Cómo cuidar a un recién nacido
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La llegada de un bebé a la familia siempre es motivo de gran felicidad, sin importar si estuvo planificado o no. De hecho, algunas personas consideran que para que una pareja sea una familia, debe tener al menos un hijo.
No obstante, si bien es cierto que tener un bebé puede traer mucha alegría y satisfacción, también hay que tomar en cuenta que se trata de una responsabilidad que es para toda la vida y que no podemos eludir.
Esta responsabilidad no solo implica trabajar para cubrir las necesidades básicas del bebé, como su alimentación, vestimenta, medicinas y cuidados pediátricos. También abarca ahorrar para garantizar que tenga una educación de calidad y que no tenga carencias materiales.
Además, como es natural, cuidar a un recién nacido requiere de ciertos sacrificios, como levantarse en la madrugada para alimentarlo o cambiarle el pañal, desvelarse cuando se enferma, entre otras cosas. Asimismo, un bebé recién nacido requiere de cuidados especiales, ¿sabes cuáles son?
Si eres un padre primerizo es poco probable que lo sepas y quizás tengas muchas dudas y temores relacionados con este tema, y no es para menos ya que la vida y el bienestar actual y futuro del bebé dependerá en gran manera del cuidado y las atenciones que le des.
Contar con la orientación necesaria no solo hará que puedas cuidarlo correctamente, sino que también contribuirá a que disfrutes más de la experiencia de ser padre. Claro, no siempre sabrás cuál es la mejor manera de actuar. Sin embargo, poco a poco te harás más diestro.
Ten en cuenta que estas recomendaciones son generales y que no aplican en el caso de niños que requieran de atención y cuidados especiales debido a enfermedades congénitas o de otro tipo. En tales circunstancias, lo más recomendable es consultar con su médico.
Instrucciones para cuidar a un recién nacido
Cuando llega un hijo, la rutina, las metas y las prioridades cambian. Por eso, para algunos, adaptarse a estos cambios es muy complicado, en especial si no esperaban su llegada. Otros llegan a sentirse ansiosos y hasta deprimidos, pues les abruma no estar capacitados para asumir nuevas responsabilidades.
No obstante, a continuación, te estaremos explicando cómo debes hacer algunas de las cosas más habituales en lo relacionado con el cuidado de un recién nacido:
Cómo calmarlo
- Todo bebé llora, pues esa es su manera de expresar lo que quiere o si algo le molesta. Por eso, cuando suceda, tu trabajo será tranquilizarlo, ya sea satisfaciendo su necesidad o, simplemente, consolándolo.
- No te desesperes ni te desanimes si no deja de llorar por un rato. Trata de envolverlo, de darle de comer, arrullarlo, cantarle o permite que toque tu cabello o rostro, el contacto físico suele ser muy efectivo para tranquilizarlo.
- Para envolverlo: saber hacer esto le ayudará a poder conciliar el sueño. No obstante, es importante que tomes en consideración algunas precauciones. Por ejemplo, asegúrate de no ajustar demasiado la manta.
- El procedimiento es muy sencillo, solo tienes que abrir por completo la manta y doblar una esquina. Coloca al bebé sobre ella boca arriba y que su cabeza quede sobre la esquina que doblaste.
- Cerciórate de enderezar su brazo izquierdo. Luego, envuelve la esquina izquierda de la manta en su cuerpo. Posteriormente, pasa la manta por el brazo y costado derecho. Enderézalos y dobla la esquina derecha de la manta sobre su cuerpo.
- Finalmente, dobla y tuerce la parte de debajo de la manta y colócala en un costado del bebé. Claro, la finalidad es que no quede demasiado apretado y que tenga libertad para mover sus caderas.
Cómo dormirlo
- Contrario a lo que se considera una costumbre, el bebé debe dormir boca arriba, al menos durante su primer año de vida. De esta manera se reducen las posibilidades de que sufran asfixias o de que se ruede y caiga.
- Coloca la cuna cerca de tu cama en lugar de acostarte con él en la cama. Acuéstalo a dormir con ropa ligera y no con muchas sábanas porque estas le podrían dificultar respirar.
Cómo cortarles las uñas
- Si te descuidas en este punto, el bebé podrí allegar a rasguñarse. Para evitar que esto suceda, cótales las uñas todas las semanas. Esto puede ser un tanto complicado, en vista de que el bebé se moverá mucho. Por eso, lo más recomendable es que lo hagas mientras duerme la siesta o cuando esté adormilado.
- La manera de hacerlo es presionando ligeramente sus deditos para aislar las uñas y luego, usa una tijera o cortaúñas y no te olvides de eliminar las asperezas.
Cómo alimentarlo
- Lo más beneficioso para el bebé siempre será la lactancia, ya que la leche materna contiene todo lo que necesita para estar bien alimentado. De hecho, ni siquiera requerirá que le des agua. A esto se le conoce con el nombre de lactancia materna exclusiva. Ofrécele pecho cada vez que lo pida, sin establecer horarios.
- No olvides darle la estimulación correcta para que expulse los gases luego de cada comida, por muy breve que haya sido esta.
- Finalmente, recuerda que debes revisarle el pañal cada cierto tiempo para saber cuándo hay que cambiarlo, a fin de evitar rozaduras, sarpullidos y otras molestias.
Estas son las instrucciones básicas para el cuidado de un recién nacido. Pero, ¿qué necesitas para que esté bien atendido?
¿Que necesitas para cuidar a un recién nacido?
En realidad, un recién nacido no necesita de muchas cosas. Lo que más usará y gastará son pañales. Entre las cosas básicas que necesitas para su cuidado están:
- Una cuna con un colchón suave y sin objetos o juguetes sobre ella.
- Una manta y ropa ligera, que incluya el uso de gorros, guantes y calcetines, en especial si va a dar un paseo.
- Una tijera especial para cortar sus uñas o, en su defecto, un cortaúñas.
- Jabón neutro para lavar su ropa y para bañarlo.
- Pañales.
- Toallitas húmedas.
- Leche materna o fórmula maternizada.
Ahora bien, ¿qué otras recomendaciones debes tener en cuenta para cuidar a un recién nacido con éxito? De ello estaremos hablando ahora mismo.
Consejos para cuidar a un recién nacido
A algunos padres les asusta mucho la posibilidad de que su bebé sufra el síndrome de la muerte súbita. Aunque no se sabe con exactitud cuáles son sus causas, sí hay ciertos factores que pueden estar relacionados con la muerte de los neonatos.
Como prevención, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Procura que tu bebé siempre duerma boca arriba.
- En caso de que decidas darle chupete, no se lo dejes en la boca mientras duerme.
- No duermas con el bebé en tu cama para evitar recostarte sobre él.
- Retira de su cuna cualquier peluche, cobija u otro objeto grande que pueda dificultarle respirar.
- Sácale los gases después de cada comida que haga.
Por otra parte, siempre que vayas a tener contacto con el bebé, por ejemplo, para dormirlo, cargarlo, alimentarlo o cambiarle el pañal, recuerda que tus manos siempre deben estar bien limpias y desinfectadas para que evites el traspaso de bacterias que podrían ser muy perjudiciales para él.
Si notas que la piel de tu bebé se torna muy reseca, no intentes hacer nada para revertir eso, ya que es totalmente normal. No obstante, si no resistes el impulso de querer ayudarlo, aplícale una loción especial para bebés que no tenga ninguna fragancia.
Háblale constantemente y, al hacerlo, no emplees palabras modificadas o balbuceos. Mientras más clara y natural sea tu comunicación con él, más rápido y eficaz será su aprendizaje.
Finalmente, relájate y confía en tus propias capacidades. Todos estamos dotados de un instinto de cuidado y protección natural. Si te encuentras muy ansioso o inseguro, el proceso será más complicado y no podrás disfrutar la experiencia a plenitud.
Recuerda que no será recién nacido toda la vida. En un abrir y cerrar de ojos tu bebé estará en otra etapa. Por eso, no te desesperes. Si sigues estas recomendaciones, tendrás la plena seguridad de estar haciendo bien el trabajo.