Cómo disfrutar al máximo de la postura del perrito

En el terreno de las relaciones sexuales nos podemos encontrar con distintas recomendaciones y consejos para saber cómo hacer el amor, así como en cómo moverse en la cama para potenciar el placer, sin olvidar cuáles son las mejores posturas para hacer el amor. Entre estas últimas nos encontramos una que es muy popular y que, sin embargo, no siempre se practica de la mejor manera, por lo que te vamos a explicar cómo disfrutar al máximo de la postura del perrito.

La conocida como postura del perrito es una de las favorita para practicar la penetración, siendo para muchos una de las mejores posturas sexuales que pueden ponerse en práctica por el grado de placer que se llega a alcanzar.

 Ventajas de la postura del perrito

La postura del perrito permite llevar a cabo la penetración estando una persona a cuatro patas con la otra detrás, una práctica sexual que tiene una serie de características que la hacen ser beneficiosa para todos aquellos que la practican, y que han hecho que sea tan popular:

  • Es posible llegar a conseguir una penetración más profunda. Además, la persona que penetra tiene una mayor libertad de movimientos y puede controlar la fuerza con la que realiza la penetración.
  • Se puede tener una visión completa de la zona genital del acompañante, lo que hace que sea muy excitante para algunas personas. A ello hay que sumar que nadie soporta el peso de nadie y que quién recibe la penetración puede centrarse en sentir esos movimientos.
  • En estos casos se tienen las manos libres para poder tocar a la pareja o bien para autoestimularse.
  • No se ve la cara de la pareja, y aunque para algunos pueda ser una contra para otros es un punto a favor porque puede dar un punto salvaje a la situación. En algún momento, la persona penetrada puede girar su cuello para mirar a la otra, lo que le podrá dar más excitación a la situación.

Cómo disfrutar de la postura del perrito sin dolor

Para la postura del perrito no hay mucha explicación para definir cómo hay que llevarla a cabo, y es muy probable que ya sepas hacerlo. En su versión básica una persona se debe colocar a cuatro patas sobre la cama u otra superficie, y la otra detrás, de rodillas o en el suelo, con el pene a la altura de la zona genital.

La postura del perrito es cómoda tanto para la penetración anal como vaginal, debiendo ser conscientes de que, por norma general, es aconsejable siempre usar lubricante, por lo que nunca estará de más que siempre tengas un poco para disfrutar. De esta forma podrás evitar algunas molestias.

Para evitar el dolor en la postura del perrito se puede bajar la espalda o arquearla o abrir un poco más las piernas. A partir de ahí, cada persona tendrá que ir colocándose de manera que al probar se puede disfruta plenamente de la penetración, pudiendo ser una almohada una buena herramienta que permita encontrar esa postura idónea para practicar sexo.

También es importante regular la intensidad, ya que es una postura que permite que se embista de una forma más potente o suave, según los gustos de cada uno. En cualquier caso, conviene ir probando y teniendo cuidado para evitar malestar en la otra persona. Lo mismo sucede con el ritmo, que también deberá ir regulándose según cada persona.

Por último, debes tener en cuenta que al estar las manos libres se abren muchas posibilidades para acariciar, tocar, azotar, pellizcar, arañar… a la otra persona, consiguiendo así un mayor nivel de placer en las relaciones sexuales.

Variaciones de la postura del perrito

Una vez vistos los beneficios y la forma en a que puedes hacer la postura del perrito, debes conocer algunas de las variaciones que puedes valorar el apostar por otras variaciones de esta postura, con las cuales podrás llegar a maximizar el placer que mantenéis durante el acto sexual:

  • Postura clásica y un juguete: Una de las opciones a las que puedes recurrir es la de apostar por la postura clásica del perrito, a la que sumar algún juguete erótico que haga que puedas maximizar el placer a la hora de mantener relaciones sexuales. Para ello puedes apostar por un vibrador, que puede ser usado por cualquier de las dos personas y que contribuirá a poder contar con un mayor disfrute.
  • Postura del perrito inclinada: En este caso, la persona que está a cuatro patas dobla los plazos para que la espalda quede pegada a la cama o superficie sobre la que se encuentre, de forma que se eleva la pelvis y se consigue un ángulo distinto que permite disfrutar de una penetración con mayor profundidad.
  • Postura del perrito de pie:  En este caso ambas personas se sitúan de pie. La que está en la parte delantera apoya las manos en la pared, mesa o suelo, mientras que la otra se sitúa detrás, teniendo el control sobre la penetración.
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