Cómo orientarse en la naturaleza
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Para quienes gustan de las excursiones y las extensas caminatas al aire libre, la orientación es una de las cuestiones más importantes para no salirte de la trayectoria trazada. Para ello existen herramientas básicas que te ayudarán a definir tu camino. Si perteneces a este grupo de auténticos aventureros y amantes de la naturaleza, y quieres saber cómo orientarse este artículo sin dudas es para ti.
La brújula y el mapa son dos de los instrumentos más utilizados para este propósito. Constituyen las herramientas de orientación por excelencia. Seguramente todos tenemos en casa una brújula o un mapa que nos pueda facilitar la orientación. Pero: ¿Sabes cómo usarlos adecuadamente?
¿Cómo usar una brújula?
Para utilizar una brújula regular de bolsillo debes seguir algunos pasos básicos, no basta solo con ir hacia el norte. En primer lugar debes comprobar que tu brújula está adecuadamente calibrada, para que el margen de error en el cálculo sea mínimo.
Debes colocar la brújula en posición horizontal y apunta la flecha de dirección en sentido a tu lugar de destino. Una vez realizado este paso debes girar con suavidad el aniño de graduación de forma tal que hagas coincidir la zona roja de la aguja con la flecha de dirección ubicada anteriormente.
Ten en cuenta que si te topas con un obstáculo en el camino y debes cambiar el curso, vuelve a calcular el ángulo de dirección y anótalo correctamente. Debes hacerlo las veces que sean necesarias en dependencia de lo difícil o no que sea el camino.
Apunta el ángulo que se indica que te servirá posteriormente para calcular tu regreso. Avanza en el sentido que indica la flecha de dirección. Simultáneamente apóyate de los referentes espaciales que tienes a tú alrededor, una piedra, un árbol u otros elementos.
Utiliza la brújula con el mapa
Coloca el mapa en una superficie horizontal y marca tu posición y lugar de destino. Debes ubicar la flecha roja de la brújula hacia el norte que indica tu mapa. Luego intenta unir los extremos del instrumento de orientación para aunar los puntos de origen y destino en una línea imaginaria. La flecha de dirección debe apuntar hacia el lugar de destino.
Debes girar el anillo graduado de forma tal que las líneas de la brújula queden en posición paralela a las rayas verticales que están en el mapa. Dale vuelta a la brújula hasta que la zona roja coincida con la flecha de dirección. Por último solo debes seguir la flecha de dirección la cual estará indicando el lugar al que quieres dirigirte.
Toda esta explicación está muy bien y parce bastante fácil ¿No crees? ¿Pero qué hacemos si no tenemos ni brújulas, ni mapas y mucho menos GPS?
En ese caso debemos seguir los pasos de nuestros antepasados, que solo contaban con los astros y otros elementos de la naturaleza para ubicarse en el espacio. A continuación te proponemos una serie de ideas que te pueden facilitar el camino si te pierdes en tu día de excursión y no cuentas con ninguna herramienta básica de orientación.
Orientarse mediante los astros
Esta variante solo te funcionará si te encuentras en el hemisferio Norte del planeta, desde donde creemos que todos los astros giran saliendo por el este y ocultándose por el Oeste. Pero en el caso de la Estrella Polar, esta gira sobre sí misma o al menos es lo que se puede percibir desde la Tierra. Por tanto ella permanece quieta en el cielo y se convierte entonces en un punto de referencia importante para los viajeros.
Desde tiempos remotos la Estrella Polar ha sido la fiel guía de los marineros. Se ha convertido en símbolo de los aventureros, del estilo náutico y marinero. Pero debes aprender a reconocerla. Este astro brilla intensamente y no parpadea como otras estrellas que se aprecian desde la superficie terrestre.
La estrella Polar es la que se encuentra al final de la constelación de la Osa Menor. A su vez, la Osa Mayor que también forma parte complementaria de la constelación, te permitirá definir con relativa exactitud donde está el Norte, en caso de que no logres distinguir la estrella Polar.
Una vez identificada, ya sabes dónde está el Norte, justo abajo de la Estrella Polar.
Cruz del Sur
Para los habitantes del hemisferio Sur este es el astro que tienen que seguir. Se trata de una constelación que conforma una especie de rombo. Es necesario prolongar la longitud del rombo cuatro veces y media, luego ese punto que localizas con este paso, te indicará el Sur.
El Sol
El Sol es el astro por excelencia y mediante el puedes orientarte igualmente en el espacio. Sabemos desde pequeños que el Sol sale por el Este y se esconde por el Oeste, ahí está el punto de partida.
Pero ten en cuenta que solo lo hace de forma exacta cerca del 21 de marzo y el 23 de septiembre. El resto de los días del año ten en cuenta que la referencia es solo aproximada.
La Luna
De acuerdo a las diferentes fases de la Luna podemos orientarnos siguiendo unas simples directrices. Cuando está en creciente las puntas están indicando el este, mientras que cuando es menguante, apuntan hacia el oeste.
Si no sabes cuando está en una fase o en otra, recuerda que la Luna también engaña, cuando es una C, en realidad está menguando.
Así los astros se convierten en los referentes fundamentales al momento de orientarse en la naturaleza. Hecho que nos demuestra que nuestros antepasados siempre han tenido razón y así lo hemos aprendido de ellos. También puedes consultar un reloj lunar.
Orientarse a través del musgo de los árboles
Para los que viven en el hemisferio Norte, notarán que la trayectoria del Sol, está inclinada hacia el Sur, de forma aparente. Esto hace que el aérea superior Norte de los arboles se note más el follaje, el cual nos indica el Norte terrestre.
Esto ocurre igualmente en las montañas y en las zonas pobladas o localidades residenciales, donde se va transformando la vegetación y permanece por mayor tiempo la nieve. El musgo suele darse en la zona que indica el sur, puesto que es donde mayor sombra se produce y la humedad proviene principalmente de la región Sur.
Utiliza estas directrices para guiarte en el entorno cuando, no cuentes con ningún instrumento de orientación.
Orientarse mediante la determinación del meridiano con el uso de un reloj
Quizás no tengas una brújula o un mapa a tu disposición, pero seguramente cuentes con un reloj de mano sencillo. A continuación te mostraremos como puedes utilizarlo para orientarte en la naturaleza.
El meridiano es la línea norte-sur, de este se derivan las líneas imaginarias que permiten el cálculo de los horarios de cualquier parte del planeta. Para orientarte con ayuda del meridiano, utiliza un reloj analógico y colócalo de forma tal que quede horizontal. Haz coincidir la aguja que marca las horas con la dirección en la que se encuentra el Sol.
Si te encuentras en las zonas templadas del hemisferio Norte, el Sur se encontrará en la bisectriz del ángulo que se forma entre la manecilla de las horas y las 12 que marca el reloj. Si en cambio apuntas la cifra doce hacia el Sol, la bisectriz que se forma con la aguja horaria te indica el Norte.
Si no tienes reloj analógico y lo que cuentas es con un reloj digital, dibuja en un papel, la hora analógica que tu reloj digital indica. Con ello puedes realizar los procedimientos indicados anteriormente.
Estas son solo algunas de las herramientas naturales que tienes a tu disposición para orientarte e identificar los puntos cardinales, cuando te pierdas en medio del bosque o del mar. Especialmente los astros en mar adentro te ayudarán a encontrar el camino de regreso con total seguridad.