Dieta del Agua – Cómo hacer la dieta del Agua

Tomamos unos dos o tres litros al día, pero pocos saben que el agua puede ser un remedio para sacarnos aquellos kilos de más, que tanto nos molestan y poder llegar al verano con la figura deseada. La dieta del agua aprovecha las propiedades del líquido para ayudar a los que lo desean a perder peso. Ahora ya no hay excusa para lucir el perfil que quieras durante la etapa veraniega y gozar de unos riñones con una excelente salud.

¿Qué es la dieta del agua?

Este tipo de dieta, conocido en Inglaterra como «lighter life», consiste en ingerir cuatro litros de agua al día y solo requiere 500 calorías al día para poder subsistir. El secreto está en que el agua nunca engorda, ya que cuenta con cero calorías. Además, acelera el metabolismo, por lo que a partir de los dos litros, permite quemar grasas de una manera más sencilla. Sin embargo, esto no significa que tomando mucha agua estés libre de realizar una dieta equilibrada. Este líquido debe sustituir a las bebidas azucaradas y estar acompañado de una dieta adecuada para adelgazar eliminando los virus estomacales.

El agua puede tomarse durante todos los momentos del día, incluyendo antes, durante y después de cada comida. Pese a todo, es recomendable hacerlo antes para sacar partido de sus propiedades saciantes, y así reducir la cantidad de la comida ingerida, y después para aumentar la diúresis y el peristaltismo. Además, también se puede beber agua en ayunas, justo al levantarse, para conseguir otro tipo de ventajas. No solo permite eliminar todo el tipo de toxinas producidas durante el sueño, sino que además actúa como un excelente remedio para eliminar la retención de líquidos, que producirá un aumento del porcentaje de grasa de nuestro cuerpo.

Antes de iniciar este tipo de plan nutricional, investiga sobre la dieta del agua y pide asesoramiento a algún especialista. Es muy efectiva si se hace correctamente y se toman las precauciones adecuadas, pero en caso contrario puede tener malos efectos para nuestro organismo. Una de las consecuencias más típicas de error en este tipo de plan nutricional es conseguir que nuestro cuerpo entre en cetosis. Síntomas como niveles bajos de azúcar, fatiga, estreñimiento o intelorancia a las temperaturas frías pueden considerarse como impedimentos para el correcto desarrollo de la dieta. Nunca debe anteponerse la pérdida de peso corporal a nuestro correcto nivel de salud.

Beneficios de realizar la dieta del agua

Con todo, la dieta del agua cuenta con múltiples beneficios, que van desde la pérdida de peso hasta lo bueno que es para la salud, ingerir este líquido de forma constante. Los más destacados son los siguientes:

  • Permite llegar al peso deseado. Sin sufrir demasiado, la dieta del agua te permitirá perder hasta cinco kilos el próximo verano. Numerosos estudios confirman que tomar agua es muy útil cuando estás a régimen para acelerar la consecución de tus objetivos.
  • Ayuda a reducir el número de calorías por comida. Uno de sus grandes secretos es que beber un par de vasos de agua antes de cada comida permite reducir la ingesta de calorías entre 75 y 90 calorías en cada comida. Puede parecer poco, pero no lo es si hacemos la suma. Son un mínimo de 4500 calorías cada mes, lo que representa prácticamente un kilo de grasa.
  • Mejora el rendimiento de los riñones. Una buena hidratación es clave para prevenir la aparición de piedras en los riñones, que obliguen a pasar por el quirófano, en una operación y una recuperación especialmente dolorosa.
  • Ayuda a conseguir buenos hábitos de hidratación. Los médicos recomiendan beber un mínimo de dos litros de agua al día. Seguir la dieta del agua asegura cumplir esta premisa tan importante para nuestro organismo durante toda la vida.

Sin embargo, como en toda dieta, es crucial seguir las indicaciones de su médico de confianza antes de iniciar cualquier tipo de plan nutricional. Realice un chequeo de su cuerpo para detectar posibles contraindicaciones que podrían ser perjudiciales para su cuerpo. De hecho, en Inglaterra, una mujer de 40 años falleció por no seguir correctamente este tipo de plan. Bebió los cuatro litros de agua en apenas dos horas, su cerebró se hinchó y acabó muriendo de un colapso.

Cómo realizar la dieta del agua

La dieta del agua es un tipo de dieta corta, alrededor de los siete días, y que combina la ingesta de agua con alimentos con un alto contenido de este tipo de líquido (frutas y verduras). El agua también se puede consumir en muchos formatos diferentes como puede ser a nivel líquido, así como en infusiones y jugos combinados con frutas. Las opciones para realizar este tipo de plan nutricional son muy variadas. La única condición indispensable es que dos de los cuatro litros deben tener una procedencia de la agua natural. Pese a todo, no hay que tomarlo como una guía inamovible ya que todo depende del peso y de la altura de cada persona. De hecho, los especialistas recomiendan tomar la mitad de tu peso corporal. Por ejemplo, en caso de pesar 68 kilos, debes beber 2,2 litros de agua.

Tomar tantos litros de agua puede parecer una tarea ardua para todos. Sin embargo, resulta más sencillo de lo que parece. Cuatro litros de agua equivalen a 20 vasos de agua cada día. Una vez hayas asegurado tomar uno al levantarte y antes de cada comida, el resto los debes distribuir a lo largo del día a tu antojo de forma equilibrada para aumentar la efectividad de la dieta del agua. Ten en cuenta que la comida también debe ser cuidada con mimo. Se debe realizar una dieta adecuada que permita realizar ejercicio regularmente. Incluso, puedes programar numerosos vasos de agua durante la actividad, y después de finalizar tu plan de entrenamiento.

Durante una semana, el agua será tu principal aliado y te permitirá limpiar la sangre. Antes de iniciar la dieta, planifica metas realistas que permitan aumentar tu motivación por cumplir tus objetivos. Por ello, invierte en poder beber agua de calidad. El agua del grifo tiene mala reputación por el uso de productos químicos, así que si no cuentas con un filtro en tu casa, compra agua embotellada de calidad en el supermercado. Asimismo, mantener nuestro actual ritmo de vida y seguir la dieta del agua podría obligarte a contar con agua cuando estés fuera de casa. Compra una botella de calidad, sin blisfenol A, ya sea de plástico o de metal. Finalmente, utiliza técnicas de motivación para asegurarte no venirte abajo. Una de las grandes dificultades en planes nutricionales, como la dieta del agua, es conseguir controlar la saciedad. Los teléfonos inteligentes cuentan con aplicaciones que pueden ayudarte a controlar tus impulsos y levantar el ánimo durante los momentos más duros de la semana.

Con todo, la dieta del agua es ideal para conseguir una pérdida considerable de peso en un período corto de tiempo, a la vez que se refuerzan hábitos de vida saludables como es la ingestión constante de agua. Una vez finalizado el plan nutricional, sin embargo, hay que ser muy cauto a lo largo de los siguientes días con el denominado efecto rebote. Muchas personas recuperan su peso anterior y tiran por la borda todo el sacrificio realizado por intentar saciar el hambre. Cabeza después del sufrimiento y conseguir mantener lo que tanto ha costado conseguir con mucho esfuerzo.

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