Dieta Líquida: Cómo Adelgazar Bebiendo
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¿Has oído alguna vez hablar de la dieta líquida? O lo que es lo mismo adelgazar bebiendo.
Pues bien, según Medline, una de las principales páginas web de medicina, la dieta líquida completa consiste en tomar únicamente alimentos líquidos. Alimentos que de por sí ya lo son, como el té o los zumos, y otros que se vuelven líquidos cuando están a temperatura ambiente. Por ejemplo el caso del helado. También pueden triturarse otros alimentos como las frutas, las verduras e incluso las fuentes de proteínas (carne, pescado o huevos).
Este tipo de dieta tan estricta es utilizada previamente a ciertos procedimientos médicos o exámenes. Incluso se recomienda antes de ciertos tipos de cirugía. Una de las características de esta dieta es que es muy baja en calorías. De hecho, uno de los objetivos de la misma es conseguir un consumo de calorías que se sitúe entre las 1300 y 1500 calorías y un consumo de 45 g de proteínas al día.
En este artículo te vamos a hablar de la dieta líquida menos estricta. Aquella que combina la alimentación sólida con una ingesta superior de bebidas. Esta dieta, al igual que la dieta líquida completa, consigue bajar el número de calorías que se consumen al día. Además, sirve para eliminar toxinas y limpiar el organismo. Es excelente para quitarse un par de kilos de forma rápida, pero no debe de abusarse de ella. Lo normal es que no se mantenga una dieta líquida completa durante más de una semana. La dieta líquida combinada con alimentos sólidos puede mantenerse mucho más tiempo. Sobre todo si lo que hacemos es aumentar la ingesta de líquido pero mantenemos la toma normal de alimentos sólidos.
Conozcamos más datos sobre esta dieta, o lo que es lo mismo, sobre cómo adelgazar bebiendo.
¿Cuáles son los beneficios de la dieta líquida?
Los beneficios de comenzar una dieta líquida son muchos. Veamos algunos de los más importantes:
Ayuda a acelerar el metabolismo
Una hidratación adecuada de nuestro cuerpo puede ayudarnos a acelerar el metabolismo hasta un 30 % los diez minutos posteriores al consumo de agua. De hecho, según los estudios realizados por The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolismy en 2003, esta aceleración del metabolismo puede mantenerse hasta cuarenta minutos tras consumir medio litro de agua. ¿Qué quiere decir esto? Que durante ese tiempo el consumo de calorías será mucho más eficiente. Esto sucede por un motivo muy sencillo. Como la temperatura del cuerpo es mayor que la del agua que consumimos, el cuerpo se encarga de transferir su calor al agua que estamos bebiendo para igualar las temperaturas. Durante este proceso, nuestro cuerpo se ve obligado a quemar calorías para producir el suficiente calor como para calentar el calor. Pero también para producir energía que se encargue de recuperar el calor perdido en el cuerpo.
Por tanto, si el consumo de agua se aumenta a lo largo del día, el metabolismo se irá acelerando paulatinamente.
Ayuda a saciarse con más facilidad
Las bebidas ocupan un espacio en el estómago. ¿No has notado que te sientes más lleno después de beber agua? Al ocupar más espacio nos hace sentir saciados sin necesidad de consumir calorías. Si a tu alimentación habitual le sumas simplemente beber unos 2 litros de agua al día, muy pronto te sentirás saciado más fácilmente. Ojo, no hay que pasarse tampoco con su consumo porque puede producir deshidratación, algo muy peligroso para nuestro organismo.
Independientemente de si decides llevar a cabo una dieta líquida completa o una dieta líquida combinada, es importante que hables con tu médico. Consulta a tu médico de cabecera o a un endocrino para que controle todo el proceso. No es recomendable hacer esta dieta, ni ninguna otra, sin prescripción médica. Los resultados pueden ser muy peligrosos para tu organismo y para tu salud en general. No lo olvides.
¿Que necesitas para Adelgazar Bebiendo?
- Leer el siguiente artículo
- Si te decantas por una dieta líquida completa no debes de utilizarla durante más de una semana
- Seguir los consejos de tu médico
Instrucciones para Adelgazar Bebiendo
- Visita al endocrino u otro médico especializado para que te prescriba este tipo de dieta y te explique cómo realizarla. Para saber con seguridad cuáles están permitidos y cuáles no, lo mejor es que acudas a consultarle a tu médico. Lo habitual en este tipo de dietas es que puedas consumir té, batidos hechos con frutas y yogures, zumos variados, sopas cremosas y sopas coladas, purés, gelatinas e incluso helados. En algunas ocasiones, cuando este tipo de dietas se alargan en el tiempo por prescripción médica, lo normal es que se incluyan proteínas, legumbres y verduras trituradas y pasadas por el pasapurés. A modo de potitos de bebé. No está demás que le preguntes, si eres una persona muy deportista, si existe algún tipo de restricción en cuanto al ejercicio físico. Recuerda que durante el desarrollo de esta dieta tus energías van a bajar considerablemente.
- Compra los alimentos necesarios para realizar una dieta líquida. Una vez tengas claro qué alimentos puedes consumir y cuáles no, visita el supermercado para abastecerte. Es importante que tanto en tu trabajo como en tu hogar tengas todo lo necesario para poder seguir esta dieta.
- Esta dieta se basa en el consumo variado de líquidos. Además de agua, que es una gran fuente de salud y permite hidratarnos, puedes tomar otro tipo de alimentos en estado líquido. Por ejemplo, los zumos de diferentes tipos de frutas, los batidos hechos con frutas, yogures y leche, los purés muy líquidos de verduras y legumbres…
- Reparte adecuadamente el consumo de calorías a lo largo del día. Como hemos explicado al comienzo del artículo, este tipo de dieta se caracteriza por una ingesta muy baja de calorías. Por este motivo es importante repartirlas adecuadamente a lo largo del día. Piensa que al reducir el número de calorías puedes llegar a sentirte mareado y con poca fuerza por la falta de azúcar en tu organismo. Intenta que la mayor ingesta de calorías se realice durante la mañana y el mediodía. En el desayuno y en la comida. Estas son las dos horas más importantes del día en cuanto alimentación se refiere. Reserva las cenas para los productos menos calóricos. Como vas a ir a dormir no es necesario que acumules energías que no vas a quemar mientras duermes.
- Reduce la cantidad de ejercicio que practicas a lo largo del día. Las dietas líquidas reducen considerablemente nuestra energía, por lo que no podemos seguir un ritmo de ejercicio muy agresivo. Es decir, si eres una persona acostumbrada a ir al gimnasio tres veces por semana, esta dieta no es para ti. Terminarás agotando rápidamente las calorías que consumes y puedes llegar a provocar serios problemas en tu organismo. Lo adecuado es bajar al máximo la actividad física diaria. Por ejemplo, si corres o nadas todos los días, sustituye este ejercicio por un paseo diario muy relajado de no más de 30 minutos. No te preocupes por las actividades cotidianas, como ir al trabajo, cocinar, sacar la basura o pasear al perro. No te verás afectado para seguir desarrollándolas con una dieta líquida. Eso sí, si inmediatamente después de realizar cualquier tipo de actividad física notas que te encuentras muy mareado, con náuseas e incluso vomitas, detén inmediatamente la dieta y vista a tu médico. Está claro que resulta demasiado agresiva para ti y hay que ajustarla a tu ritmo de vida para que no se interponga en el día a día.
Consejos para Adelgazar Bebiendo
A la hora de hacer una dieta líquida, es decir, de adelgazar bebiendo, es importante tener en cuenta una serie de precauciones. Veamos las más importantes.
- Consulta siempre a un médico especializado antes de comenzar con esta o cualquier tipo de dieta. Los endocrinos son los especialistas que se encargan de controlar y regular el peso. No realices ninguna dieta sin prescripción ni control médico. Puedes terminar provocándote graves problemas de salud difíciles de solucionar a largo plazo. Sé por tanto muy precavido con este tipo de dietas y no las tomes como un juego.
- No realices una dieta líquida completa durante más de una semana a no ser que te lo indique tu médico. Las dietas líquidas son bajas en grasas y en azúcares. Estas dietas juegan precisamente con esta característica para adelgazar. El cuerpo comienza a utilizar las grasas y nutriente acumulados para mantenerse a pleno rendimiento. El problema de alargar estas dietas en el tiempo es que tu organismo puede comenzar a consumirse a sí mismo cuando ya no le quede grasa acumulada de la que disponer. Además de provocar graves carencias nutricionales, cuando vuelvas a comer normal tendrás que enfrentarte al temido efecto rebote. Es decir, que no solamente recuperarás el peso perdido sino que lo duplicarás.
- Tu energía se verá reducida. Piensa que vas a tomar muchos menos carbohidratos y fibra. Esto producirá que tengas menos energía acumulada y que por tanto te cueste más tirar de tu cuerpo cada día. Un estilo de vida activo es imposible si estás realizando una dieta líquida. No lo olvides.
- Tendrás más propensión a coger enfermedades. Durante el tiempo que dura una dieta líquida el sistema inmunológico se debilita porque reducimos la ingesta de calorías, de grasas y de distintas proteínas. Por este motivo es posible que seas más propenso a acatarrarte.