Cómo mantener los frenos de tambor

Los frenos de tambor son unos de los grandes olvidados, pero siguen existiendo en coches tanto con cierta antigüedad como en nuevos, sobre todo si hablamos de vehículos comerciales e industriales. Sea cual sea tu automóvil, si has llegado hasta aquí es porque seguro que te interesa saber cómo mantener los frenos de tambor, y aquí te vamos a contar como hacer que estén siempre en perfecto estado.

Este sistema de frenado sigue vigente a pesar del auge de los discos de freno. Mientras que en estos últimos el círculo es detenido por una pinza que posee unas pastillas en su interior; en el caso de los frenos de tambor nos encontramos con una estructura basada en unos componentes y un funcionamiento distinto. Sin embargo, la finalidad es la misma, detener el tren de rodaje.

En los frenos de tambor nos encontramos con un tambor metálico en el que el frenado del vehículo se produce a consecuencia de unas zapatas activadas mediante un sistema hidráulico y un cilindro encargado de accionarlas que se separan según la fuerza aplicada en el pedal de freno. Así se provoca una fricción que entra en contacto con la cara interna del tambor, provocando la detención o reducción de la marcha del vehículo.

Los frenos de tambor, en la actualidad, están reservados principalmente a ser utilizados en el tren posterior. En todo caso hay que saber que son unos frenos menos efectivos y que se sobrecalientan con mayor facilidad que los de disco, pero son más económicos y duran más.

Instrucciones para mantener los frenos de tambor

 

Al tratarse de un elemento que no se encuentra fácilmente visible, es necesario saber cómo mantener los frenos de tambor para que el coche pueda superar la inspección de la ITV; y, sobre todo, por razones de seguridad.

Existen diferentes indicios que nos pueden indicar que existe algún tipo de error en el sistema y que requiere de nuestra rápida actuación. Algunos de ellos son:

  • Mayor carrera del pedal de freno. Si notamos que el pedal de freno tiene una carrera superior a la habitual puede dejarnos caer de que hay algún tipo de agarrotamiento en uno o en los dos cilindros de la rueda, que haya fugas o que haya un problema en el ajustador automático.
  • Chirridos. Siempre hay que estar pendiente de los sonidos que provengan de nuestro vehículo. Estos nos pueden dar información valiosa para conocer un posible problema en este. En este caso, si son chirridos que provienen de la parte trasera de nuestro coche podría venir dado porque el forro de la zapata está desgastado y haya un roce entre el metal y el tambor. También puede que notes un desvío en la trayectoria a la hora de frenar.

Por ello es muy importante llevar a cabo labores de mantenimiento en los frenos de tambor, la cual constará de una revisión periódica y una sustitución de piezas en el caso de que sea necesario. Esta reparación puede implicar el reemplazo de diferentes piezas como cilindro, zapata, tambor, tensor, muelles y/o seguros.

De igual forma, debes saber que es necesario impregnar una grasa especial de frenos en sus partes móviles. Si al revisar los frenos de tambor te percatas de que hay algún tambor oxidado o que presenta algún tipo de rayado, surco o grieta, será el momento de sustituirlo.

Cuando sustituir los frenos de tambor

A la hora de saber cómo mantener los frenos de tambor es importante saber algunos datos relativos al momento en el que se deben sustituir sus elementos principales:

  • Tambores. Estos deben ser sustituidos por unos nuevos en el caso de que empiecen a estar deformados o bien presenten ranuras profundas. También cuando su diámetro interno esté cerca del indicado por el fabricante. Por lo general, un freno de tambor trasero permite circular hasta 80.000 kilómetros, aunque la revisión es aconsejable realizarla cada 30.000 kilómetros. Aunque los diferentes elementos del kit tienen distinta durabilidad, se recomienda sustituir todo el kit del freno de tambor de la misma vez.
  • Zapatas. Por otro lado, es muy importante tener en cuenta que las zapatas se encuentren en un perfecto estado. Estas, junto al tambor son las encargadas de realizar el esfuerzo durante el frenado, sobre todo cuando se pone en funcionamiento el freno de estacionamiento. Asimismo, el material de fricción de ellas debe hacer cumplir el Reglamento 90 de la legislación europea.
  • Rodaje de asentamiento. Una vez que se sustituye el conjunto de freno tambor, para conseguir que la frenada sea compensada y efectiva se necesitará llevar a cabo lo que se conoce como rodaje de asentamiento. Este consiste en hacer un rodaje con el vehículo con el kit de freno de tambor cambiado evitando hacer frenazos bruscos durante al menos 200-500 kilómetros. Para ello, tendrás que tener cuidado durante los primeros usos que le des, apostando por una conducción más calmada que evite exigir el máximo a estos elementos.

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