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¿Alguna vez te ha picado la curiosidad sobre qué tipo de dieta siguen los astronautas? Si es así sigue leyendo y lo descubrirás. La dieta de los 13 días, también conocida como dieta de la NASA, tuvo sus orígenes en todos los hombres y mujeres que se iban al espacio como preparación física previa antes de sus expediciones. Sin embargo, su efectividad está muy alejada de esta mera curiosidad.
¿Qué es la dieta de los 13 días?
Este tipo de dieta estipula muy claramente lo que se debe comer durante 13 días. Si se sigue estrictamente, los resultados pueden llegar a ser extraordinarios, hasta el punto de perder un kilo cada día. De hecho, es utilizada por muchas mujeres para conseguir el peso ideal en poco tiempo. Es un tipo de dieta baja en calorías (también conocida como hipocalórica) y baja en hidratos de carbono.
En menos de dos semanas, puedes bajar hasta 13 kilos. ¿Parece sacado de una película de ciencia ficción, verdad? Como era de esperar, la dieta de los 13 días ya ha alertado, como ocurrió hace tiempo con la dieta Dukan, a dietistas y especialistas de la nutrición por los riesgos que puede conllevar este tipo de dieta. Uno de sus grandes hermanos es la denominada dieta militar, que permite perder 5 kilos en solo tres días. Un tipo de plan ideal para realizar antes de cualquier tipo de evento importante o competición. También para aquellas personas con poca fuerza de voluntad, y que solo exige respetar los objetivos durante tres días y, posteriormente, cuentan con cuatro días para comer con total libertad. Sin embargo, el tipo de alimentación es muy diferente. Mientras en la militar se cuenta con un nivel de aporte calórico moderado, en este tipo de dieta se cuenta con muy pocos hidratos y proteínas.
Antes de enfrentarte a este tipo de plan tan rígido hay que establecer una serie de principios que están por encima de la dieta. Primero, hay que beber mucha agua e hidratarse correctamente para intentar mantener el organismo en funcionamiento. Nunca bebas menos de dos litros durante cada día. Finalmente, nunca hay que pasar hambre, por encima de todo. No se debe perder unos años de vida para sacarse unos pocos kilos de encima. Si tenemos hambre, debemos comer. En caso contrario, tendremos poca energía, descansaremos peor y estaremos más irascibles y de peor humor.
Beneficios y riesgos de llevar a cabo este tipo de dieta
La mayoría del cuadro médico alertó que este tipo de dieta podía conllevar mayores riesgos que beneficios para el cuerpo humano. Para empezar, cualquier cambio de peso tan radical, como el de la dieta de los 13 días, puede tener consecuencias para la salud. El cuerpo necesita un proceso para acostumbrarse y recibir solo 700 calorías diarias puede provocar problemas de anemía, o incluso desnutrición o anorexía. Por ello, no es de extrañar que aparezcan molestias.
Sin embargo, los inconvenientes de esta dieta no acaban al superar los 13 días. El denominado efecto rebote puede aparecer. Al finalizar el período, si no vamos con cuidado y volvemos a comer mal como antes no nos será difícil recuperar los kilos perdidos. Incluso, se podrían ver ampliados y subir y bajar de peso de manera tan radical nunca es bueno para nuestro organismo. Ante esta tesitura, nunca hay que alargar más días este tipo de dieta. No por hacerla más larga, conseguiremos mejores resultados. De hecho, es todo lo contrario. El efecto rebote será mayor elevando la ganancia de peso posterior y sufriendo numerosas consecuencias negativas para el organismo.
Antes de empezar esta, o cualquier otra dieta, es imprescindible que un especialista te visite y analice tu tipo de cuerpo. Con datos y conocimientos en mano, él podrá decirte con total exactitud cuál es el plan nutricional que debes seguir para lograr tus objetivos a corto, medio y largo plazo. Los beneficios de esta dieta se limitan a la gran cantidad de kilos que puedes llegar a perder en poco tiempo. También a la alta motivación que se puede lograr al principio. Tiene una enorme efectividad, especialmente en los primeros días, lo que permite destinar la segunda parte del programa a una dieta más basada en el mantenimiento.
Toda dieta debe estar combinada con el ejercicio físico. El deporte debe ser siempre el complemento a una alimentación equilibrada. En este tipo de plan nutricional están prohibidos los chocolates y cualquier tipo de producto dulce. El aceite está permitido, aunque solo en dos cucharadas, y el vinagre debe ser estrictamente de manzana.
Cómo seguir la dieta de los 13 días
Te presentamos la dieta de los 13 días punto por punto. El éxito de esta dieta depende en gran medida de seguirla a rajatabla. Cualquier despiste puede resultar fatal en este tipo de menús tan extremos. El primer día debes desayunar una infusión o un café sin azúcar. Para comer, debes ingerir dos huevos duros con espinacas crudas, al vapor o cocidas. En este caso, el número de espinacas es ilimitada. Finalmente, cerraremos el primer día con un filete (de carne magra) a la plancha junto a una ensalada de lechugas, acelgas o apio. La cantidad de ensalada también será ilimitada. En el segundo día, repetiremos el desayuno del día anterior. Para comer, una pechuga de pollo a la plancha junto a una ensalada de lechuga con cantidad ilimitada. Antes de ir a dormir, nos tomaremos cinco lonchas de jamón cocido y ensalada verde ilimitada.
En el tercer día, en el desayuno añadiremos una tostada con algo de aceite al café o infusión previo. Para comer, tomaremos una ensalada, con cantidad ilimitada, de apio, lechuga, tomate y espárragos y una naranja. Cenaremos una macedonia de fruta junto a un yogur descremado. Seguiremos la dieta de los 13 días llegando al cuarto día repitiendo el mismo desayuno que el día anterior. A la hora de comer, tomaremos siete lonchas de jamón cocido, tres zanahorias rayadas y un huevo duro. Para cenar, repetiremos el menú del día anterior con fruta y un yogur. En el quinto día, volveremos a variar el desayuno tomando el café o infusión particular junto a cinco lonchas de jamón cocido y una taza de zanahorias hervidas. Para comer, seguiremos con la taza de zanahorias hervidas junto a dos filetes de pescado cocidos o a la plancha y un tomate. Cerraremos el día con un filete de pollo cocido o a la plancha.
El sexto día, llegando ya al ecuador de esta dieta de los 13 días, volveremos a desayunar solo el café o infusión correspondiente. Para comer, tomaremos un cuarto de pollo con limón y una ensalada (la cantidad es ilimitada), mientras que para cenar dos huevos duros y una taza de zanahorias hervidas. En el séptimo día, repetiremos el desayuno del día anterior, comeremos un filete de pollo o ternera a la plancha junto a una naranja, y elegiremos una de las cenas explicadas anteriormente. A partir del octavo día, se vuelve a iniciar el ciclo hasta llegar a los 13 días donde se finaliza la dieta. Este tipo de plan nutricional conlleva muchos riesgos ya que se salta muchos pasos de la pirámide de la nutrición normal. Antes de iniciarlo, piensa bien los pros y los contras y entonces toma la decisión de forma meditada.