Cómo volver a entrenar después de una lesión
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En anteriores ocasiones hemos explicado cómo evitar lesiones en el gimnasio, cómo evitar lesiones de rodilla o cómo rehabilitarse, pero un aspecto que muchas personas desconocen es cómo volver a entrenar después de una lesión.
En este sentido los deportistas amateurs acostumbran a cometer muchos errores al respecto, apresurándose para volver a la práctica deportiva cuando aún la lesión no se ha superado por completo o si lo ha hecho, aún está frágil. De esta forma, se incrementa de forma notable el riesgo de recaer de una lesión cuando ya parecía superada.
Consejos para volver a entrenar tras una lesión
Es importante seguir una serie de recomendaciones para saber cómo volver a entrenar tras una lesión, siendo todos ellos importantes para poder regresar en las mejores condiciones posibles; y así minimizar las posibilidades de sufrir una recaída.
Escucha al especialista
Es habitual que no se sigan los consejos del médico y/o fisioterapeuta a la hora de regresar a los entrenamientos. Y esto es un gran error, ya que se deben seguir siempre sus indicaciones para volver a la actividad de forma segura.
El especialista te podrá asesorar y te podrá guiar a la hora de retomar tus entrenamientos. A pesar de que en un momento dado puedas pensar que ya estás plenamente recuperado, es posible que no sea así y que realmente te estés poniendo en riesgo a ti mismo.
Tras salir de una lesión es interesante acudir a un fisioterapeuta. Esta profesional te podrá ayudar en la recuperación e indicarte los mejores ejercicios que puedas realizar en función del momento en el que se encuentre tu lesión. Sin duda, será tu mejor aliado en estos momentos previos al regreso de los entrenamientos.
No tengas prisa por regresar
Tras una lesión el nivel de juego puede disminuir, así como la forma física, pero hay que tener paciencia y no tener prisa por regresar. Además, al volver tampoco hay que apresurarse para tratar de volver a recuperar rápidamente la forma, ya que podría llevarnos a forzar más de lo debido.
En función de la gravedad y duración de la lesión habrá que tener más cuidado y ser consciente de que no se regresará al mismo estado de forma el mismo día del regreso. Este regreso a los entrenamientos debe hacerse de manera progresiva; y además conviene dedicar tiempo a la preparación física y no comenzar por la competición.
Sé capaz de frenar tu mente y trabaja el físico
Mientras nos encontramos lesionados puede que estemos ya pensando en el regreso a los entrenamientos, pero en estos casos conviene ser capaz de frenar a nuestra mente y que esta no haga que regresemos antes de lo previsto.
Aunque tu mente se encuentre lista para regresar, con el cuerpo tendrás que frenarte y centrarte en trabajar tu físico para tratar de alcanzar de nuevo tu mejor nivel.
Progresión en el entrenamiento
Tras una lesión lo más indicado es llevar a cabo una progresión en el entrenamiento. Para ello hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones:
- En deportes como el pádel, el tenis, etcétera, trata de preparar tus primeros partidos con gente que en principio sea inferior a tu nivel y no te confíes.
- No comiences el regreso a los entrenamientos jugando partidos.
- Dedica más tiempo a la preparación física, siempre de manera progresiva.
- No tengas prisa para volver a ofrecer tu mejor rendimiento. La paciencia será importante para poder mejorar y progresar sin riesgos de recaída de la lesión.
La importancia del calentamiento
Tras una lesión muchos nos damos cuenta de la importancia que tiene un buen calentamiento así como los estiramientos. Tras regresar a los entrenamientos tras una lesión estos cobran aún mayor importancia, de forma que te ayuden a reducir las posibilidades de volver a sufrir problemas físicos.
No obstante, debes tener en cuenta que independientemente de que te hayas lesionado como si no te ha ocurrido, es fundamental emplear un tiempo dedicado al calentamiento y el estiramiento, sin apresurarte y tomándote tu tiempo.
No tengas miedo
Los primeros días de entrenamiento son los más duros tras una lesión, siendo probable que sufras algunas molestas e incluso agujetas. Al regresar es posible que también tengas miedo de hacer algún movimiento o gesto que implique el uso de esa parte de tu cuerpo que se ha lesionado.
En este sentido es importante trabajar la mente para no tener medio a la lesión, aunque siempre haya que tener respeto y precaución para no volver a sufrirla.
Para quitar el miedo es importante realizar siempre las actividades sin dolor, además de hacer ejercicios que te permitan mejorar tu condición física y que no sean tan exigentes como un partido, lo que te ayudará a coger confianza y motivación; y siempre, como hemos mencionado, con una progresión.
Además de todo lo anterior, debes tener en cuenta que siempre debes escuchar a tu cuerpo y hacerle caso, y nunca entrenar si se nota algo extraño o dolor.