Qué es el Alcoholismo
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El alcoholismo es una de las adicciones más habituales. Hasta el punto que la mayor parte de las consultas de salud mental que se llevan a cabo en el mundo entero están relacionadas con ella.
En este artículo vamos a explicarte qué es el alcoholismo, qué factores pueden provocar que termines padeciéndolo, cuáles son sus síntomas más frecuentes, y cómo prevenirlo. Esperamos que estos datos te sirvan de ayuda para no caer en esta adicción o recuperarte de ella. Recuerda que en doncomos no somos médicos, por lo que este artículo es de tipo divulgativo. Siempre es aconsejable que acudas a un médico para obtener una visión certera sobre tu caso y un tratamiento específico para ti.
¿Qué es el alcoholismo?
Se conoce como alcoholismo la adicción que puede tener una persona al consumo de bebidas alcohólicas. Esta dependencia no solo afecta a nivel mental, sino que también lo hace a nivel físico.
Las personas que tienen problemas con el abuso de estas bebidas no son capaces de controlar la ingesta de alcohol. Llega un momento que tanto su organismo como su cerebro solo funcionan correctamente cuando beben.
Quizá uno de los mayores problemas de esta adicción es que muchas personas no son conscientes de que la padecen. Y sin saber que es así, es imposible ponerle freno. La dificultad de saber si uno es o no alcohólico radica en el hecho de que se trata de una droga aceptada y cuyo consumo no se ve mal. Esto hace que muchas personas tarden años en hacer evidente su dependencia con las personas que les rodean.
Por desgracia el alcoholismo a día de hoy parece no tener cura. De hecho es considerado como una enfermedad de tipo crónico. Una vez que se padece es imposible dejar de serlo. Incluso aunque la adicción que siente se haya tratado y eliminado. Incluso aunque no vuelva a probar una gota de alcohol seguirá siendo alcohólico.
Aunque el alcoholismo no tiene cura sí que puede ser controlado. Por lo que siempre hay una esperanza y un remedio. Para curar esta adicción se crean diferentes tipos de tratamientos y programas de rehabilitación. De hecho el tratamiento del alcoholismo es multidisciplinar. Pues son muchos los expertos que han de colaborar para que el paciente pueda seguir con su vida. Si estás interesado en saber cómo rehabilitarse puedes encontrar un artículo en doncomos que te resultará esclarecedor.
¿Qué puede provocar el alcoholismo?
Muchos alcohólicos tienen puestas sus esperanzas en hallar un problema subyacente que sea la causa de dicha adicción. De esta manera, si se resuelve ese problema, el alcoholismo parará para siempre. Sin embargo, creen que sin saber qué es lo que les hace beber no habrá manera de parar de hacerlo.
Sin embargo esto no es así. No es necesario hallar el problema inicial para comenzar la cura. Es decir, que en cuanto el alcohólico sea consciente de lo que le está pasando debe comenzar con el tratamiento lo antes posible para poder curarse. Si por el contrario decide esperar a encontrar los problemas que le hacen beber para comenzar el tratamiento, cada vez se encontrará peor. Piensa en un incendio. ¿Si una casa se está incendiando los bomberos esperan a conocer la causa para apagar el fuego? No, ¿verdad? Pues lo mismo sucede con el alcohol. Que haya un motivo oculto que te haya provocado esta adicción no puede ser la excusa para seguir bebiendo. Hay que luchar contra la adicción y poco a poco se irán resolviendo el resto de problemas. E incluso hallando la fuente de ellos.
Factores de riesgo que provocan el alcoholismo
Está demostrado que existen ciertos factores de riesgo que pueden provocar que una persona caiga en esta adicción. De hecho la combinación de varios de ellos suele estar presente en los alcohólicos. Entre los más comunes se encuentran los siguientes:
- Factores genéticos. Parece ser que la genética puede jugarnos una mala pasada. Si tu madre, tu padre o tus hermanos son alcohólicos, es probable que tú también termines por desarrollar esta adicción. Por lo menos aumenta el número de posibilidades. No tiene por qué suceder, pero es posible que tengas más papeletas para que pase.
- Factores psicológicos. El alcoholismo suele atacar de lleno a aquellas personas que tienen la autoestima muy baja. Suele convertirse en una salida a los problemas. Una manera de evadirse. Los episodios de estrés pronunciados y ciertos problemas de salud mental, como por ejemplo la tendencia a la depresión, también puede ser factores de riesgo.
- Factores sociales. No podemos engañarnos. Nosotros somos como somos debido al entorno en el que nos hemos criado. De ahí que los factores sociales puedan tener una enorme repercusión a la hora de dar rienda suelta a esta adicción. Si a esto le sumamos el hecho de que el consumo de alcohol está socialmente aceptado, tenemos una mezcla verdaderamente peligrosa. Es normal que el consumo de alcohol se de entre amigos y familiares. Es fácil encontrar bebida. Es común su consumo entre ciertos tipos de profesiones. Como por ejemplo los músicos, los actores o cualquier profesión que requiera de mucho contacto social. Muchas personas empiezan a beber cuando salen, como parte de la diversión, y terminan generando un problema. Y no son conscientes hasta pasados muchos años.
Tomar una copa de vez en cuando, o tener periodos donde se abusa más del alcohol, no tiene porqué significar que tengamos una adicción. Sin embargo si notas que el alcohol se ha convertido en tu centro, que no puedes pasar un día sin consumirlo, que cuando no lo tomas tienes ciertos efectos secundarios… etcétera. En ese caso muy probablemente hayas caído en el alcoholismo.
Si estás interesado en conocer con más detalles cuáles son las causas del alcoholismo, te recomendamos que leas nuestro artículo 4 causas del alcoholismo.
¿Cuáles son los síntomas del alcoholismo?
No hay que olvidar que el alcoholismo es una adicción. Y que como tal las personas que lo padecen suelen mostrar ciertos síntomas. Entre los síntomas más frecuentes del alcoholismo destacan los siguientes:
- Tener la necesidad de beber alcohol. Como decíamos unas líneas más arriba tomar una copa de vez en cuando no significa que seas alcohólico. Sin embargo si sientes la necesidad de consumirlo ya estamos hablando de un problema.
- No ser capaz de controlar el consumo. Otro de los síntomas que nos pueden orientar para saber si una persona es alcohólica es saber si tiene capacidad de controlar su consumo. Nos referimos tanto a ser capaz de hacer frente a la necesidad de beber como ser capaz de parar de hacerlo.
- Cuando comienzas a beber en soledad y lo ocultas. Algunas personas disfrutan tomando una copa de vino mientras cocinan. Otras puede que tomen un poco de cerveza mientras juegan a videojuegos. Esto no tiene por qué ser un problema. Sin embargo, si comienzas a beber en soledad y a escondérselo a tus seres queridos, está claro que ahí sí hay un problema. ¿Por qué sientes la necesidad de ocultarlo? ¿Por qué tu familia o tus amigos no pueden saberlo? Está claro que tú mismo intuyes que esta conducta no es adecuada ni socialmente aceptable. Tú mismo te estás dando cuenta de que puedes tener un problema. Puedes ser adicto al alcohol.
- Tener el “mono” o síndrome de abstinencia. Esto es una clara demostración de que se tiene una adicción. Cuando una persona pasa cierto tiempo sin consumir y comienza a tener malestar físico y psíquico está claro que es adicto. Si además esta sensación solo cesa cuando bebes, no hay ninguna duda de que, por desgracia, eres alcohólico.
- Aumenta la tolerancia en cuanto a la ingesta. Uno de los problemas de las adicciones, ya sea el alcohol o cualquier otra sustancia, es que llega un momento en el que el organismo se acostumbra a ellas. Y cuando esto sucede se necesita consumir más cantidad para sentirse bien. Nuestra tolerancia a esa sustancia comienza a ser mayor. Si esto te pasa con el alcohol, tienes una adicción.
- Se sigue bebiendo aunque uno sea consciente de que se está haciendo daño. Con el paso del tiempo el alcoholismo comienza a afectar tanto física como psíquicamente. Es normal que el alcohólico empiece a notar que tiene ciertas lagunas o que ciertos órganos vitales comiencen a dar fallos. Por ejemplo suele ser habitual pasar por procesos de fuerte deshidratación, desnutrición o fallos hepáticos. A nivel social también tiene consecuencias. Se deterioran las relaciones con los seres queridos. Y a pesar de todos estos problemas, se sigue bebiendo. Ha llegado un punto en el que la adicción se ha apoderado de ti y no solamente de tu cuerpo.
- El día a día se resiente. Las personas alcohólicas terminan por abandonarlo todo. Su fuente de vida es el alcohol y este va ganando terreno. Se empieza a trabajar peor, se deja de ver a los amigos, uno se enfrenta con la familia y en general con los seres a los que quiere.
¿Cómo evitar el alcoholismo?
La mejor medicina para esta enfermedad es la prevención. Y cuanto más joven se empiece, mejor.
- No comenzar a beber hasta ser mayor de edad. Lo más recomendable para evitar caer en el alcoholismo es no beber hasta llegar a la edad adulta. Y no hay manera de lograr esto si no se predica con el ejemplo. Si eres padre y tienes hijos menores que no quieres que beban, no lo hagas tú tampoco. Sucede lo mismo con el tabaco. ¿Cómo vas a prohibirle a tu hijo que fume si tú te pasas el día haciéndolo? Es importante que la familia dé buen ejemplo a las generaciones futuras. De ahí que si quieres evitar que tus hijos beban, debas de dejar de hacerlo tú también.
- Explicarle la realidad a los jóvenes. Aunque la gente sea joven esto no implica que no entienda las cosas. Hay que explicar todo con veracidad para que puedan tomar sus propias decisiones y labrarse su propia forma de ver las cosas. No hay nada mejor que ofrecer información para intentar prevenir el consumo de alcohol. Sobre todo en los más jóvenes.
- Ayudarle a hacer frente a los factores de riesgo. De nada servirá que le des “la charla” a tu hijo si no le ayudas a eliminar los factores de riesgo que pueden hacer que tarde o temprano caiga en las garras de esta adicción. De acuerdo que con la genética no podemos hacer nada, pero sí con los factores psicológicos y sociales. Asegúrate de que tu hijo tenga una buena autoestima, de que no está deprimido ni tiene problemas. Asegúrate de que en su círculo no tenéis la bebida como un elemento necesario para divertiros. Si te enfrentas a los factores de riesgo hay menos probabilidades de que tu hijo caiga en esta adicción.
Esperamos que este artículo te haya servido de ayuda para comprender un poco mejor qué es el alcoholismo. Si quieres conocer más datos sobre otros temas relacionados con la salud no dejes de visitar doncomos.
Igualmente, si tienes una experiencia cercana sobre esta adicción o puedes compartir información que resulte de utilizad para otros lectores, no dejes de hacerlo. Tienes el apartado de comentarios unas líneas más abajo.