Cuánto debería pesar

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Una de las cosas que más preocupan a los padres (sobre todo a los primerizos por la falta de experiencia) aunque a todos los padres, es lógico y normal, que les preocupe, es el peso de su bebé.

Cuando nacen y cuando pasan los meses, es normal que estén preocupados o bien si su bebé pesa poco o lo ven delgadito (planteándose multitud de preguntas por si algo no va bien) y también lo mismo, si lo ven o notan con algo de sobrepeso. Pensando que tal, no sea normal que esté tan rollizo y esté enfermo o le ocurra algo. De antemano, tranquilidad. Algo que hay que hacer siempre, es no perder la tranquilidad.

Si tenéis dudas, estáis preocupados o de repente, empezáis a notar que vuestro bebé va perdiendo peso o lo está recuperando de manera demasiado rápida, lo más lógico, es que acudáis al pediatra. Lo que no debéis hacer nunca, es ir preguntando a los amigos, familiares, conocidos… porque obviamente, cada bebé es un mundo. Que vuestro bebé, por ejemplo, pese poquito o esté pequeñito, no tiene porque significar que le ocurra nada malo. Y si, por el contrario, el bebé lo veis que está rollizo y gordito, no tiene porque ser síntoma de algo malo tampoco. Sólo el médico os dirá si lo es o no.

Instrucciones

  1. Cada caso es particular, es único, como vuestro bebé. Que dos bebés hayan nacido a la vez, mismo día, no tiene por qué ser sinónimo de que deban pesar lo mismo, crecer del mismo modo y engordar a la misma rapidez. No os sobresaltéis, sobre todo los padres primerizos que al ser novatos suelen agobiarse más y con más rapidez. No os lo toméis a pecho y dejad que cada bebé vaya a su propio ritmo (siempre que siga las indicaciones del pediatra). Y si vuestro bebé nació antes de los nueve meses, es lógico que le cueste un poquito más seguir el ritmo los primeros meses. Pero veréis, que luego, va cogiendo los gramos rápidamente.
  2. Para empezar, la genética hace mucho y tiene también, mucho que ver.
  3. Un ejemplo claro. Si los padres, son grandes y de huesos anchos, es más que seguro (o no) pero si el bebé ya nace grandote, a los meses, es lógico que siga con el mismo ritmo. Por tanto, el bebé será grandote y pesará más o incluso puede doblar en peso, a un bebé que ya nació pequeñito y que sus padres, son normales o pequeños.
  4. Algo que tampoco se puede dejar al margen y que, sobre todo, en los primeros meses de vida del pequeño/a tendrá mucho que ver, es cuando haya nacido. No es lo mismo un bebé que ha nacido tras los nueve meses, que uno, que por X motivos, ha tenido que nacer meses antes.
  5. Si nace el bebé a los nueve meses, habrá nacido ya formado completamente, con su peso correspondiente. Pero si por el motivo que sea, ha tenido que nacer meses antes, le faltará llegar al peso mínimo, tendrá que desarrollarse, formarse… por tanto, tardará un poquito más en estar en su peso ideal.
  6. Otro de los motivos que podrán hacer que el bebé no esté en su peso optimo es si durante su gestación, en el embarazo de su madre, ésta, sufrió diabetes. Suele ser frecuente que, en casos de diabetes gestacional, el bebé no esté en su peso.
  7. Ahora bien, a grandes rasgos… el bebé ha nacido y pongamos que ha sido un embarazo normal (sin sustos ni sobresaltos de ningún tipo) que no hay enfermedades de ningún tipo y que ha nacido a los nueve meses. Si todo está okey, el bebé debería pesar dos kilos y medio. A ver… no hay que alarmarse.
  8. Los médicos serán los que evaluarán a vuestro bebé. Pero lo que suelen tener en cuenta como un peso estándar y correcto al nacer, son los dos kilos quinientos gramos. Si el bebé nace por debajo de ese peso, se le considerará que está en un paso bajo.
  9. Pero también está la otra posibilidad… la que los bebés son enormes. ¿Cómo lo calculan? Se considera un bebe grande, cuando éste pesa cuatro kilos o más.
  10. Algo que tendrás que dejar en manos de los pediatras y no obsesionaros será tanto con los centímetros (y saber si crece más o menos) y el tema del peso. De hecho, cada vez que llevéis a vuestro bebé a una visita pediátrica, éste/a se encargará de evaluarlo: tanto en medirlo como en pesarlo. Y serán ellos, los que os dirán si está todo bien o debe aumentar el peso.
  11. Cuando los bebés son tan pequeños y durante los primeros meses de vida es asombroso como suben de peso y como van creciendo. Tanto es así, que como algo generalizado (que no ciencia exacta), podríamos decir que cada mes pueden llegar a engordar entre medio kilo y un kilo. Eso irá así mes tras mes a grandes rasgos…
  12. Cuando el pequeño o pequeña ha llegado a su trimestre, tiene ya tres mesecitos, el aumento de peso va yendo algo más lento. De hecho, suele ser así (algo normal) de los tres hasta el medio año (seis meses) que como decíamos, suele ser normal que cada mes engorden entre medio kilo.
  13. Luego ya cuando el bebé tenga los seis mesecitos, y hasta los nueve meses, con engordar de media medio kilo, estaría bien.
  14. Dicho esto, que son los valores normales y los que se suelen tener en cuenta, no son tampoco, pesos que deban llevarse a rajatabla. Como decíamos, dependerá mucho de la salud de vuestro bebé, de las condiciones, de la genética, cómo se estén desarrollando, lo grande o no que sean, etc. Por tanto, lo importante siempre, es que el pediatra sea quien os diga qué hacer si el bebé está en un peso bajo, si debe engordar, cómo hacerlo, si está en un peso demasiado elevado para su edad, etc. Siempre dejaros asesorar por el médico (no por lo que vayáis leyendo o lo que hayan vivido otros bebés cercanos).
  15. En el caso del género, en los bebés también se tiene en cuenta si es niño y/o niña.
    No cuando nacen. Al nacer, como ya dijimos al inicio, se debe tener en cuenta (por lo general) el mismo peso. De ahí, según van pasando los meses… se llegan a los seis meses y aquí si que se tiene una tabla con un peso mínimo en niña y el del niño. Pero que tampoco lo es todo y depende mucho de cada personita.
  16. En los niños, por ejemplo, si tenemos en cuenta los seis meses, se podría contar con los ocho kilos. En cambio, las niñas, a partir de los siete kilos.
  17. Así siguen evaluándolos teniendo sobre todo en cuenta los primeros tres meses para evitar problemas y llevar un perfecto control: niños mínimos deberían pesar seis kilos. Y en las niñas, mínimo cinco kilos o cinco kilos y medio.
  18. Los seis meses, ya lo hemos mencionado, luego pasarían a los nueve meses: con un peso mínimo en niños de nueve kilos y las niñas, ocho kilos y medio.
  19. Al añito, con el primer año de vida, los niños como poco, ya deberían tener alcanzado un peso de los nueve kilos y medio o los diez kilos.
  20. También suele influir (es un tema controvertido) pero siempre se ha dicho que un bebé que se alimenta de leche materna, suele engordar y ser más grandotes.
  21. Los bebés que son buenos comedores, que comen y no son quisquillosos, siempre tienden a estar en un peso más correcto. En cambio, los que, por ejemplo, son más lentos, los papis se las ven negras para darles de comer, no les gusta apenas los potitos o las verduritas, los purés, etc. Cuesta más que vayan subiendo de peso.

Que Necesitas

  • Llevar un control adecuado del bebé en el pediatra.
  • Que el pediatra tome las medidas y el peso del bebé.

Consejos

Sobre todo, si os dicen que vuestro bebé es precioso pero que está muy rollizo, esa costumbre que mucho tienen de cogerles de los mofletes, pero os sueltan que está muy gordo, ni caso. Siempre que las visitas al pediatra tengan el visto bueno y no sea éste, el que os diga que es cierto o no, no hagáis caso del que dirán. Porque son muchos los que tienen la costumbre o de que los bebés deben estar muy rollizos (mal) o a la inversa si el bebé esta rechoncho.

Tened en cuenta cómo sois vosotros. El padre del bebé y la madre. Pensad en cómo erais pequeñitos y preguntad cómo erais cuando erais bebés. Hay que tenerlo en cuenta. Si siempre habéis sido grandes, de huesos anchos, si tiene que ver. Porque es genética. Vuestra criatura, también será grande. Así que no hay de que preocuparse. Y lo mismo, a la inversa. Si sois pequeñitos, no tiene porque ser un bebé enorme.

Tener en cuenta la genética de los padres. Si los padres son grandes, tiene más posibilidades de que su bebé lo sea también. Y si son pequeños, el bebé tiene las papeletas para serlo también. No hay de que preocuparse.

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