Cómo adelgazar a los 40 Años
Contenido del Artículo
Existen muchas personas a las que cumplir años les agobia por muchos motivos. Uno de ellos es el peso, sobretodo cómo adelgazar a los 40 años. Cada año, al parecer, la aguja de la pesa cuesta un poco más que se mueva. Pero todo no es nuestra culpa, nuestro cuerpo cambia con cada vela que soplamos.
Podemos hacer cambios que intentan responder a la pregunta más famosa: cómo adelgazar a los 40 años. Cambios como reducir las porciones, inscribirnos a clases de zumba, decir «no gracias». Sin embargo, nos sentimos más hinchados, más cansados, nuestro nivel de energía baja. Y a pesar de saber los síntomas, no sabemos qué está pasando exactamente.
¿Qué pasa en nuestro cuerpo? – Cómo adelgazar a los 40 años
A partir de los 40 años, nuestros cuerpos pasan por muchos cambios, en las mujeres la menopausia y en los hombres también hay cambios hormonales. Estos cambios afectan directa y profundamente a la digestión, al metabolismo y a otras funciones corporales. Gracias a los cambios hormonales, nuestra tasa de crecimiento y metabólica cambia, y tiende a ralentizarse. Es algo que tenemos que trabajar y a lo que tenemos que adaptarnos.
A veces, sin embargo, algo se complica metabólicamente hablando, y hay problemas más complicados de solucionar. Adelgazar después de los 40 años se puede complicar si no nos hemos cuidado antes. Por ello es mejor no esperar tanto, y empezar a preocuparnos y cuidar de nosotros mismos cuanto antes. Pero, nunca es tarde para comenzar una nueva vida.
Podemos coger ideas y adaptarlas a nuestra edad y nuestro momento vital leyendo otro tipo de artículos. Podemos leer Cómo dormir profundamente, Cómo acelerar el metabolismo para bajar de peso o Cómo nadar para adelgazar. Debemos tener la mente abierta a incluir en nuestro estilo de vida diferentes tipos de ejercicios y alimentos hasta encontrar nuestra dieta perfecta.
Instrucciones para adelgazar a los 40 Años
- Conoce los nuevos ritmos biológicos de tu cuerpo y adaptarte a ellos: antiguamente, ser mayor no era sinónimo de dejar de ser delgado o tener sobrepeso. Piensa en los iconos de los sesenta o los setenta, y seguramente no los verás así. Pero hoy por hoy, los mayores de 40 años se enfrentan a un doble reto: vivir más tiempo y no estar ordeñando a las 5 de la mañana. Pero cuando se trata de quemar calorías, es una ecuación bastante simple. Lo que entra en nuestro organismo debe ser quemado o se pega a nuestros huesos para siempre. Después de los 40, nuestro nivel de actividad tiende a disminuir por lo que debemos realizar un registro de las actividad físicas que podríamos realizar para quemar lo que comemos y cambiar las calorías vacías por unas calorías más sanas.
- Eliminar las condiciones metabólicas subyacentes: los problemas de tiroides afectan al 0,5% de los mayores de 40 años, la mayoría de ellos mujeres. Por lo que debemos realizarnos análisis periódicos para descartar problemas de este tipo de hormonas. El hipotiroidismo es una de las razones principales por las que los mayores de 40 años no pueden perder peso, ya que la tiroides regulan el metabolismo y cuando es lento, la pérdida de peso se ralentiza.
- Ajusta tus hábitos alimenticios para obtener la máxima energía posible: una vez pasamos los 40 años, una de nuestras metas debe ser mantenernos llenos sin sucumbir a la tentación de comer como cuando teníamos 20 años. Para conseguir esto, lo que podemos hacer es comer menos cantidad pero más veces al día, es decir, podemos comer 5 veces al día en intervalos de 3 horas. Comer pequeñas cantidades de comidas en las que comamos de todos los grupos de alimentos las proporciones necesarias. Por ejemplo, un desayuno ligero pero saludable antes de ir a trabajar o estudiar, luego un yogurt sin grasa a media mañana. Luego llega el momento de comer un almuerzo equilibrado, seguido de una merienda que puede ser una fruta antes de ir a realizar un paseo y así, evitamos comer en exceso en la cena.
- Tómate tu tiempo para comer, aprovecha las ventajas de los ritmos naturales de tu cuerpo: merendar o cenar antes de las 8 de la tarde es la mejor decisión que podemos tomar, si lo hacemos después nos costará quemarlo. Afortunadamente, lo contrario también es cierto: lo que comemos por la mañana, cuando nuestro metabolismo está trabajando en su velocidad máxima, es mucho más probable que lo quememos a lo largo del día. ¡Nunca te saltes el desayuno! Esto te puede hacer tirar por la borda todo lo que harás el resto del día, ya que es el momento en el que el metabolismo se pone en marcha y necesitamos que todo comience a funcionar en nuestro cuerpo correctamente.
- Los músculos son su mejor aliado para adelgazar: cuánta más masa muscular consigas, más calorías quemará tu metabolismo de manera eficaz. Así de simple, aunque tristemente, con la edad es una tendencia natural perder músculo, todo se puede trabajar. La clave para el beneficio de este punto a largo plazo es trabajar con algunos pesos de mano o bandas de estiramiento, no dejar que los músculos se nos atrofien.
- Dormir más quema más calorías: paradójicamente, una buena noche de sueño es una de las claves principales para perder peso. La falta de sueño está directamente relacionada con el aumento de peso debido a las acciones de dos hormonas: la leptina y la grelina, las cuales controlan el hambre y la saciedad. Cuando nos privamos de sueño, tenemos más antojos y nos sentimos menos satisfechos.
- Haz cambios lentos y realistas en tu estilo de vida: no podemos cambiarlo todo de un día para otro, queremos que nuestro cuerpo responda bien y no se vuelva loco. Es por ello que debemos ir cambiando todo de manera escalonada y por áreas. Primero la alimentación, haciendo pequeños cambios en la dieta hasta conseguir el menú que mejor nos venga. Y después seguir incluyendo el ejercicio que nos haga sentir bien y motivados y que trabaje las zonas que queremos.
Consejos para adelgazar a los 40 Años
- Come menos azúcar, menos alimentos procesador y granos refinados, va a ser complicado deshacerte de todo ello una vez que empieces a mirar tu despensa, pero quien algo quiere ya sabemos que algo le cuesta.
- Hacer más ejercicio, ¡al contrario de lo que tu cuerpo puede querer hacer pero tú mandas! Así que comienza a hacer ejercicio de manera gradual: ejercicios aeróbico y con pesas, serán tus mejores aliados.
- Mantenga un diario de alimentos o una aplicación de móvil para registrar todo lo que comes: es la mejor forma de comprobar todo lo que nos funciona y lo que no a la hora de que nuestro metabolismo trabaje mejor y de preparar una lista de la compra en mejores condiciones.
- Utilizar algunos probióticos para ayudar a la digestión.
- Introduce en tu dieta alimentos anti-inflamatorios: estos alimentos son aquellos altos en omega-3, junto con el ajo, la cúrcuma, el cacao, los tés y las bayas.
- Come más proteínas de alta calidad, ya que sabemos que las dietas con alta cantidad de proteínas en ellas ayudan a perder peso.
- Añade a tu dieta la conocida como fibra soluble: este tipo de fibra consigue que nos sintamos menos hambrientos, pudiendo aumentar la sensibilidad a la insulina.
- Duerme más e intenta tener menos estrés: esta puede ser la parte más difícil. Hay muchas cosas que puedes probar, como melatonina o magnesio por la noche, meditación o baños calientes antes de acostarte. Realmente existen muchas sugerencias para conseguir que podamos cumplir con este propósito y que adelgacemos más a gusto.
- Lleve un control con su médico de sus hormonas más importante, como por ejemplo la tiroides.