Cómo curar la anemia
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La anemia es una enfermedad que es provocada cuando los glóbulos rojos (hematíes) en la sangre o en los niveles de la hemoglobina comienzan a disminuir progresivamente, ocasionando que estos glóbulos no transporten el suficiente oxígeno en la sangre e impidiendo su liberación a los diferentes tejidos del cuerpo.
Muchas personas en algún momento de sus vidas pueden llegar a desarrollar anemia, siendo las causas principales de este trastorno las siguientes: por un aumento en la destrucción de los glóbulos rojos, por su falta de producción y por la pérdida de sangre.
En relación a la destrucción de los glóbulos rojos, pueden ser ocasionados por afecciones de la salud, por factores adquiridos y hereditarios. Por ejemplo: el aumento del tamaño del bazo o enfermedades relacionadas con este órgano; la anemia de células falciformes, las talasemias, entre otras. Cuando la causa de la anemia es la falta de producción de glóbulos rojos, se deben a problemas del tipo hormonal, enfermedades crónicas, el embarazo y una mala alimentación.
Ahora bien, la más común de esta afección es la causada por no tener suficiente hierro, conocida como anemia ferropénica, debido a la pérdida de sangre (de corta o larga duración). Esta pérdida puede ser ocasionada por las cirugías, traumatismos, menstruaciones abundantes, sangrado de los aparatos digestivo/urinario y tratamientos de cáncer.
El hierro es el mineral necesario para el crecimiento y desarrollo del cuerpo, siendo esencial para que se produzca la proteína denominada hemoglobina. Como se mencionó anteriormente, ésta transporta el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo, dándole color rojo a la sangre. Este mineral es utilizado para elaborar hormonas y tejidos conectivos.
Para estar completamente seguros de cuántas dosis de hierro es la requerida, es importante conocer las cantidades en miligramos (mg) por día que se deben consumir según ciertos parámetros que se tomarán en consideración: régimen alimenticio, la edad, entre otros. Por ejemplo, quienes tienen una dieta estrictamente vegetariana (veganos), seguramente tendrán que consumir mayores cantidades de este mineral.
Cuando padeces anemia, por lo general el médico te recomienda un tratamiento a base de suplementos multivitamínicos o de hierro solamente, éste último está conformado por sulfato o citrato férrico o ferroso, el cual deberás mantener alejado del alcance de los niños, ya que en menores de 7 años puede causar intoxicación.
Asimismo, si es consumido en exceso o en altas dosis puede ser perjudicial, ya que impide la absorción de zinc, el cual es esencial para el sistema inmunitario y metabólico, causando fallas en el funcionamiento de los órganos. Si estas sano olvídate de consumir este suplemento. Las dosis máximas recomendadas son de 40 mg en caso de bebés y adolescentes hasta 14 años, y 45 mg para el resto. Claro está, que esto puede variar según el criterio del médico tratante.
Cuando hables con tu médico debes informarle de todos los medicamentos o suplementos que está tomando, ya que el hierro puede interferir o interactuar con ellos y reducir su absorción o eficacia. Por ejemplo: con los medicamentos para el tratamiento de Parkinson (levadopa), para el hipertiroidismo (levotiroxina), con los protectores gástricos (omeprazol o lansoprazol), que impiden la absorción del hierro de los alimentos “no hemo”. Y el calcio o suplemento con calcio también podrían influir.
Los síntomas de la anemia suelen ser diversos, pero lo más frecuentes son: cansancio y debilidad, el cuál es el más común en quienes padecen esta enfermedad; de igual forma puedes sufrir de palidez o piel amarillenta, cefaleas (dolor de cabeza intenso), dificultad al respirar, manos y pies fríos, mareos o aturdimientos, fragilidad capilar y de uñas; trastornos del sueño y dificultad respiratoria.
Ahora bien, la anemia leve y moderada puede ser imperceptible porque causa pocos o ningún síntoma, por esta razón es importante realizarse chequeos médicos periódicos. Ya que no hay que olvidar que la anemia puede causar problemas graves a la salud.
Si bien es cierto que cualquier persona puede padecer de anemia, existen factores de riesgos que contribuye a que ciertos grupos sean más vulnerables: como los bebés y los niños de en edad escolar (anemia ferropénica), mujeres embarazadas y con menstruación abundante, quienes padecen algún trastorno intestinal y afecciones crónicas, así como las personas mayores de 65 años.
Ya que la anemia produce baja hemoglobina y eritrocitos, impidiendo la oxigenación de los músculos, disminución del pH y poca metabolización, puede influir en el rendimiento deportivo, ya que al no poder bombear el corazón gran cantidad de sangre puede devenir en un sobresfuerzo y en casos extremos producir un fallo cardíaco agudo. Por tanto, si eres una persona muy activa y realizas algún deporte, o tenías pensado iniciar una rutina, lo mejor es que consultes al médico tu situación y te hará las recomendaciones según tu caso.
Ahora bien, ya que la anemia y los deportes no son incompatibles, existen ciertas limitaciones, pero puedes practicar algunos ejercicios aeróbicos de baja intensidad, ya que esto contribuirá con el aumento de tu resistencia (fuerza en los músculos), mejorar la circulación y aumento de energía (sentirte menos cansado). Deberás dedicar un tiempo de 30 minutos tres veces a la semana. Caminar y hacer estiramientos se consideran ejercicios de baja intensidad.
Si tienes anemia o conoces a alguien que la padece, a continuación aprenderás a cómo curar la anemia de forma rápida y lo más natural posible. Sólo tienes que seguir las instrucciones que se detallan a continuación.
¿Que necesitas para curar la anemia?
Instrucciones para curar la anemia
Instrucciones para curar la anemia
- Diagnóstico médico: deberás contar con uno, ya que la anemia puede ser producto de diversas enfermedades y el cansancio también, por lo que es primordial tener el análisis de la sangre y así poder seguir el tratamiento que indique el doctor, según el tipo de anemia y la duración.
- Seguir rigurosamente el tratamiento previsto por el doctor, que suelen ser suplementos vitamínicos (hierro, vitamina B12 y ácido fólico), salvo que prescriban otro tipo de medicamento.
- Anotar las horas fijas de la medicación en el calendario. Trata de no saltarse ningún día. Programa una alarma si es necesario, puedes utilizar la de tu teléfono móvil, el reloj de mesa o alguna aplicación especial para programar tratamientos médicos.
- La duración del tratamiento suele oscilar entre 3 a 6 semanas (anemias leves a moderadas) y 12 semanas en caso de anemias moderadas a agudas. En su defecto, el que estipule el médico.
- Para que el tratamiento a base de hierro surta efecto, deberás tomarlo 30 minutos antes de comer y beber cualquier alimento. Si ya comiste y bebiste, 3 horas después. Esto es para que el organismo absorba el mineral y no haya interferencias, producto de alimentos como la cafeína o los lácteos. Es preferible que lo tomes a primeras horas de la mañana.
- Cuando ya te tomes el suplemento, sólo debes beber agua mientras espera para comer o bien si lo ingieres después de las comidas, nada de cafés o golosinas.
- Beber junto con el suplemento alguna fuente de vitamina C, bien sea a través de zumos naturales: como naranja, mandarinas, limón, limas o pomelos; o tomarlo con vitamina C. Ya que contribuyen a una mayor absorción del hierro.
- Introducir en la dieta alimentos con alto contenido de hierro: en primer lugar las carnes rojas, como hígado o ternera. También puedes agregar el pavo, pescado, mariscos y pollo. Ya que el cuerpo absorbe el hierro que proviene de las carnes (hemo) rápidamente.
- Puedes incluir otros tipos de alimentos que sean fuentes naturales de hierro a parte de las carnes rojas como son: las espinacas, brócoli, berberechos, lentejas, arvejas, semillas y cereales, ya que éstos contienen más hierro, vitamina B12 y ácido fólico que los productos refinados, claro está, sin abusar.
- Al consumir legumbres añade algo de arroz o patata para mejorar la calidad de la proteína, así como pimiento o zumos y postres que contengan vitamina C.
- Incorpora una rutina de ejercicios de bajo impacto, como estiramientos y caminatas. Si te gusta el yoga puedes incluirlo. Además de jardinería, paseos con niños o mascotas, natación, bailar, entre otros. Puedes comenzar dedicando 20 a 30 minutos e ir subiendo el tiempo a 30 y 40 minutos.
- Mantén la motivación y el ánimo, con mucha paciencia sigue el tratamiento y la dieta adecuada, así recuperaras los niveles de hierro y hemoglobina en la sangre.
- Por último, una vez alcanzado los niveles normales en la sangre, se recomienda continuar con el tratamiento por el período que indique el médico, con el fin de restablecer las reservas férricas
Consejos para curar la anemia
- Cumple una dieta equilibrada y variada, en la que estén incluidas carnes especialmente las rojas (ternera, cordero, hígado), yema de huevo, mejillones, combinado con un vegetal o verdura rica en hierro, frutos secos y legumbres. Esto te ayudará junto con el tratamiento a mejorar tu salud y prevenir su aparición nuevamente.
- Adereza y aliña tus alimentos con perejil y limón.
- Cuando tomes postres opta por frutas cítricas como la mandarina, la fresa, la naranja o el kiwi; o zumos recién exprimidos. Elige preferiblemente frutas frescas.
- Recuerda no abusar del consumo de cereales integrales, así como de disminuir la ingesta de café, té, vino y vinagre, ya que éstos contienen unas sustancias que hacen que el organismo no absorba el hierro que estas ingiriendo tanto por medicamentos como por alimentos.
- Trata de no consumir los lácteos cuando consumas alimentos ricos en hierro. Puedes incluirlos entre comidas como meriendas o tentempiés. Si tomas calcio, puedes ingerirlos en momentos distintos del día, así evitas que éste interfiera con la absorción del hierro.
- Reduce la ingesta de bebidas alcohólicas durante el período del tratamiento, ya que puede impedir la absorción del mismo. Más si existen antecedentes familiares de hepatitis, cirrosis o cáncer.
- Si sufres de estreñimiento por ingerir hierro, puedes ayudar a mantener la regularidad tomando jugo de ciruela. Ésta posee un alto contenido de hierro.
- Si presentas materia fecal oscura o de color negra, mantén la calma. Es un efecto secundario inofensivo. En caso de que presentes sangre en las heces, comunícate inmediatamente con el doctor.
- Si no te sientes con ánimos de comenzar alguna rutina de ejercicios, realiza aunque sea paseos o caminatas, ya que mejorará tu salud y bienestar.
- Consulta tu médico si eres vegetariano, a fin de verificar que consume suficiente hierro.
- Debes realizarte análisis de sangre periódicamente a fin de garantizar que los niveles de hierro en la sangre son normales.
- Aunque la anemia ferropénica es la más común de todas, es necesario que se pueda identificar correctamente su causa y que pueda ser tratada de manera adecuada.
- Por último, esta enfermedad puede producir complicaciones y otras afecciones, si estás leyendo este artículo o sospechas que estas enfermo, consulta a tu doctor y sigue estas instrucciones y consejos.