Cómo hacer ejercicios de Kegel
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Es posible que hayas hablado hablar de los ejercicios de Kegel pero, ¿sabes realmente lo qué son? En este artículo te contaremos qué son y cómo practicarlos.
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Los ejercicios de Kegel son unos ejercicios de contracción de músculos que están destinados a fortalecer los músculos pélvicos. Si hablamos en el ámbito médico, se recomiendan para evitar la incontinencia urinaria, para la preparación al parto y para el postparto. En el ámbito sexual se recomiendan para poder conseguir un mayor placer sexual.
Inicialmente, estos ejercicios fueron inventados por el doctor Arnold Kegel para fortalcer los músculos de la zona pélvica en mujeres tras el parto para detener la incontinencia urinaria.
En este artículo explicaremos cómo se utilizan estos ejercicios en las relaciones sexuales. Lo mejor, antes de empezar con los ejercicios, es que las mujeres conozcan bien su propia vagina. Esto es realmente bueno para la salud sexual de la mujer.
¿Cuáles son los motivos para practicar los ejercicios de Kegel?
Estos ejercicios se suelen hacer cuando los músculos de la vagina están tensos. Estos músculos no están directamente controlados. Así que la mejor forma para prepararlos para mantener una relación sexual es usándolos.
El principal motivo para hacer estos ejercicios es cuando la vagina está tensa y no es capaz de apretar las cosas que estén dentro, como los dedos o el pene. Cuando los músculos vaginales no son fortalecidos, las paredes vaginales disminuyen el roce entre ellas y lo que esté insertado entre ellas. Esto hace que, en las relaciones sexuales, la penetración vaginal no resulte todo lo satisfactoria que podría ser para ambos miembros de la pareja.
¿Cómo se hacen los ejercicios de Kegel?
A continuación pasamos a explicar cómo se practican estos ejercicios:
Instrucciones para hacer ejercicios de Kegel
- El primer paso es encontrar los músculos del suelo pélvico, que son los que se utilizan en estos ejercicios. Estos músculos son todas las aperturas del periné, es decir, el ano, la uretra y la vagina. Para ello, uno de los trucos es, mientras estás orinando, detener la orina. De esta forma, sabrás que esos músculos que has utilizado para hacerlo, son los que tienes que utilizar para los ejercicios Kegel. Otro truco es utilizar un espejo. Túmbate de forma cómoda y mírate en el espejo. Verás como se cierra un poco tu vagina, la zona del periné se hunde un poco hacia dentro. Esta zona es la parte que está entre el ano y la vagina. Una vez encontrados los músculos del suelo pélvico, puedes pasar a ejercitarlos.
- Si eres principiante o es una de las primeras veces que haces estos ejercicios, lo más recomendable es que empieces tumbada poca arriba. Otras posturas para practicar los ejercicios de Kegel son estar tumbada boca abajo o de lado. Se recomienda empezar tumbada porque se elimina el efecto que la gravedad hace sobre las vísceras pélvicas, facilitando la contracción de los músculos vaginales. Cuando ya tengas más práctica, podrás hacer estos ejercicios sentada, a cuatro patas o de pie.
- Cuando encuentres la postura en la que estés más cómoda, es hora de empezar. Para ello, lo primero que debes hacer es vigilar que la posición de tu columna vertebral sea recta. Además, tu pelvis debe estar en una posición neutra. Es decir, que no formes una curvatura demasiado hacia atrás, esto es, sacando el culo hacia fuera. Ni tampoco que tu curvatura sea inexistente, es decir, demasiado hacia delante.
- Cuando estés bien alineada, empieza a contraer los músculos del periné. Contrae el ano, la vagina y la uretra como si los intentaras cerrar y tiraras de ellos hacia tu interior. Ten en cuenta que la contracción debe ser intensa. Cuanto más intensa sea, más fortalecerás tus músculos. Es muy importante que, mientras estés haciendo esta contracción, tu respiración sea natural. Un error muy común es detener momentáneamente la respiración siguiendo el ritmo de las contracciones. No te preocupes si al principio no eres capaz de lograrlo. Esto suele llevar práctica ya que, inconscientemente paramos la respiración cuando estamos concentradas en la contracción de estos músculos. Siendo constante verás que en poco tiempo eres capaz de dominar las contracciones mientras respiras de forma habitual.
- Cada contracción debe durar entre 3 y 10 segundos. Intenta no perder intensidad a medida que van pasando los segundos.
- Ahora, cuando ya hayas contraído los músculos del suelo pélvico, relájalos lentamente. Deja que vuelvan a su posición inicial. Es importante que la relajación la hagas despacio, nada de movimientos bruscos. Antes de volver a contraer los músculos vaginales, haz dos o tres respiraciones.
- Estos ejercicios se hacen en series. Cada serie consta de 8 a 12 contracciones. Lo recomendable es hacer unas tres series al día. Como ves, no te quitará mucho tiempo de tu día y es muy beneficioso para ti.
- A medida que vayas cogiendo práctica, es recomendable que vayas aumentando la intensidad de las contracciones y vayas practicando otras posturas. Por ejemplo, cuando ya lleves unos días haciéndolos tumbada, sigue tumbada pero alza las caderas a la vez que haces las contracciones. Esto requiere un poco más de control ya que no debes contraer los glúteos.
- Después, pasa a la postura en la que estás sentada. La meta es poder hacer los ejercicios de Kegel mientras estás de pie. Pero nunca los hagas mientras vas caminando, ya que la contracción conjunta de todos los músculos puede llegar a ser excesiva. Esto haría que sintieras bastante dolor.
Como has podido ver, estos ejercicios no son muy complicados. El truco está en encontrar los músculos adecuados y después ejercitarlos adecuadamente.
¿Cuáles son los beneficios de los ejercicios de Kegel?
- Sobretodo en las mujeres que han tenido hijos, los músculos pélvicos se debilitan y pierden fortaleza. Con estos ejercicios volverás a potenciar y fortalecer estos músculos.
- A pesar de lo que se piensa, estos ejercicios están recomendados para ambos sexos y para cualquier edad.
- Tanto hombres como mujeres pueden practicar los ejercicios Kegel para lograr un mayor control de la incontinencia urinaria y fecal. Los médicos suelen recomendarlo tras el parto en las mujeres y tras las cirujías de próstata en los hombres.
- En los hombres, atendiendo al plano sexual, los ejercicios de Kegel pueden ayudar mucho a la hora de luchar contra la eyaculación precoz.
- En las mujeres, siguiendo con el sexo, fortalecer el suelo pélvico aumenta la fricción entre las paredes vaginales. Esto proporciona mayor placer sexual para ambos miembros de la pareja. Y, además, ayuda a aumentar la sensibilidad en esta zona.
Cualquier momento de tu vida es bueno para empezar a practicar los ejercicios Kegel. Muchas personas acuden a su médico para que les explique como hacerlos, pero no todos entienden de qué se trata. Los especialistas que más saben del tema suelen ser los que tratan la preparación al parto. Ya que están familiarizados con este tema en el caso de las mujeres.
Pero, como te hemos mostrado, realmente no necesitas ayuda de nadie para lograr hacerlos por tu cuenta. Lo más importante es que no desistas y seas constante. Con el paso de las semanas verás que cada vez controlas mejor los músculos y vas avanzando en las posturas.
Esperamos que este artículo les haya sido de gran ayuda.