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¿Has soñado alguna vez con poder comer lo que quieras y no engordar, sino adelgazar? La dieta de Grez viene a confirmar esta teoría. Basado en su propia experiencia, este ingeniero chileno se utilizó a si mismo como conejillo de indias y llegó a las conclusiones que necesitaba para crear uno de los planes nutricionales conocidos a nivel mundial, y que cada vez usa más gente.
¿Qué es la dieta de Grez?
Pedro Grez es un ingeniero chileno que llegó a pesar un total de 120 kilos, y al que le diagnosticaron una prediabetes. Sin embargo, lejos de ponerse en manos de la ciencia, se disfrazó de dietista y empezó a indagar por su cuenta. Empezó a entender qué le estaba sucediendo a su salud y cuáles eran aquellos alimentos que podían ayudarle a prevenir otro tipo de enfermedades. Entre tanta información que estaba recabando, el creador de la dieta de Grez dio con la tecla.
Tratando de evitar el quirófano, y de ser intervenido con una banda gástrica o incluso un bypass, Grez se dio cuenta que la grasa no necesariamente debe subir el nivel de azúcar o insulina en sangre. Algunos alimentos, calificados como peligrosos como la mantequilla, la crema o el tocino, no tienden a subir el nivel hormonal capaz de almacenar las grasas en el cuerpo.
Así, Pedro Grez perdió 25 kilos en apenas cuatro meses, esquivó el quirófano y rápidamente adoptó el método que hoy en día lleva su nombre. El ingeniero chileno ha reiterado en numerosas ocasiones que la industria alimenticia manipula la opinión publicando estudios que van a favor o en contra de determinados alimentos, en función de sus intereses. De hecho, la ciencia ha seguido este cánon durante mucho tiempo. No hace muchos años atrás, los médicos más reputados hablaban de los beneficios que tenía fumar tabaco.
Beneficio y riesgos de seguir este plan nutricional
La dieta de Grez ha generado mucha polémica y ruido desde su publicación. Pese a que su éxito está probado por el propio autor, numerosos dietistas avisan de sus peligros. Limitar tanto el consumo de hidratos de carbono tiene graves riesgos para la salud. Al organismo le falta gasolina, y pueden llegar a producirse desmayos debido a que el cuerpo entra en cetosis. El paciente perderá peso seguro, pero a costa de estar de mal humor, sentir malestar e incluso sufrir un mal olor de su aliento.
Su libro, donde explica la dieta de Grez, «Los mitos me tiene gordo y enfermo» ha sido un completo éxito en ventas donde explica que a su edad es posible mantener niveles de salud de una de menos de 40 años. Sin embargo, los nutricionistas se han mostrado realmente exaltados con este método, que viene a poner en peligro la salud de muchas personas vulnerables.
Pedro Grez, sin embargo, se defiende alegando que él no ha inventado nada, sino que ha construido un método nutricional a partir de unir las diferentes piezas de un rompecabezas formado por diferentes teorías que ya habían sido impulsadas por otros dietistas en el pasado. Incluso, los doctores en nutrición alegan que la dieta de Grez es casi una copia de la dieta de entrar en cetosis, a partir de la ingesta pronunciada de proteínas y grasas, dejando de un lado los carbohidratos. Con todo, los beneficios de esta dieta podrían limitarse a su rápida efectividad y a la necesidad de no tener que limitar la alimentación. Aunque los riesgos, consumiendo tan pocos hidratos de carbono, también son muy claros especialmente si se quiere disminuir los niveles de grasa corporal de una manera pronunciada.
Cómo realizar la dieta de Grez
Más que una dieta, Pedro Grez define a la dieta de Grez como un estilo de vida destinado a ayudar con los problemas de talla a aquellos que lo necesitan, y a devolver sus indicadores de salud a números que no sean de riesgo. Este plan nutricional no prohíbe el consumo de ningún tipo de nutriente, sino que solo altera el orden en que son consumidos. El precursor lo define como «una dieta mediterránea modificada». Con todo, el menú de la dieta de Graz estaría formado de la siguiente manera:
- Desayuno: El objetivo al iniciar el día es consumir alimentos que no potencien el aumento de azúcar en sangre ni puedan activar los niveles de insulina. Por ello, hay que intentar que dichos alimentos no acaban trasformándose en glucosa. Productos como la mantequilla, el tocino, los huevos, el café o la crema están completamente permitidos. Es importante que las grasas que se consuman sean densas. Así, se consigue saciar el hambre y evitar llegar con antojo a la hora de la comida.
- Comida: En la comida es necesario dejar las grasas a un lado, y centrarse en el consumo de proteínas y ensaladas. Entre estos alimentos se incluye carne, pescado, marisco y verdura (a excepción de los tubérculos) de todo tipo. Para el postre está permitido consumir chocolate con un 85% de nivel de cacao. Consumiendo este tipo de alimento es posible llegar a la cena sin pasar hambre el resto del día.
- Cena: Para cenar, existen diferentes opciones, en función del nivel de salud del paciente. Si sus indicadores de talla y de sangre son completamente normales es posible consumir hidratos de carbono como la pasta o el arroz, fruta y pan. La única condición es que las porciones no sean demasiado grandes para evitar que suban los niveles de insulina. En cambio, si en ese momento está pasado de peso, la recomendación es que deje los hidratos de carbono para un solo día a la semana y se centre en el consumo de proteínas y ensaladas. Incluso, Pedro Grez añade que si el objetivo es bajar el nivel de grasa corporal, los hidratos de carbono se pueden limitar a una vez cada 15 días o una vez al mes.
¿Cuál es el secreto que se pretende perseguir con la dieta de Grez? Su autor es muy claro en este aspecto. La clave está en el desayuno a base de grasas ya que permite estar saciado durante todo el día y evitar así tener que comer a horas que no tocan. Incluso, en según que personas, es posible eliminar la cena y limitarse a comer dos veces al día: desayuno y comida.
El método de la dieta Grez ha desafiado a muchos de los mitos de la nutrición que parecían inamovibles. La mayoría de expertos recomiendan ingerir todo el azúcar posible por la mañana ya que necesitas energía durante el día. En cambio, por la noche plantean una dieta basada en muchas más proteínas ya que al irse a dormir, ese azúcar, que se almacenará en el páncreas se transformará en grasa y colesterol. Grez, en cambio, dice todo lo contrario. El ingeniero chileno defiende que el azúcar que se consume por la mañana acaba almacenado en el hígado y que por la noche, en cambio, su actividad baja debido a los procesos metabólicos que se producen durante el sueño. Sea como sea, el principal consejo antes de iniciar cualquier tipo de plan nutricional pasa por ponerse en manos de un especialista de confianza que analice tu cuerpo. En el mundo de las dietas, cada persona es un mundo y requiere un tipo de dieta diferente para alcanzar los objetivos deseados.