Cómo reconocer las maneras disfuncionales de afrontar una crisis de ansiedad

Todos padecemos de una crisis de ansiedad alguna vez en la vida. Sin embargo, cuando las crisis son recurrentes y no sabemos cómo afrontarlas es posible que empecemos establecer patrones de conducta disfuncionales; los cuales, posiblemente se conviertan patologías propias de diferentes trastornos mentales.

Muchas personas pasan años de su vida sumergidos en la ansiedad, sin poder solucionar problemas importantes. Algunos, asisten a terapia psicológica, pero realmente no logran afrontar por sí solos las crisis de ansiedad y por ello constantemente vuelven a recaer en pedir ayuda.

Se supone que la terapia va a brindarle a la persona las herramientas suficientes y adecuadas para poder solucionar sus problemas por sí solo más adelante. Sin embargo, la persona no puede tener un acompañamiento eterno del terapeuta; porque entonces se convierte en un dependiente de este. Por lo cual, si constantemente estás pidiendo ayuda para poder afrontar ciertas crisis de ansiedad quiere decir que no estás aplicando las soluciones adecuadas a tu caso.

A veces pensamos que lo más conveniente es reprimir nuestras emociones para eliminarlas; pero la verdad es que muchas veces no vas a tener el control de tus reacciones, porque las emociones son innatas del ser humano y siempre van a estar allí. Lo que si puedes hacer es gestionar estas emociones para que cumplan la función que deben cumplir.

No existen emociones buenas o emociones malas; pero sí existen conductas negativas y positivas. La ira, por ejemplo, no necesariamente es mala; es más, te ayuda aponer limites cuando los demás están pasando por encima de ti. Así mismo, el miedo te pone alerta para evitar algún peligro; pero cuando el miedo se sale de control, el exceso de ansiedad puede llegar a causarte daño. Por ello, lo importante es saber controlar los miedos, porque tienes que estar consiente que no puedes eliminar por completo el miedo en tu vida.

Instrucciones para reconocer las maneras disfuncionales de afrontar una crisis de ansiedad

El manifiesto de la evolución de la terapia breve estrategia como modelo comprende una particular explicación de las patologías que propone concretamente Giorgio Nardone. Por lo cual, se dice que es una revolución copernicana frente a las terapias tradicionales en el diagnóstico y tratamiento de patologías como el trastorno obsesivo compulsivo y otros como los trastornos alimenticios.

El tratamiento terapéutico planteado realmente funciona como estrategia sistémica específica adaptada a las diferentes patologías. Lo novedoso en la intervención de la bulimia y la autolesión es que han vinculado estas patologías para poder crear sesiones que verdaderamente efectivas bajo términos de focalización de grados de daños que se provocan a sí mismos los pacientes.

La anorexia y la bulimia realmente son patologías que en el fondo causan una autolesión al que las padece. Analizando cómo funciona el problema se pude adaptar un protocolo de mediación adecuado para intervenir los casos. Viendo la tortura del vómito como una acción necesaria para alcanzar un propósito, el paciente está consiente que se hace daño, pero el vomitar ya se le convierte en una compulsión incontrolable que con el tiempo lo interpreta como un placer compulsivo.

La mayoría de las personas que sufren de anorexia y mueren, no van a morir por padecer de este trastorno, sino por la pérdida del potasio que ocasiona el vomitar recurrentemente. Por lo cual, muchas veces, frente al temor a la muerte, añaden a su rutina patológica otros tipos de tortura como cortarse o autolesionarse para evitar vomitar demasiado; porque asocian el dolor directamente con el placer.

Estos trastornos se inician generalmente en la adolescencia, pero también se pueden desarrollar en edades adultas como patologías; casi siempre en consecuencia de eventos importantes de ruptura emocional que se asocian con la depresión, como el divorcio o la muerte de algún familiar.

La terapia en tiempo breve o la terapia breve estratégica es un modelo de intervención en los diferentes trastornos, eficaz para la mediación en casos tan profundos como la autolesión. Todo el trabajo se centra en el analizar las soluciones intentadas de manera disfuncional durante la intervención de múltiples trastornos.

En otras palabras, a lo largo de la vida, las personas que llegan a desarrollar patologías mentales, generalmente, se debe a que se les presentó alguna dificultad que intentaron solucionar de manera inadecuada. Esta forma de solucionar su dificultad se termina convirtiendo en la acción que empeora el comportamiento negativo y lo convierte en verdadero problema.

En este sentido, si las dificultades son atendidas a tiempo y asertivamente con los métodos estratégicos adecuados no se llegaría a convertir en un problema patológico. Sin embargo, muchas personas acuden a pedir ayuda cuando la dificultad ya se volvió un problema e incluso cuando su vida empieza a correr verdadero peligro.

De esta manera, la prevención vendría a ser la estrategia inicial de cualquier profesional para evitar pasar a mayores consecuencias con sus pacientes. Por otro lado, los docentes son los primeros en detectar conductas extrañas en los niños, porque muchas veces los padres ni se enteran pues ellos mismos presentan ambientes disfuncionales en la familia y; por lo tanto, consideran que es normal o que el comportamiento inadecuado viene causado por factores externos al núcleo familiar.

¿Que necesitas para reconocer las maneras disfuncionales de afrontar una crisis de ansiedad?

Es necesario pedir ayuda. Las personas que se dan cuenta que tienen un comportamiento inadecuado al punto de causarse daño, como ciertos casos de autolesión (porque no todos los que se autolesionan están conscientes de que se hacen daño), van a optar por acciones específicas para intentar solucionar las crisis de ansiedad que los llevan a volver a hacerse daño.

Consejos para reconocer las maneras disfuncionales de afrontar una crisis de ansiedad

Existen tres maneras disfuncionales de tratar de afrontar una crisis de ansiedad que realmente nunca van a ayudar a salir del circulo viciosos:

  1. Tratar de evitar las situaciones que consideras que detonan la crisis. Por ejemplo, evitar la comida con grasa o muy dulce para no subir de peso de manera obsesiva, evitar la ansiedad que produce algún cambio como mudarte o iniciar una carrera universitaria. También, evitar emociones consideradas “negativas” como la tristeza o la ira; tratando de estar alegre siempre o rechazando tus propios estados de ánimo. En fin, la evitación en cualquiera de sus formas, será la primera solución disfuncional intentada, la cual aumentará la ansiedad y el miedo a caer en las crisis. Por lo cual, se recomienda buscar maneras de afrontar la crisis, no funciona evitarlas.
  2. Seguidamente, notando que no pueden evitar las crisis, las personan generalmente van a pedir ayuda a algún amigo o algún familiar. Pedir ayuda a la persona incorrecta puede ser muy peligroso, lo más adecuado es pedir ayuda a un profesional. Sin embargo, solo pidiendo ayuda se ratifica la incapacidad de la persona para solucionar su problema y generalmente esto te baja bastante la autoestima. Pueden pasar muchos años de terapia con diferentes personas sin ver resultados. Por lo tanto, pedir ayuda sin tomar acción tampoco funciona.
  3. Finalmente, y con base en los consejos recibidos en terapia o de algún amigo, seguramente vas a tratar de controlar tus impulsos para no recaer en las crisis, pero esto tampoco funcionará. Solo conseguirás exacerbarte más y recaer en perores condiciones si tratas de controlar tus reacciones físicas; lo cual te llevará a tratar de evitar la situación de crisis si sientes que no puedes controlarte y sigue el circulo vicioso. Por eso es recomendable accionar de manera diferente para obtener resultados diferentes.

 

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