Cómo limpiar brochas y pinceles
Limpiar tus herramientas de trabajo es una de las partes más importante cuando estás pintando, pues si no lo hicieses esas herramientas no servirían para la próxima vez que fueses a pintar.
En algunos casos podrías intentar recuperar tus brochas y pinceles, lo que resulta un trabajo tedioso y que te llevará tiempo y energía, mucho más de lo que te llevaría limpiar tus herramientas nada más acabar de pintar.
Si bien es cierto que se admite un caso de excepción y siempre y cuando cumplas con los pasos. No hace falta que limpies tus herramientas si las vas a usar unas horas después o como muy tarde al día siguiente. En este caso sólo hará falta dejar en remojo tus brochas y pinceles en su adecuado disolvente y ¡listo! Recuerda que si dejas tus herramientas en remojo lo más probable es que no te sirva y se hayan dañado.
Si quieres saber cómo limpiar brochas y pinceles para evitarte malos ratos o que tengas que tirar tus nuevas herramientas a la basura, a continuación te enseñamos los pasos y consejos que debes seguir.
Pasos para limpiar brochas y pinceles
Lo primero que tienes que hacer es retirar el exceso de pintura de tus herramientas. Para ello puedes pasar las brochas y pinceles por papel o pasarle un paño que recoja toda la pintura.
A continuación moja un poco la brocha o el pincel en su correspondiente solvente y vuelve a pasarle un paño o a pintar en un papel limpio.
El siguiente paso consiste en remojar y lavar las brochas y pinceles en sus correspondientes solventes. Recuerda que cada tipo de pintura tiene su propio disolvente, a continuación te detallamos más sobre ellos, pero siempre puedes preguntarle a tu vendedor sobre ellos o leer lo que te dice el fabricante de la pintura utilizada al respecto.
Iremos frotando con cuidado las cerdas, para evitar que se estropeen, siempre desde el nacimiento hacia el final. Puedes hacerlo con las manos o ayudarte de algún cepillito, pero recuerda que no debe ser demasiado duro, pues puede dañar las brochas y pinceles y tampoco debe ser muy blando, pues entonces no contribuiría a retirar los restos de pintura.
Una vez que creas que mediante este proceso has retirado toda la pintura pásale un paño por las cerdas, si todavía desprende demasiada pintura vuelve al paso anterior y usando su solvente vuelve a lavar tus brochas y pinceles. Si en cambio, lo único que ves es un pincel o brocha limpio o con muy pocos restos entonces sigue al siguiente paso.
Usa muy poca agua y jabón. Remojamos nuestras herramientas en el jabón con agua y a continuación las pasaremos por nuestra mano o por algún objeto específico para lavar brochas y pinceles, a modo como si estuviéramos pintando y haciendo una ligera presión y con cuidado de no dañar las cerdas hasta que la mayor parte de la pintura haya desaparecido.
A continuación vamos a preparar un recipiente con agua, cogemos jabón con nuestras manos y vamos acariciando y frotando el jabón por las cerdas de las brochas y de los pinceles. Es mejor si se va haciendo presión con dos dedos, (índice y pulgar) y haciendo movimientos en círculos desde el nacimiento hasta el final, de esta forma ablandaremos mucho más la pintura para conseguir que no quede ni un solo resto.
Ahora introduciremos la brocha o el pincel en el recipiente con agua y los enjuagaremos muy bien con la ayuda de nuestros dedos otra vez masajeando las cerdas hasta que no le quede jabón ni pintura.
No te preocupes si el agua empieza a teñirse, podemos seguir usándola para seguir ablandando pintura y limpiando pinceles.
Si ya ves que no queda más pintura en el pincel o en la brocha o crees que ya está lo bastante limpio, entonces vacía el recipiente y llénalo con agua limpia y vuelve a enjuagar para retirar los restos de jabón que le quede y comprobar que el agua queda transparente.
Por último usaremos un paño para pasárselo a las cerdas y retirar el exceso de agua. Después deja secar tus brochas y pinceles en una superficie plana y siempre que las cerdas queden colgando y no en contacto con una superficie dura, pues se dañarían. Si vas a pintar mucho o es tu nuevo hobbie te recomiendo que te hagas con un escurre pinceles, son económicos y muy útiles para colgar varios pinceles para que se cuelguen y no se dañen.
Disolventes para diferentes tipos de pinturas
La pintura plástica es de las más fáciles de retirar, y no necesitas de ningún disolvente específico que comprar, tan sólo necesitarás agua y jabón, por lo que el primer paso arriba indicado nos lo saltamos y limpiamos con agua y jabón en profundidad.
Para la pintura al óleo podremos usar aguarrás, thinner, keroseno, o incluso aceite.
Para la pintura acrílica sólo necesitas agua caliente y jabón.
Para barnices y pinturas sintéticas usaremos aguarrás o disolvente
Con estos sencillos pasos ahora sabes cómo limpiar brochas y pinceles para que mantengas tus herramientas limpias y las puedas usar durante mucho tiempo.
Muy útil, gracias.