3 Reglas de composición fotográfica.
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¿A quien no le gusta sacar una buena fotografía? Es una pregunta que no hace falta ni contestar, pues videntemente todos disfrutamos de sacar ese fotograma de “oro”. Ese que sabes que es capaz de arrastrar una ola de likes en las redes sociales, y causar revuelo en la caja de comentarios haciendo mención a la belleza que has capturado. Independientemente de si te dedicas a fotografías paisajes, objetos, personas o lo que sea. Las buenas fotografías no surgen de la nada. Para hacerlo, hace falta dominar lo que conocemos como composición fotográfica.
La composición fotográfica consta de una serie de reglas las cuales te permitirán fotografiar de mejor manera. Buscando la mejor forma de entrarle a la vista del espectador. Pues hay fotos que aun cuando el objetivo que capturan es tan banal como una fruta. Logran verse tan increíbles que instintivamente dices ¡Que buena foto! Hoy queridos lectores, vamos a compartir con vosotros tres reglas de composición fotográfica, las cuales te permitirán sacarle el máximo potencial a tu cámara. Reglas las cuales pueden ser aplicadas con tu móvil, o con una cámara profesional.
También he de decir que no es la primera vez que abordamos este tema en nuestro blog, pues en el pasado publicamos: Cómo hacer fotografía urbana.
La regla de los tercios.
La regla de los tercios es probablemente la guía de composición fotográfica más común y popular que existe. A tal grado que la mayoría de cámaras fotográficas profesionales, cuentan con las barras guías implementadas por defecto. Para que puedas tomar fotografías guiándote de esta regla.
Su funcionamiento es realmente sencillo. Ya que se puede usar de dos maneras… La primera es tomar las fotos tomando de guía las barras horizontales o verticales. Para así brindar más o menos protagonismo a ciertos elementos en la captura de la cámara. Por ejemplo:
Si tomáis una foto guiándote de la barra horizontal superior, alineándola con el horizonte, vais a darle mayor protagonismo al suelo que al cielo. Y si lo hace con la horizontal inferior, conseguirás protagonizar el cielo.
Al tomar de guía las líneas verticales, ocurre un efecto de balanceo en la fotografía, ya que no siempre, es conveniente sacar una foto teniendo al objetivo a capturar en el centro. Según la situación, puede resultarte mucho más conveniente hacer que una persona, por poner un ejemplo. Este ubicada al margen de una de las líneas verticales.
El segundo uso que se le puede dar a la regla de los tercios, es empleando sus nodos. Aquellas intercepciones entre las líneas horizontales y verticales sirven para brindar un mayor enfoque a objetos individuales. Lo que significa que aun si no fotografías paisajes, la regla de los tercios todavía puedes usarla para realizar composiciones fotografías excelentes.
Ahora bien, es cierto que no en todas las fotos se puede aplicar esta regla, pero es allí donde entran las otras dos que explico a continuación.
La búsqueda de simetrías.
Otra manera de realizar composiciones fotográficas atractivas al ojo humano es mostrando simetría en tus fotos. Este es algo muy aplicable cuando se realizan fotos de la ciudad. Ya que si algo caracteriza lo artificial de lo natural, es el uso de líneas o estructuras perfectamente rectas. Edificios, puentes, arquitecturas, si te detienes a observarla, notaras patrones simétricos en su construcción.
No obstante, la simetría no se encuentra únicamente en las obras arquitectónicas. Pues en los reflejos, o inclusive en peso de la imagen se pueden hallar patrones simétricos. Realmente se puede encontrar simetría en los alrededores, jugando bien sea con los reflejos, con los ángulos o con los elementos de una imagen, como la posición de las personas en su entorno.
Aislar elementos.
La siguiente regla de composición fotográfica que debemos tomar en cuenta para realizar buenas fotos. Es la de aislar un elemento capturado por la cámara. Hay ocasiones de un objeto o individuo por sí mismo, resulta ser sorpresivamente encantador. Lo suficiente como para ser meritorio ocupar una fotografía exclusiva, donde no haya más que ese elemento destacado en la captura.
Ejemplo de esto lo podemos ver en aquellas fotografías de tipo bodegón. Donde una botella de vino, o bien un cesto de frutas. Resulta ser lo suficientemente llamativo como para merecer por sí mismo una foto. No solo eso, sino que al aislar elementos en una imagen, está más que claro que dotaremos de cierto protagonismo a ese objetivo. Por lo tanto, si lo que queremos es que las miradas de los espectadores, apunten a un único lugar. Y tenéis la posibilidad de aislar dicho elemento. Tenéis garantizado una buena foto.
De esta manera concluye la redacción de esta entrada. Si ha sido de vuestro agrado, considera visitar también nuestra entrada relacionada: Cómo tomar fotos.