Cómo pulir los faros de un coche
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Los faros del automóvil son un elemento básico para la circulación, tanto de noche como en días muy nublados, porque sirven para alumbrar la carretera que tienes por delante como para que los demás vehículos que se aproximan a ti te puedan ver, algo en lo que no siempre se repara.
Pero la exposición al sol, las temperaturas extremas de calor y frío, la lluvia -que puede arrastrar elementos de contaminación química-, la sal y los productos para derretir la nieve, la suciedad que se incrusta en los arañazos inevitables a lo largo del tiempo, producidos por la grava u otros fragmentos del firme, hacen que los faros se ensucien y se vuelvan mates, iluminando peor, lo que, además de que supongan una reprimenda a la hora de pasar la ITV, sobre todo reducen la seguridad en la conducción.
Pero este problema tiene solución, y a continuación te explicamos cómo pulir los faros de un coche de manera efectiva y no muy complicada.
¿Que necesitas para pulir los faros de un coche?
- Agua y jabón, o limpiador multiusos
- Cinta de carrocero
- Lijas de agua, de grano 400, 1000 y 2000
- Una taladradora con 2-3 discos de lana
- Pulimento líquido a base de siliconas
- Guantes de vinilo
- Un trapo de algodón que no suelte pelusa
Instrucciones para pulir los faros de un coche
- Agua y jabón. En primer lugar, debes lavar los faros con abundante agua y jabón, o un limpiador multiusos, aunque debe ser incoloro. Así retirarás toda la suciedad superficial, aceites, productos químicos e impurezas que se han adherido con el tiempo a los faros. También puedes utilizar un kit de limpieza de venta en los establecimientos dedicados al motor. Así esos restos no rayarán el faro cuando procedas al pulido.
- Desmontar los faros. Si sabes hacerlo, puedes desmontar cada faro pues te será más fácil su manipulación, pero no es algo imprescindible, porque puedes limpiarlos sin desmontaje alguno.
- Cinta de carrocero. A continuación, es muy importante que cubras todas las superficies alrededor de los faros, especialmente las pintadas, con cinta de carrocero, que es de papel ligeramente adhesivo, utilizada como su nombre indica para proteger la carrocería en reparaciones, y por los pintores. Puedes aumentar la protección con láminas de plástico para mayor tranquilidad a la hora del proceso de pulido. Este es un paso muy importante para que el acabado final sea perfecto.
- Lijado. Después de limpiar el faro, debes lijarlo para retirar tanto las rugosidades incrustadas como partes más opacas y quemadas por el sol. Es un lijado suave y constante, sin prisas. Lo recomendado por los expertos es usar primero una lija de agua de grano 400 para la primera mano de lijado, y luego darle otras dos, usando lija de grano 1000 en la segunda y de grano 2000 en la tercera. La forma de lijar es que debes tener un barreño o similar de agua -sólo agua- cerca para ir mojando continuamente la lija que estás usando, al igual que debes ir mojando el faro. Para esto último te puedes ayudar con un pulverizador. Debes lijar con movimientos circulares y suaves. Cuando vayas acabando las tres manos de lija, pásale la mano, en busca de partes que todavía estén ásperas, y aplica allí la lija, hasta que toda la superficie esté lisa.
- Agua y secado. Tras los lijados, deberás volver a limpiar sólo con agua la superficie del faro para retirar el polvo que han producido las lijas. Después seca bien el faro. Verás que ha quedado con un aspecto blanquecino translucido y homogéneo.
- Pulido. Ahora es el momento de que te pongas unos guantes de vinilo y apliques el pulimento líquido con un trapo de algodón, extendiendo el producto con movimientos circulares por todo el faro. Observarás que a medida que vas frotando el faro con el pulimento, el faro va perdiendo su aspecto blanquecino y se va volviendo transparente. Lo recomendable es que les des dos manos de pulimento a cada faro para obtener un mejor resultado.
- Abrillantado. Una vez que la superficie de plástico de la cubierta del faro está completamente pulida y transparente debes abrillantarla con un trapo de lana completamente limpio, y sin usar el pulimento, frotas con firmeza y también con movimientos circulares cada faro hasta que les saques el brillo que quieres. Tanto en el pulido como en este paso de abrillantado puede serte útil usar una taladradora con discos de algodón y lana.
- Retirar la cinta. Por último, retira la cinta de carrocero y plásticos protectores que puedas haber colocado, con cuidado, y limpia la zona con un paño si lo crees necesario.
- Tiempo. Ten en cuenta que el pulido de los faros es una operación que demanda paciencia, porque debes hacerla repitiendo muchas veces los movimentos, tanto los de lijado como los de pulido y abrillantado. En total puede durar entre un cuarto de hora y 40 minutos por faro, aunque dependerá de la habilidad de cada persona y la suciedad acumulada.
Consejos para pulir los faros de un coche
- En lugar de adquirir lijas, pulimento y discos textiles o trapos, puedes adquirir un kit especializado completo que se vende en las tiendas de recambios dedicadas al motor.
- No se recomienda realizar este proceso de lijado y pulido más de dos veces en la vida útil de la cubierta de los faros, pues si se repite con mayor frecuencia se podrían producir grietas, lo que provocaría la necesidad de cambiar el faro de manera inmediata.