Cómo entender la teoría de la conspiración

Desde el inicio de la historia humana, el hombre ha demostrado tener una inclinación hacia el mal. Por ello, hoy en día no es de extrañar que se cometan actos atroces por todas partes del mundo, muchos de los cuales se realicen en nombre de Dios, de ideales políticos, de creencias filosóficas y muchas cosas más.

En algunos países, las personas viven atemorizadas. No pueden subirse al metro tranquilas, tampoco pueden caminar por el centro comercial sin sentirse angustiadas y hay quienes llevan a sus hijos al colegio con mucho temor, ¿por qué? Porque no saben en qué momento puede presentarse un ataque terrorista o algún otro suceso similar, que cause graves daños colaterales.

Cuando estos eventos ocurren, mueren todo tipo de personas: jóvenes, mayores, hombres, mujeres, niños, mujeres embarazadas, ricos, pobres, religiosos, ateos, etc. Una bomba no selecciona ni discrimina, los mismo que un choque o una ráfaga de tiros al aire.

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Todas estas acciones causan mucho dolor y quedan gravadas en la mente de las personas por mucho tiempo. Llega a ser parte de su historia, de sus antecedentes, de su vida y, por ello, no es de extrañar que traten de buscar un culpable, alguien que pague, que expíe todo el sufrimiento que han tenido que soportar.

Es en este punto donde surgen muchas de las llamadas teorías conspirativas. Es probable que tengas una vaga idea de lo que este término significa. Sin embargo, si quieres tener un mayor conocimiento de lo que es, lo que implica y el porqué surgen, este post te ayudará mucho.

Se ha escrito para dar a conocer todo lo relacionado con las teorías conspiratorias, a fin de que sea el lector quien llegue a sus propias conclusiones basándose en su experiencia personal y en su capacidad de razonamiento crítico y analítico.

Instrucciones para entender la teoría de la conspiración

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El término teoría conspirativa se usa para hacer referencia a todas las hipótesis alternativas que se emplean para explicar el porqué de un acontecimiento o de una serie de acontecimientos que, por lo general, están relacionados con la política, la sociedad, la religión, la economía y hasta con la historia.

Se piensa que estos acontecimientos se han llevado a cabo mediante acciones secretas de grupos armados poderosos, que están extendidos por gran parte del mundo y que tienen mucho tiempo funcionando.

Estas teorías no son iguales a las verdaderas conspiraciones, las cuales han sido demostradas y castigadas por sentencias de tribunales y por leyes penales. No obstante, ambos conceptos sí están relacionados. En especial, cuando se utiliza la expresión para objetar que en determinado caso no ha habido ningún tipo de conspiración y que, por lo tanto, la teoría que afirma su existencia no tiene ningún fundamento probable.

Si bien es cierto que las teorías conspirativas poseen una estructura narrativa común y protagonistas recurrentes, algunas han demostrado ser ciertas o han revelado algunos hechos reales que habían permanecido en secreto.

¿Que necesitas para entender la teoría de la conspiración?

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Algunas de las teorías conspiratorias más sonadas son que la tierra es plana; que el hombre nunca llegó a la luna; que las pirámides fueron construidas por extraterrestres; que el calentamiento global no es real o que el Covid-19 fue diseñado en un laboratorio y lanzado al mundo con el propósito de conquistarlo, que se trata solo de una simple gripe, etc.

La verdad es que muchas personas creen a ciegas en estas teorías. Pero, ¿por qué? ¿A qué se debe eso? Algunos psicólogos han llegado a la conclusión de que estas historias son más fáciles de entender y, a su vez, más asequibles.

Se ha demostrado que las personas tenemos la tendencia innata de creer las cosas que armonizan con nuestras creencias previas y con nuestras expectativas, así estas no tengan fundamento.

Esto se debe a que necesitamos sentir que entendemos lo que pasa a nuestro alrededor. También deseamos tener el control y la seguridad de las cosas y, finalmente, porque tenemos el deseo de ser parte de un colectivo.

Quienes creen estas teorías son personas que le temen a los riesgos y que también tienen el inmenso deseo que se produzca un cierre de la historia, darle una conclusión que le parezca posible, aunque sin fundamento.

Consejos para entender la teoría de la conspiración

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No es extraño que, de vez en cuando, nos encontremos con personas que creen en las teorías de la conspiración y que, además, desean conversar sobre ellas e imponer su punto de vista al respecto. En tal caso, ¿cómo podemos manejar la situación? Algunas de las recomendaciones, que debes seguir, son estas:

  • Mantén la calma. Si bien es cierto que las noticias falsas deben ser cuestionadas, no ganarás nada si pierdes el control y todo acaba en una discusión acalorada.
  • Ten en cuenta que, quien defiende la realidad de cierta teoría, suele ser tan, o más, apasionado como tú. Por ello, defiende tus creencias sin levantar la voz y teniendo en cuenta que esa persona puede llegar a cambiar de opinión.
  • No trates con menosprecio a tu interlocutor. Al contrario, exprésate con empatía, en especial si estás hablando con algún amigo o con un familiar. Así no estés de acuerdo, escucha pacientemente lo que el otro tiene que decir.
  • Ten en cuenta que, muchas veces, las personas tienden a creer en estas teorías porque se sienten angustiadas y preocupadas. Por eso, esfuérzate por comprender sus sentimientos y nunca la avergüences públicamente por lo que cree.
  • Anímalo a que piense de forma crítica. Por lo general, estas teorías se difunden a través de videos de procedencia dudosa y otras fuentes poco confiables. Por eso, ayúdala a razonar sobre quién está promoviendo estas teorías y con qué intensiones. En ocasiones se trata de personas que buscan hacerse famosos.
  • Platéale preguntas. Es muy importante poder verificar los datos que se tienen. Ten en cuenta que las preguntas tienden a ser mucho más eficaces que las afirmaciones rotundas.

Sin embargo, procura que estas preguntas sean generales y que las estimulen a pensar en lo que creen y defienden. Así, por lo menos, lograrás sembrarles la duda y hasta puede que estén más dispuestos a escuchar puntos de vista alternativos a los suyos.

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