Cómo inmovilizar una fractura
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No es necesario estar realizando alguna actividad peligrosa para que ocurra un accidente. En realidad, estas son situaciones a las que todos estamos expuestas de una forma o de otra. Pueden presentarse mientras hacemos nuestras tareas cotidianas, como cocinar o limpiar. Pero también, pueden surgir de improviso, mientras dormidos o nos duchamos.
En tal caso, algo que nos ayudará es saber qué hacer ante cada situación. Tener conocimiento de cómo debemos actuar, hará que nuestra respuesta sea más rápida, evitará que nos quedemos paralizados o seamos víctima del pánico y podremos asistir eficientemente al lesionado hasta que llegue la ayuda médica profesional.
Por lo general, es más común saber qué hacer ante quemaduras, fiebre, asfixias o cortadas. No obstante, ¿te has preguntado alguna vez que debes hacer ante una fractura? Probablemente no te habías planteado la situación hasta ahora. Pero la verdad es que se trata de algo muy real y más común de lo que podemos pensar.
Es de conocimiento general que una fractura no es más que un hueso roto. No obstante, dependiendo de la zona en la que se presente, puede ser más compleja, peligrosa y dolorosa que otras.
Expertos en la materia han recomendado que, en tales circunstancias, lo primero que debe hacerse es inmovilizar la zona fracturada. Pero, ¿cómo puedes hacerlo? ¿Qué debes tomar en consideración? ¿Cuál es el procedimiento a seguir?
Si te gusta el tema de la salud o si simplemente deseas estar preparado para cuando se presente la situación, no puedes dejar de leer este artículo. En él encontrarás la respuesta a la pregunta que lo titula, pero también aprenderás lo que no debes hacer en esos momentos de emergencia.
Por eso, sin más preámbulos, comencemos nuestra capacitación médica en lo relacionado con la inmovilización de un miembro fracturado. Veámoslo ahora mismo.
Instrucciones para inmovilizar una fractura
Una fractura es la ruptura de un hueso a consecuencia de caídas, golpes, aplicación de fuerza, etc. Algunos de sus síntomas son: dolor, inflamación, enrojecimiento, incapacidad para realizar las funciones normales, chasquido o crujido cuando hay movimiento, deformidad de la zona afectada, sangrado, shock, entre otras.
Por otra parte, existen diferentes tipos de fracturas. Algunas de ellas son:
- Las cerradas: estas se producen cuando el hueso se quiebra, pero la piel no se ve afectada.
- Las abiertas: estas son las heridas que comunican el hueso con el exterior. En este caso, la piel se ve afectada, pudiéndose asomar algunos fragmentos del hueso por la abertura. Estas fracturas son de las más peligrosas, ya que exponen al afectado a infecciones y hemorragias.
- Las alineadas: en este caso, las partes óseas no se han desplazado.
- Las desplazadas: tal como su nombre lo indica, las partes óseas se han desviado como consecuencia de las tensiones musculares.
Ahora bien, ¿cuál es la manera de inmovilizarla? Toma en consideración los siguientes pasos:
- La mejor forma de inmovilizar una fractura es haciendo un entablillado. Para ello, coloca una rama, palo, pedazo de cartón rígido, un periódico enrollado o algún otro objeto similar resistente, alrededor de la lesión, es decir, abajo y a los lados, para que sirva de apoyo para el hueso.
- Asegura y mantén unidos cada uno de los soportes con una cinta, una cuerda, unas agujetas, un cable, un cinturón o algún otro objeto parecido que tengas a tu alcance.
- Deja un poco de espacio para que las articulaciones cercanas puedan moverse con libertad y para que haya una circulación apropiada en la zona.
- Si la ayuda viene en camino, quizás lo más recomendable sea que no hagas el entablillado ya que podría tener el efecto contrario y perjudicar la pronta atención médica.
Este es el procedimiento habitual para fracturas. Sin embargo, se trata de ideas muy generales. Por eso, necesitas saber qué hacer en situaciones específicas. Veamos cómo.
¿Que necesitas para inmovilizar una fractura?
Para inmovilizar la fractura en:
- La cadera y el fémur: para inmovilizar la cadera, coloca a la persona boca arriba con las piernas alineadas. Luego, coloca paralelamente dos férulas que estén acolchonadas, una en la parte interna del lesionado y otra en la externa. De esa manera lograrás inmovilizar desde la axila hasta el talón del pie. Usa almohadillas para proteger la cadena, la ingle, las rodillas y el tobillo. Finalmente, haz 8 ataduras diferentes. Una debe ir en los tobillos, otras 5 a lo largo de la pierna y dos en el tronco, asegurándote de que los nudos queden sobre la férula que está por fuera.
- La tibia y el peroné: para hacerlo, coloca dos férulas, una en la parte interna de la pierna y otra en la externa. Hazlo con mucho cuidado para poder abarcar desde el talón a la cadera. Al final, haz 4 ataduras a lo largo del miembro afectado y otra más en el tobillo.
- El tobillo: en este caso, procura proteger la parte afectada con una manta limpia, que tenga la medida apropiada, la cual debes posicionar en forma de U a lo largo del pie, el tobillo y la pantorrilla. Luego, coloca las ataduras que sean necesarias para que la manta quede fija.
- El dedo: la manera más sencilla de hacerlo consiste en atar el dedo afectado a su vecino sano con la ayuda de una tela o algún otro adhesivo.
- El hombro: para ello, debes valerte de un cabestrillo. Después, utiliza una venda para colocarlo de manera transversal sobre la parte central del tórax. Haciendo esto lograrás limitar el movimiento del miembro superior.
- El brazo: la manera correcta de hacerlo es colocando dos férulas, una en la cara interna y otra en la externa del brazo, procurando que estas vayan desde la axila hasta el codo. Luego, debes rodear el brazo con vendas alrededor de la fractura. Después, debes colocar el antebrazo en un cabestrillo, cuidando que la palma de la mano quede hacia dentro, ya que esto te permitirá poder fijar el brazo al torso.
- La mano: por más doloroso que sea, los dedos deben quedar semiflexionados. Entonces, coloca una férula que vaya desde el codo hasta los dedos. Luego, con la ayuda de una venda, debes fijar la mano al antebrazo y permitir que descanse sobre un cabestrillo.
Para realizar este tipo de inmovilizaciones necesitarás tener a la mano ciertos materiales, como vendas, férulas y un cabestrillo. Una férula es un elemento rígido, el cual se utiliza para inmovilizar un miembro afectado. Pero, en caso de que no cuentes con una, puedes improvisar usando madera, revistas, etc.
El cabestrillo, cumple la función de apoyo de la parte lesionada. De ahí que sea importante usarlo. Pero, ¿qué otras recomendaciones debes tener en cuenta a la hora de tratar con fracturas?
Consejos para inmovilizar una fractura
Ante una situación de fractura es importante que mantengas la calma y que intentes buscar señales de shock en la persona. Por ejemplo: mareo, desmayo, palidez, sudoración fría, respiración y ritmo cardíaco acelerado, confusión, etc.
En caso de que notes señales de shock en la persona, lo más recomendable es que la coloques con las piernas hacia arriba y con la cabeza sobre un apoyo, mientras la mantienes cubierta con una manta.
Luego que hayas inmovilizado la parte fracturada, coloca hielo sobre la herida mientras llega la ayuda médica. El frío ayuda a entumecer el área afectada a fin de no sentir dolor. También, reduce la inflamación y el sangrado. Sin embargo, no debes aplicarlo directamente sobre la piel, envuélvelo en una tela delgada para evitar quemaduras por frío.
Si la espera se alarga demasiado, suministra algún medicamento para aliviar el dolor. Sin embargo, el más recomendable es el Tylenol, ya que previene el aumento del sangrado.
De vez en cuando debes revisar el entablillado para asegurarte de que no esté demasiado ajustado y que no afecte la circulación. Si observas que la parte ha adoptado una apariencia pálida o hinchada, quizás sea el momento de aflojar un poco las ataduras.
Por supuesto, asegúrate de que la persona lesionada reciba la atención médica que necesita para su pronta recuperación.