Respiración Pulmonar: Qué es, Definición y Significado
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La respiración pulmonar es un acto imprescindible en los seres vivos. Sin ella sería imposible poder sobrevivir. Es probable que si estás estudiando biología en este momento tengas interés por saber qué es la respiración pulmonar. Quizá simplemente te preguntas cómo funciona exactamente la respiración pulmonar que te permite vivir cada día. Sea cual sea tu caso, en doncomos vamos a enseñarte todo lo que tienes que saber sobre esta acción tan importante en los seres vivos. ¿Estás preparado? En ese caso, ¡comencemos!
Se conoce como respiración pulmonar a aquella acción que realizan los seres vivos y que es vital para la supervivencia. Dicha acción consiste en un intercambio de gases que se desarrolla en el interior de los pulmones. En este órgano el organismo es capaz de liberar el dióxido de carbono innecesario para la supervivencia y de suministrar el oxígeno a todo el cuerpo a través de la sangre.
Es decir, que por medio de la respiración pulmonar entra en el cuerpo oxígeno y se libera el dióxido de carbono. En esta acción también está implicada la respiración celular. Si quieres conocer más datos sobre la respiración celular no dejes de leer el siguiente artículo de doncomos: Respiración Celular: Qué es, Definición y Significado
¿Sabías que la respiración humana se lleva a cabo unas doce o veinte veces por minuto en nuestro organismo? ¿Te imaginas la precisión que tiene que tener nuestro cuerpo para llevar a cabo esta acción?
Otra de las características más interesantes de la respiración pulmonar es que se trata de un acto involuntario del cuerpo. En la mayor parte de las veces de tipo instintivo. Según las necesidades que tenga el organismo demandará más oxígeno o menos. Por ejemplo, si los niveles de dióxido de carbono son muy altos y los niveles de oxígeno más bajos, el centro respiratorio o CR, que se ubica en la médula oblonga, recibe diferentes señales para controlar la frecuencia y velocidad de este proceso. Desde señales hormonales, químicas o del propio sistema nervioso.
¿Cómo funciona la respiración pulmonar en los seres humanos?
Los órganos principales encargados de la respiración pulmonar en los seres humanos son los pulmones. Los pulmones se extraen y contraen gracias al diafragma. El diafragma se encuentra justo debajo de los pulmones.
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Los pulmones son un órgano vital para nuestra supervivencia y por este motivo están muy bien protegidos dentro de nuestro cuerpo. Estos se encuentran cubiertos tanto por la caja torácica como por las costillas, lo cual impide que tengamos problemas si sufrimos golpes o contusiones en esta zona. La forma de las costillas está directamente adaptada a nuestros pulmones. ¿Te has fijado alguna vez en que nuestras costillas ocupan un poco más de espacio que los pulmones? ¿Sabes por qué? Pues es precisamente para permitir que los pulmones tengan espacio suficiente para expandirse cuando se llenan de aire. Nuestro cuerpo es una auténtica obra de ingeniería en la que todo está pensado al milímetro.
- Pero los pulmones no actúan de manera solitaria para poder respirar. La boca y la nariz juegan un papel verdaderamente importante en este proceso. Esta parte de nuestro cuerpo se encarga de filtrar el aire y de conducirlo hasta los pulmones por medio de la garganta y de la tráquea.
- La tráquea es considerada como el conducto respiratorio de los vertebrados y forma parte de nuestro aparato respiratorio. Por arriba se extiende desde la laringe y por abajo se divide en dos canales de aire que son conocidos como bronquios. La función de la tráquea es vital para poder respirar pues brinda una vía para poder inhalar y exhalar el aire.
- Los bronquios son conductos tubulares fibrocartilaginosos que se ramifican dentro de cada pulmón en tubitos más pequeños conocidos como Estas pequeñas vías aéreas en las que se dividen los bronquios terminan en unos sacos diminutos que son conocidos como alveolos pulmonares. Y es precisamente en los alveolos pulmonares donde tiene lugar el intercambio gaseoso entre el aire que hemos respirado y la sangre. No hay que olvidar que los alveolos se conectan con los capilares sanguíneos.
- Una vez que el aire ha llegado a los alveolos pulmonares el sistema circulatorio se encarga de distribuir el oxígeno por todo el organismo. El sistema circulatorio funciona como un auténtico engranaje. El corazón se encarga de bombear la sangre y llevar el oxígeno a todas las células.
- Cuando el oxígeno ha llegado a absolutamente todos los rincones de nuestro organismo el dióxido de carbono llega hasta nuestros pulmones por medio del sistema circulatorio. El sistema circulatorio usa la sangre para transportar tanto el oxígeno como el dióxido de carbono. ¿Has visto alguna vez Érase una vez la vida? Es una serie de televisión de los años noventa que explicaba a la perfección la respiración pulmonar.
- El dióxido de carbono es el deshecho que queda tras haber obtenido el oxígeno que nos hace falta para vivir. Una vez que el dióxido de carbono llega a los pulmones el trabajo es a la inversa que el de la obtención del oxígeno. Es decir, los capilares sanguíneos lo desechan en los alveolos pulmonares. Y los alveolos pulmonares se encargan de expulsar el dióxido de carbono hasta los bronquios. Desde los bronquios el dióxido de carbono avanza hacia la garganta para ser expulsado por la boca o por la nariz. Increíble, ¿verdad?
Las diferentes etapas de la respiración pulmonar
Como habrás podido observar con lo que te hemos explicado unas líneas más arriba, la respiración pulmonar se divide en varias etapas. Una primera etapa en la que el aire entra en nuestro organismo por medio de los pulmones. Y una segunda etapa en la que liberamos los gases que no nos sirven también por medio de idéntico sistema.
Primera etapa o etapa de inhalación
En la primera etapa de la respiración pulmonar nos encargamos de inhalar el aire del exterior. Esto es posible gracias al diafragma que se contrae hacia abajo para permitir que la cavidad torácica se expanda. Al expandirse la cavidad torácica los pulmones disponen del suficiente espacio como para hincharse con el aire que succionamos por medio de la boca o de la nariz.
Es en este momento cuando el aire comienza a viajar por nuestro organismo a partir de la tráquea. Se dirige a los bronquios, a los bronquiolos, a los alveolos pulmonares, a los capilares sanguíneos y de ahí al torrente sanguíneo por medio del sistema circulatorio.
La hemoglobina que contienen los glóbulos rojos es imprescindible para poder transportar el oxígeno.
Segunda etapa o etapa de exhalación
A partir de aquí, y de manera completamente automática, comienza la segunda etapa de la respiración pulmonar. En esta segunda etapa el dióxido de carbono es liberado de los capilares sanguíneos. El sistema circulatorio ya se ha encargado de filtrar el aire y obtener el oxígeno que hace falta para que el organismo sobreviva. A cambio deshecha el dióxido de carbono que hay que eliminar por medio de la exhalación.
Una vez en los capilares sanguíneos, el dióxido de carbono realiza el camino a la contra. Llega a los alveolos pulmonares, de ahí sube hasta los bronquiolos, llega a los bronquios, recorre la tráquea y sale de nuestro cuerpo. Lo hace o bien por la nariz o bien por la boca.
En este caso el pulmón ha de vaciarse de aire en vez de llenarse con el aire. Por este motivo el diafragma ha de relajarse y moverse hacia arriba. De esta manera el espacio de la cavidad torácica, a diferencia de lo que sucede con la inhalación, se reduce. Al reducirse el espacio los pulmones son ayudados para exhalar hacia el exterior el aire cargado de dióxido de carbono que ya no nos sirve para la respiración.
La exhalación es completamente automática. De hecho se considera como un movimiento pasivo. Gracias a la acción del diafragma no supone ningún esfuerzo para nuestro cuerpo.
Algunas curiosidades y datos interesantes sobre la respiración pulmonar
¿Sabías que ninguna célula del cuerpo humano puede vivir sin oxígeno? Todas necesitan del oxígeno para poder realizar sus funciones. De ahí que la respiración pulmonar sea tan importante. Esta es la responsable de que todo el organismo y todas las células de nuestro cuerpo tengan acceso al oxígeno. Sin duda es una de las funciones más importantes para poder sobrevivir.
¿Sabías que el sistema respiratorio está muy bien diseñado para evitar que entren en nuestro cuerpo sustancias peligrosas mientras respiramos? Y todo comienza en nuestra nariz. En ella tenemos unos pelillos que sirven estupendamente para filtrar el aire y evitar que entren a los pulmones sustancias peligrosas.
Y esto no es todo. También están presentes en nuestro organismo los cilios. Los cilios son vellos microscópicos que se ubican a lo largo y ancho del tracto respiratorio para asegurar la máxima pureza en el aire. Por ello, aunque respires por la boca, los cilios se encargan de limpiar el aire de posibles agentes externos que no nos sienten bien. Sin embargo, los cilios tienen un enemigo muy grande: el humo del tabaco. Fumar o respirar el humo hace que estos pelillos microscópicos no puedan realizar adecuadamente sus funciones.