Cómo trabajar con niños
Para trabajar con niños debes saber que:
Antes de querer trabajar con niños es necesario conocerlos bien de cerca, a pesar de que cada uno es un mundo completamente distinto, solo si tienes contacto con ellos ya sea por vínculo directo, es decir hijos, sobrinos o incluso ahijados y has podido convivir cierto tiempo con ellos para saber cómo es su mundo, que es lo que les inquieta, les motiva y saber de cerca la gran paciencia que hay que tener para saber educarlos y entenderlos, solo de esa forma se puede comprobar si realmente te gustan, y por consiguiente afirmar que tu vocación es trabajar con ellos y ser como un guía que los acompañe en los primeros años de sus vidas. Has de saber que compartir tiempo con niños también requiere prestarles toda tu atención, intentando no alterarte demasiado, ni mucho menos levantarles la voz, salvo en casos muy extremos para que aprendan que eso no lo deben de volver a repetir. Pero regañar y usar malas palabras no es camino correcto para interactuar con un niño.
Aportarles valores positivos para que en un futuro sean personas de bien, siendo capaces de sacar lo mejor que llevan dentro sin tener que pisotear al de al lado para hacerlo. Alejarles de las envidias y que vean siempre la vida como un juego y no como una competencia, para que cuando crezcan sigan manteniendo ese pensamiento. Y sobre todo dejarles ser lo que son, pequeños.
Es muy necesario sentirse a gusto rodeada de ellos, ya que un trabajo ya sea como profesor o profesora en cualquier centro de estudios, o en clases extraescolares, campamentos de verano o incluso ejerciendo de niñera, requiere de tus cuidados y tu protección, y has de tener un buen estado de ánimo para ser capaz de ejercer tu labor de la mejor forma posible. Ya que, si los niños te agotan demasiado pronto y te causan mucho estrés, no vas a durar más de quince minutos cerca de ellos.
Debes mostrarte como un buen ejemplo a seguir, ya que ellos absorben todo lo que ven y lo imitan, tanto comportamientos como palabras y actitudes, sin ser del todo conscientes de si entra dentro de lo malo o de lo bueno se limitan a hacer lo que ven sin pensar en las consecuencias, no tienen ese razonamiento de adulto y por eso también es muy necesario ser cauteloso y medir lo que se les enseña, incluso de manera indirecta.
Pautas a seguir cuando trabajas con los niños
- Explícales todo con detalles y ejemplos, primero hazlo tú y que te vean paso a paso como realizas el proceso, incluso tienes que repetirlo alguna vez más, porque seguramente no se enteren a la primera de todo. Si su tarea es un dibujo, muéstrales que colores deben escoger para colorearlo o si tienen que seguir unos puntos de unión para que aparezca el boceto.
- Crea una actividad lo suficientemente llamativa para que capte toda su atención y centren su mirada en ti, los niños se distraen con mucha facilidad y si les aburre lo que tienen en frente lo dudan en irse a buscar algo que les entretenga más. La música y los juegos en equipo siempre son buenas opciones.
- Propón una rueda de preguntas, para que participen y sean más sociables y abiertos, debes fijarte en aquellos más tímidos y ser tú quién les pregunte si tienen dudas sobre los ejercicios, para que vayan cogiendo la confianza necesaria para que la próxima vez salga solo de ellos.
- Observa si alguno de ellos tiene comportamientos negativos con sus compañeros, y busca una actividad que le haga cambiar de actitud, en el que pueda reírse o hacer alguna manualidad con ese mismo compañero que choca, al estar a solas con el irán hablando y conociéndose mejor y el niño adoptará una actitud completamente distinta.
- No les juzgues si lo hacen mal, permíteles cometer fallos y así después aprender, no lo tienen que hacer todo a la primera ni a la segunda sino llegar a encontrar la forma de ayudarles a que lo consigan hacer y no se sientan mal por fallar.
- Enséñales a celebrar aquello que terminen, ya sea leer un cuento, colorear un dibujo, o moldear una manualidad, eso les forjará una autoestima fuerte, les dará seguridad en sí mismo, y sobre todo les hará sentirse muy contentos.
- Muestra cariño y afecto hacia ellos, para que se sientan cómodos incluso crean que están en un entorno familiar. Un abrazo o un choque de palmas les hará verte como alguien más cercano a ellos y caerles mucho mejor
- Escucha siempre aquello quieran contarte, ya sea de algún amigo o alguna experiencia de su casa que les tenga muy entusiasmados.
- Utiliza la autoridad cuando convenga, a veces también es necesaria para que aprendan las cosas, pero no de manera brusca y consecutiva.