Jengas – Reglas y Cómo jugar
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Los juegos de mesa son uno de los grandes clásicos hoy en día. Muchas personas son auténticas fanáticas de este tipo de actividades. Esto ha provocado que actualmente tengamos una gran variedad de tipos de juegos que se pueden consumir. Algunos requieren dotes de conocimientos, memoria o habilidad, mientras que otros, en cambio, dependen puramente del azar del propio juego. Las jengas, en este caso, es un juego que mezcla la habilidad y la destreza para conseguir la victoria respecto a tu adversario, muy diferente de cómo ganar en la ruleta.
En líneas generales, este juego está compuesto por diferentes piezas de madera que forman una torre. El objetivo de los participantes es ir retirando las piezas de la torre y situarlas de forma inmediata en su parte superior. El primer jugador que se le caiga la torre será declarado perdedor y automáticamente su oponente será el ganador de la partida.
¿Qué son las Jengas?
Las Jengas son definidas como un juego que mezcla al mismo tiempo destreza tanto física como mental, lo que lo hace ideal para disfrutar junto a la familia o amigos en las diferentes reuniones familiares que se pueden celebrar a lo largo del año. La simplicidad de este juego también lo hace uno de los más atractivos para los jugadores, ya que las reglas son realmente simples y cada partida puede extenderse desde los 5 a los 15 minutos. En este sentido, no es como el Monopoly donde como regla general, una partida puede extenderse durante horas de forma ininterrumpida. El ser paciente para no cometer movimientos que no tocan, así como la precisión y coordinación para colocar correctamente las piezas también son examinadas con este tipo de juego.
La historia de las jengas también merece ser contada. Que se diga jengas no es casualidad ya que es una palabra con un origen swahili y que en dicho idioma tiene el significado de construir, básicamente el propósito de este juego: desmontar una torre y construir una de nueva. Este idioma se hablaba en la parte este de África, y de hecho, la británica Leslie Scott fue la encargada de poner en marcha este tipo de juego en esta parte del mundo. No olvidemos que en África era un continente donde la madera era uno de los materiales más utilizados. En este sentido, una vez que vio una oportunidad de negocio, Scott regresó al Reino Unido y presentó el juego en Londres en el año 1983.
El éxito fue rotundo lo que llevó a Leslie a vender a Robert Grebler, un empresario de origen californiano, los derechos de este tipo de actividad para que se pudiera vender en los Estados Unidos y en Canadá. Miltron Bradley, posteriormente se hizo con el control de la compañía y actualmente Hasbro es la compañía que se encarga de comercializar este tipo de juego. Otra de las curiosidades más remarcables es que en Ghana, uno de los países donde se inventó este tipo de juego, la actividad es conocida como Sidan.
Un juego realmente popular alrededor del mundo
Una vez conocida la historia de las jengas, la descripción general de este juego antes de pasar a las reglas es realmente simple, al igual que ocurre con las reglas del parchís. Por lo general, el pack está compuesto por hasta 54 bloques de madera que sirven para descomponer y componer la torre hasta cuantas veces se quiera. Solo se utilizan dos dedos para retirar cada uno de los bloques queremos modificar e, incluso, en algunas versiones se puede incluir una pieza de cartón que puede actuar de guía. Este tipo de juego también es una buena opción para jugar en solitario para todas aquellas personas que puedan tener dificultades psicomotrices y locomotoras.
La historia de los juegos de mesa está llena de clásicos entre los que podemos encontrar el ajedrez, el tres en raya o las jergas, entre otras. Cada uno tiene sus propias particularidades pero en líneas generales son diferentes tipos de juego que mezclan el ingenio y diferentes tipos de habilidades que sirven para mejorar como persona y también en diferentes actividades que nos podemos encontrar en nuestro día a día. También es una buena oportunidad para estrechar lazos sociales con los familiares y amigos mientras se pasa un momento divertido.
Por esta razón, las Navidades son uno de los momentos donde se suelen jugar más a este tipo de juegos ya que es una actividad realmente adecuada para la sobremesa después de todas las comidas familiares que se pueden llegar a tener.Se disfruta construyendo torres, se mejora habilidades físicas y mentales, y además también podemos ampliar nuestro círculo social con suma facilidad.
Beneficios de jugar a las Jengas
Con todo, existen numerosos beneficios que nos podemos encontrar jugando a las Jengas, desde de tipo social hasta de tipo cerebral para nuestro día a día. Algunos de los más destacados son:
- Pasar un buen rato. Sin duda, los juegos de mesa están para eso. Una actividad con la que desconectar de la rutina del día a día y especialmente poder disfrutar de un buen momento en compañía de los tuyos y de tus amigos.
- Conocer gente afín. Los juegos de mesa son una auténtica moda en auge. Muchas personas son muy fanáticas de este tipo de juegos. Si éste es tu caso, no olvides que jugando a este tipo de juego se pueden conocer personas con los mismos intereses que tú.
- Mejorar nuestra coordinación. Además de pasar un buen rato, también obligaremos a nuestro cerebro a mejor algunas de nuestras habilidades como la coordinación para evitar que se puedan caer las piezas que componen la torre.
- Mejorar la relación con los familiares. Muchas veces la distancia y el estrés del día a día nos obliga a pasar menos tiempo con nuestras familias. En este sentido, los juegos de mesa representan una excelente oportunidad para mejorar la relación con los nuestros.
Cómo jugar a las Jengas
Una vez presentado el juego de las Jengas es momento de conocer las reglas principales que componen este tipo de juego para que puedas empezar a practicarlo de una forma sencilla y divertida, al igual que el dinero que se reparte en el Monopoly. Para empezar una partida a este tipo de juego es necesario construir la torre inicial desde la que se iniciará la partida desmontando las piezas y volviendo a construir la nueva torre hasta que se destruya alguna de las piezas y pierda alguno de los dos jugadores que participan en la partida. La torre que estarás construyendo constará de tres capas donde se alternará la dirección de los mismos hacia arriba y hacia abajo de forma alternativa, pudiendo incluir un cartón para ayudarte a construir la torre de forma adecuada.
Una vez está la torre construida, llega el momento de empezar el juego. Esto se lleva a cabo con una mano. Cada jugador debe retirar una pieza y a partir de aquí volver a colocarla en la parte superior de la torre, aunque siempre sin que se caiga la propia estructura. En este sentido, el jugador debe tener la habilidad de encontrar aquellas partes de la torre que estén más sueltas y, que por tanto, son más sencillos de manipular de forma efectiva. Una vez el jugador ha retirado la pieza y lo ha colocado, pueden darse dos tipos de situaciones diferentes. Por un lado, que se caiga y, por tanto, la partida se da por finalizada. Por otro, que se mantenga y el turno pase al siguiente jugador. No olvidemos que debe pasar un mínimo de diez segundos hasta que el turno se sucede a la próxima persona.
El juego se dará por finalizado cuando un jugador tire la otra torre, y finalmente solo quede uno de los jugadores en pie sin haber tirado la torre. Precisamente, dicho jugador será el declarado ganador del juego y la partida se dará por finalizada. No obstante, además de inteligencia, paciencia y coordinación, las jengas requieren práctica y el diseño de una estrategia que deberás aplicar para poder ser competitivo y optar a ganar a cada partida de este juego que lleves a cabo.
Las mejores estrategias para ganar a las jengas
Aunque pueda parecer un juego simple, las jengas pueden acabar siendo un tipo de juego realmente complejo. Sin ir más lejos, la parte estratégica marca la partida y el tipo de juego que debe desarrollarse para poder triunfar y llegar a conseguir la victoria. En este sentido, uno de los primeros trucos es la observación y el análisis. Debes ser capaz de mirar a la torre e identificar aquellas partes en las que se aprecien piezas que están más sueltas. Esto es sinónimo de piezas que pueden removerse fácilmente y sin ningún tipo de riesgo que se caiga la torre si se hace adecuadamente. De hecho, este tipo de juego es ideal para mejorar la coordinación y la capacidad psicomotriz de aquellas personas que puedan presentar mayores dificultades en este aspecto.
Las jengas también deben ser una buena práctica para momentos de concentración en los que te puedas encontrarte en la vida real. Debes saber que no gana el más rápido sino el que es capaz de aguantar más tiempo sin que se caiga la torre. Así, para cada jugada puedes tomarte tu tiempo antes de decidir cuál será tu siguiente movimiento para poder encararlo de forma adecuada y no cometer errores estúpidos que puedan poner en riesgo tu continuidad en la partida. En este sentido, toma en cuenta también las posibles leyes de la física que pueden incidir en tus jugadas. Por ejemplo, la lógica nos indica que empezar por abajo nunca es una buena opción porque son los cimientos que sostienen la parte de arriba. Por tanto, siempre se recomienda empezar por la parte superior ya que son los que menos posibilidades tienen de caer.
Una vez tengas la pieza en la mano, trata de recordar hacia el lado en el que se mueve la torre. No olvides que debe haber siempre un reparto de pesos equilibrado y, que en caso de no conseguirlo, la torre se derrumbará. Por tanto, si ésta se mueve hacia la derecha, colocar un peso en el lado izquierdo ayudará a lograr ese balance que tanto nos hace falta para evitar que se caiga y perdamos la partida. Finalmente, no olvides que este tipo de juegos no admiten inventos. En lugar de buscar siempre construir la torre más alta, es importante seguir un patrón estable que empiece desde abajo. Para niveles más avanzados ya se puede empezar a pensar en buscar descolocar al contrario.
En este sentido, las jengas permiten valorar la habilidad de coordinación y de acción mientras se pasa un buen rato junto a los familiares o amigos. Además, este tipo de actividad también puede realizarse de forma individual para elevar nuestro nivel antes de jugar de forma acompañada. Basta con contar con el juego para poder practicar en casa o en cualquier lugar donde nos encontremos. De hecho, además, es un juego con mucha historia.