Cómo comer sano y bajar de peso

Si quieres saber cómo comer sano y bajar de peso es fundamental que lleves a cabo una dieta que sea equilibrada. Esta dieta debe estar acompañada de un ejercicio físico regular para poder obtener mejores resultados y de una manera más saludable y rápida.

Claves de una dieta equilibrada

Para comer sano y poder llevar a cabo una dieta equilibrada es fundamental basar la misma en cuatro factores básicos:

• Variedad: Una dieta que esté enfocada a una alimentación sana debe incluir todos los grupos de alimentos. De esta forma el cuerpo podrá disponer de todos los nutrientes necesarios.
• Frecuencia: Se deben consumir los alimentos de manera regular y frecuente. Esto contribuye a lograr un equilibro a nivel energético y hormonal.
• Moderación: Los alimentos se tienen que consumir de forma moderada.
• Hidratación: Un cuerpo sano debe estar siempre hidratado. Para ello debes consumir en torno a los 2 litros de agua diarios.

Alimentos básicos para perder peso

El objetivo de una dieta que te permita comer sano y equilibrado para la pérdida de peso es consumir en gran medida alimentos saciantes, al mismo tiempo que aporten pocas calorías y nutrientes. Algunos de ellos son los siguientes:

• Frutas y verduras: Las frutas y las verduras son un alimento importante en cualquier dieta. Son de los alimentos que más minerales y vitaminas tienen y cuyo aporte calórico es reducido.
• Frutos secos y legumbres: Tanto los frutos secos como las legumbres con importantes para proporcionar energía al organismo, lo cual se debe a que cuentan con muchos nutrientes y su absorción es lenta.
• Pescados, carnes y huevos: Aunque puedan ser asociados a cantidades notables de grasa, aportan aminoácidos que son necesarios para proteger los tejidos y hacer que el metabolismo funcione de la forma apropiada.
• Arroz: Este alimento es importante para la pérdida de peso y puede ayudarte en gran medida a conseguir tu objetivo.

Alimentos no recomendables para la pérdida de peso

Por otro lado, se debe evitar el consumo de alimentos que proporcionen mucha energía y que, además, lo hagan de una manera rápida. Este es el caso del pan, la pasta y los arroces, así como los zumos y refresocs industriales.

Este tipo de alimentos lo que provocan es que haya subidas muy rápidas de azúcar en sangre. Esto provoca que se estimule la hormona denominada insulina, que provoca que el azúcar entre en los músculos.

Trucos para comer sano y bajar de peso

Además de seguir las pautas anteriores, es importante que, si quieres perder peso, busques un balance energético negativo. Es decir, que consumas menos calorías de las que quemas, y que al mismo tiempo esas calorías ingeridas procedan de alimentos adecuados.

No se debe realizar una restricción calórica excesiva, ya que esto puede acabar causando problemas como el decaimiento o el tan conocido efecto rebote. Si tu dieta te permite comer sano sin ser muy restrictiva, no tendrás problema una vez que hayas finalizado el régimen para no engordar nuevamente de una forma rápida.

Picar entre horas

Aunque a priori se pueda pensar que el picoteo entre horas es negativo, la realidad es que no siempre es así. Picar sirve para regular el apetito, y su principal problema radica cuando es improvisado y aleatorio. Lo que hay es que controlar un picoteo sano entre horas, siendo para ello aconsejable optar por alimentos con pequeñas cantidades de azúcar, que se absorban de manera lenta para que tenga un efecto saciante.

Para picar entre horas algunos alimentos que te recomendamos son: fruta, sándwich de pan integral, lácteos desnatado, frutos secos…

Si consumes  azúcar de forma apropiada, te ayudará a mantener una dieta equilibrada.

Número de comidas al día

Para comer sano se deben realizar en torno a 5 o 6 comidas al día. Para ello debes valorar el número de horas en las que estés activo, ya que quien duerma menos horas y tenga una mayor actividad a lo largo de su jornada será necesario que coma más veces.

Es importante que no haya largos periodos de tiempo de ayuno, ya que esto puede provocar desordenes en glucosa, lo que deriva en un incremento del apetito y una mayor tendencia a acumular grasa.