón expone lo siguiente: dentro de una caverna ha y un grupo de hombres encadenados desde que nacieron. Sus cadenas están tan firmes que no pueden voltearse a mirar hacia atrás. Detrás de ellos hay un muro con una serie de figuras, que con la ayuda de la luz que emana de una hoguera  más arriba logra proyectar una serie de sombras que pueden visualizar los hombres encadenados. Basta con decir que la caverna es oscura y profunda.

La visualización de la proyección del objeto puede generar la idea de que observamos al objeto, pero no, se trata de una proyección del objeto y no el objeto en sí mismo. Lo cual es una falacia, el primer engaño de nuestras creencias.

Uno de los ´prisioneros logra soltarse. Trepa el primer muro y observa los objetos que se proyectan en la pared. Sigue su ascenso y se siente enceguecido al vislumbrar la hoguera. Una vez recuperado sigue su camino y trepa para salir. Cuando se acerca a la salida vuelve a enceguecerse al no reconocer la luz del sol. Finalmente sale y empiezan sus descubrimientos y su reconocimiento del mundo externo.

Este hombre vuelve a la caverna, aunque ahora se ha acostumbrado  la luz por lo cual la oscuridad que la rodea le resulta incómoda. Les habla a sus antiguos compañeros, trata de liberarlos, pero se burlan de él y se molestan.

La historia hace énfasis en dos estados contrapuestos: encadenado/libertad, oscuridad/luz, inmovilidad/movimiento, creencia/comprobación, salida/entrada… la dualidad coexisten para reforzar un estado primigenio del humano, una procedencia natural e instintiva y luego un crecimiento y desarrollo voluntario que requirió esfuerzo y adaptación.

Pero ¿este pensamiento siendo una idea clásica de la filosofía platónica tiene alguna vigencia en la actualidad? Durante más de dos mil años ha influenciado el pensamiento universal de distintas formas, por lo cual resulta innegable que su aporte hoy día esté incluso más vigente que antes: seguimos encerrados en una caverna, pero a diferencia de otros tiempos estamos encadenados a la tecnología, a las publicaciones y las redes sociales. La expectativa de ver eso que proyecta nos desenfoca para únicamente centrar la atención en ver eso que pasa.

Sobre la alegoría platónica hay  5 estados del desarrollo humano que bien vale la pena comentar para entender más profundamente dicha historia y entender no solo su contexto sin adaptarlo al mundo actual y comprobar qué aspectos están ceñidos a nuestras vidas.

 

Que Necesitas

  • La ficción o la mentira

Cuando los hombres encadenados solo vislumbran unas sombras sobre la pared y creen ver un objeto, pero realmente sólo alcanzan a ver  una proyección del mismo ya allí está operando una estafa de la realidad. Una ficción o un relato que nada tiene de veracidad por ende constituye una mentira y así suele ocurrir en distintos espacios de la cotidianidad: noticias, una venta de un producto, pareja, una información laboral, un amigo, entre otros.

El pensamiento crítico, el criterio, cierto grado de perspicacia  suelen ser herramientas fundamentales para preguntarse si tales informaciones poseen alguna omisión o son confiables.

Hoy podemos decir que casi todas las pantallas mal empleadas son nuestras proyecciones de una realidad falsificada.

  • Cadenas rotas

Es el anhelo de superación, el deseo de desarrollarse personalmente y aspirar a lo mejor por encima de lo ya se es.

Cuando el individuo rompe las cadenas, también rompe aspectos de la ignorancia a través de la educación, la instrucción o la reflexión de algo. Se trata de un acto voluntario.

  • El ascenso

El esfuerzo personal, la decisión puesta en acción junto al dolor del crecimiento eso es lo que implica el ascenso.

Cuando el individuo se ha liberado, aún le falta salir de esas viejas creencias arraigadas que durante tanto tiempo formaba parte de su identidad. Por tal motivo, el ascenso para salir de la caverna demanda tiempo y esfuerzo para poder deshacerse de hábitos, manías, vicios y tantas otras cualidades que en primera instancia denoten un apego nocivo.

  • La ceguera

Hacerle frente a las verdades resulta incómodo. Vislumbrar algo con tanta claridad puede resultar molesto para la vista al principio, razón por la cual el tiempo de adaptación creará los fundamentos de una nueva perspectiva: la constancia.

Solo mediante la constancia el individuo se podrá adaptar y asimilar esas verdades necesarias para proseguir con el camino de su crecimiento.

  • La búsqueda y el retorno

Platón consideraba deber moral que una persona instruida debía compartir sus conocimientos y descubrimientos con los demás, un deber humano el de impartir el bien y la verdad por encima de todo. No obstante, también advertía que los peligros de querer liberar a otros significan que muchas veces las personas disfrutan vivir en sus cavernas y se enojan si intentan sacarlas de allí.

Curiosamente

  1. Cerebro contiene dos hemisferios capaces de reflejar esa dualidad del pensamiento platónico: lógica/imaginación, pragmatismo/idealismo, cantidad/cualidad.
  2. El cristianismo se vio influenciado, e impregnado del pensamiento griego clásico por lo cual algunas ideas del Nuevo Testamento pueden revelar cierta dosis de filosofía griega en su núcleo.
  3. Muchas filosofías han adoptado antes de Platón y después de él la idea dualista de la realidad, pero gracias a él existe el concepto de tesis y antítesis. O todo concepto tiene su opuesto.

Consejos

Muchas veces se exige que mejoremos el mundo, pero claramente la única y verdadera forma de hacerlo es a través de un esfuerzo por crear una mejor versión de nosotros mismos en cada esfera que nos ocupe: laboral, intelectual, social, emocional, pareja, familiar… crear una mejor versión de nosotros para nosotros.

Hay que volver a las raíces, leer verdadera filosofía con fundamentos en la antigüedad clásica (Sócrates, Platón, Aristóteles) estoicismo (Séneca, Marco Aurelio), Montaigne, la Ilustración, Nietzche y Schopenhuer y toda la filosofía alemana que podáis, todo aquello que denote un tema de cierta dificultad para hacer sangrar el alma.

Deja de consumir puré filosófico con librillos de autoayuda y gurús de nombres exóticos, cuya labor de lo más espiritual que han hecho en sus vidas muy probablemente sea el de escribir los títulos de sus libros mientras pensaban en forrarse de pasta vendiendo en el mercadillo de las esperanzas, si es que ellos realmente escriben.

Empieza a vivir: procura hacer algo con tu tiempo, busca que tu cuerpo realice un esfuerzo y comienza a ver las cosas desde otra perspectiva. Aléjate de las ideas depresivas. Si aún respiras, si aún te mueves, si tienes tu cuerpo completo (o no totalmente), si tienes tus capacidades mentales completamente operativas algo puedes hacer en tu día a día más allá de ser esclavo de tu móvil o de cualquier otra pantalla. La vida vale mucho más que el entretenimiento que te mandan a consumir para “pasar” tu vida…

 

 

 

 

 

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