Cómo usar un lavavajillas
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Las labores del hogar son muy variadas. Van desde tareas muy sencillas a otras más complejas que requieren mayor tiempo y esfuerzo, como lavar la ropa, barrer el patio, hacer una limpieza profunda, etc.
Sin embargo, por más pesadas que sean estas tareas, hay quienes las realizan con gusto, pues se tratan de labores esporádicas. No obstante, existen otras que, aunque sean más fáciles de realizar y requieran de menos tiempo, tienden a ser más tediosas porque se realizan, sin falta, todos los días. Tal es el caso de tener la cama, cocinar y lavar la vajilla.
De hecho, hay quienes disfrutan cocinar, pero evaden, a toda cosa, tener que ser quien termine lavando los platos sucios de la comida. Incluso, lo ven como un castigo y, por eso se lo asignan a sus hijos cuando se han portado mal o cuando han salido mal en alguna tarea de la escuela.
Lavar la vajilla, para muchas familias, puede llegar a convertirse en una verdadera lucha campal y más si la comida se encuentra muy adherida. Suele ser motivo de constantes quejas y descontento. Por tal motivo, hay quienes han tomado la decisión de hacer una inversión y optar por comprar un lavavajilla.
Este es un aparato que se usa, con mucha frecuencia, en apartamentos y casas sofisticadas y facilita el trabajo de tener que lavar la vajilla. Lo que resulta en un verdadero alivio. En especial, si has tenido un día muy agotador.
Ahora bien, puesto que no se trata de un aparato común, es normal que surjan ciertas dudas sobre cómo se debe usar correctamente. Si estás leyendo este post, es probable que tengas dudas sobre el funcionamiento de este aparato y desees conocer cómo se usa. Por eso, en este breve, pero interesante post, te lo estaré diciendo.
Instrucciones para usar un lavavajillas
En ocasiones, pudiera suceder que, al usar tu lavavajilla, los platos no salen tan limpios como lo quisieras. Esto no quiere decir que el aparato esté averiado y que tengas que cambiarlo por uno nuevo. Puede que el problema sea que no lo estás usando de la manera correcta, quizás el jabón que usas no es el apropiado o que hayas metido en él algún objeto que no se puede lavar en él.
Sea cual sea el caso, te vendrá bien estar al tanto de estos detalles importantes relacionados con su funcionamiento:
- No es necesario que enjuagues la vajilla antes de meterla en el lavavajillas. Lo que sí debes hacer es eliminar todos los restos de comida que tenga. Esto lo puedes hacer utilizando una espátula, un cubierto o una servilleta ya usada.
- Lo siguiente es ser cuidadoso a la hora de introducir la vajilla. Debes hacerlo de tal manera que el agua pueda circular con libertad entre los objetos que pongas dentro.
- Con respecto a los platos y las tapas de las ollas, estas deben ir lo más vertical posible, asegurándote de que se encuentren bien separadas una de la otra. De hecho, de ser posible, trata de que no se toquen entre sí. Esto, con la finalidad de que no se acumulen restos de comida ni agua en su interior, luego de ser lavados.
- Con relación a los vasos y a las cazuelas, lo mejor será que las pongas hacia abajo.
- En cuanto a los cubiertos, debes colocarlos en la cesta, asegurándote de que el mango quede hacia abajo. En caso de que tu modelo de lavavajilla non traiga cesta, si no una bandeja, colócalos cuidadosamente, de modo que queden de lado.
- Si son de plástico, colócalos en la bandeja superior para que estén alejados de la resistencia, así corren menos riesgo de que se deformen por el efecto del calor. Ubícalos lo más estables posible para que no se vuelquen debido a la fuerza del agua y puedan quedar bien limpios.
- Si notas que la vajilla está muy sucia, colócala en la parte de abajo, ya que, en esta parte, el chorro de agua llega con mucha más potencia.
- Estos aparatos cuentan con unas aspas que giran. Por ahí es donde sale el chorro de agua. Antes de ponerla a funcionar, lo mejor es que verifiques que las aspas puedan girar con libertad, sin que nada choque contra ellas.
- Al usar el lavavajilla, llénalo por completo, ya que, de esta manera, no solo ahorrarás agua, sino también energía.
- Una vez que haya terminado el proceso de lavado, espera unos 30 minutos antes de abrir el aparato. Esto, con la finalidad de que la vajilla pueda secarse con el efecto del calor.
Ten en cuenta que algunos lavavajillas cuentan con un sistema automático que abre la puerta una vez que el trabajo se haya realizado por completo.
¿Que necesitas para usar un lavavajillas?
El buen funcionamiento del lavavajilla dependerá mucho del tipo de detergente que escojas. Entre las características de un buen detergente, se encuentran las siguientes:
- Debe ser soluble en agua.
- Es importante que tenga afinidad por las grasas.
- No debe afectar las fibras ni los tejidos.
- No debe ser tóxico ni tampoco alérgico.
- Debe contar con la capacidad de eliminar manchas.
- Su olor no debe ser desagradable.
Cuando encuentres un detergente con estas características, no dudes en comprarlo. Aplícalo en la caja destinada al detergente y luego, cierra la tapa.
Asimismo, debes asegurarte de usar la cantidad exacta de detergente. Esta siempre es la sugerida por el fabricante. Si utilizas una cantidad menor, no se eliminará por completo la suciedad de la vajilla. Pero, si utilizas más de lo recomendado, no aumentará la efectividad del lavado, lo que quiere decir que habrás hecho un gasto innecesario del producto.
Consejos para usar un lavavajillas
Si te aseguras de poner en práctica todos estos tips que te he dado, tendrás la plena seguridad de que utilizarás correctamente tu lavavajilla y te ahorrarás el trabajo de tener que lavarlo uno por uno, todos los días, tres veces por día.
En caso de que quieras que queden resplandecientes, añade un poco de abrillantador, sin importar que el detergente que hayas usado tenga en su composición, ya que, por lo general, suelen venir con una cantidad insuficiente para obtener buenos resultados.
Por supuesto, no olvides limpiar el lavavajilla cada cierto tiempo, para asegurarte de que trabaje mejor y de que dure más.
