Nutrición de Personas Ancianas – Buenos consejos para el envejecimiento

Las personas ancianas deben seguir una dieta equilibrada y una nutrición adecuada a sus necesidades. Llevar una nutrición adecuada en las personas ancianas es muy importante. Para estar sanos debemos tomar alimentos que nos aporten las energía y nutrientes necesarios. Es altamente recomendable incluir en la dieta alimentos que contengan los siguientes nutrientes: proteínas, minerales, carbohidratos, vitaminas, grasas y agua.

Como norma general, las personas creemos que evitar las grasas y carbohidratos en nuestra dieta hará que estemos más sano. Pero esto es un error. El ser humano necesita de todos y cada uno de los nutrientes antes mencionados para estar fuerte y sano. Y hacemos hincapié en este concepto porque es muy importante. Puede que las personas ancianas no tengan la misma necesidad de energía que un adulto joven, pero sigue necesitando los mismos componentes para que su organismo funcione adecuadamente. Varias investigaciones han aportado información muy interesante relacionada con este tema. Y es que, parece ser, que llevar una dieta equilibrada en personas ancianas disminuye las probabilidades de enfermar y reduce el riesgo de, entre otras cosas, enfermedades cardíacas y osteoporosis.

Por estos motivos, en este artículo vamos a hablar de la nutrición de las personas ancianas. Y daremos algunos consejos sobre cómo envejecer bien.

La nutrición de las personas ancianas

Tener una buena nutrición es esencial para las personas ancianas. Es esencial para preservar el tono muscular, para que el sistema inmunológico no sufra en exceso e, incluso, para que las funciones cognitivas sigan activas.

Aporte de proteínas

Este es un primer punto importante. Obtener una dosis de energía diaria suficiente es fundamental para estar sanos. Por eso, se recomiendan tomar alimentos como los que vienen a continuación.

Frutos secos

En varios estudios se ha demostrado que, aunque los frutos secos no tienen un gran impacto en el peso de las personas, éstas viven más si consumen a diario frutos secos. Entre los frutos secos los más indicados para las personas ancianas son las almendras, los pistachos, las nueces y las avellanas. Todos estos alimentos aportarán proteínas y, además, grasas vegetales y vitaminas que son muy beneficiosas para la dieta de las personas ancianas.

Carbohidratos complejos

Este tipo de alimentos está muy recomendado para la nutrición de personas mayores. Ya que, gracias a ellos, se elabora la glucosa necesaria para mantener en funcionamiento el cerebro. Algunos carbohidratos complejos que están recomendados para la dieta de las personas ancianas pueden ser los cereales como arroz y avena (preferiblemente integrales), pan (preferiblemente integral) y verduras que tengan alto contenido en almidón, como las patatas y las legumbres.

Aporte de grasas

Como comentábamos antes, el aporte de grasas no debe ser eliminado totalmente de la alimentación de las personas mayores. Este es un aporte nutricional básico y elemental para cualquier tipo de dietas. Lo que sí debemos vigilar es qué tipo de grasas se ingieren y cuáles deben ser menos consumidas.

Grasas saturadas

Como norma general, en la dieta de personas que se encuentran en la tercera edad, se debe reducir el consumo de carne roja. Esto es así porque la carne roja, a diferencia de la blanca, contiene mucha más cantidad de grasas saturadas. Y estas grasas son las que perjudican la salud y la nutrición de las personas. Además de que las grasas saturadas son las que aumentan el colesterol malo y produce problemas de circulación.

Por este motivo, hay que reducir el consumo excesivo de carnes rojas y embutidos. Así como los lácteos y sus derivados, como el queso. Además, se deben consumir menos alimentos como mantequilla, margarina y salsas como la mayonesa o el alioli.

Grasas no saturadas

Por otro lado, se refuerza el consumo de carnes blancas y alimentos bajos en grasas saturadas. Por ejemplo, algunos alimentos ricos en grasas esenciales son el pescado tipo salmón, sardinas, merluza, dorada o el atún. Además, las carnes blancas como el pollo, el pavo, el conejo o el cordero, dan el aporte necesario de grasas a la dieta. Pero, como todo, no estamos aconsejando dejar de comer carnes rojas, sino reducir su consumo.

Por último, se encuentran las grasas vegetales. Éstas son muy beneficiosas para la salud. Pero hay que tener cuidado, ya que existen dos tipos de grasas o aceites vegetales que no están para nada recomendados en las dietas. Y, mucho menos, en la nutrición de las personas ancianas. Éstas grasas vegetales que no son beneficiosas son el aceite de palma y el aceite de coco. Estos dos alimentos sí que se pueden eliminar de la dieta diaria. Por otra parte, se encuentran aceites vegetales muy beneficiosos para el organismo, como pueden ser el aceite de oliva y el aceite de girasol. Además, alimentos ricos en grasas vegetales pueden ser el maíz, los frutos secos y las aceitunas.

Agua

Este es un aspecto muy importante en cualquier dieta, pero más aún en las dietas de personas mayores. Las personas, a medida que envejecemos, vamos perdiendo el sentido de la sed. Parece ser que, cuanto más mayor eres, más dificultades encuentra el sistema nervioso central en avisarnos de que necesitamos incorporar agua a nuestro organismo. Por este motivo siempre se suele decir que no hay que esperar a que una persona mayor te pida agua. Hay que ofrecérsela sin más.

Además, hay algunas personas ancianas que rechazan el consumo del agua. Por eso es bueno insistir en su consumo y lograr que se mantengan hidratadas. Se recomienda beber alrededor de 1,5 litros de agua al día. Beber el agua recomendada diaria aportará a las personas mayores muchos beneficios. Por ejemplo, mantenerse hidratados (sobretodo en verano), también sirve para mantener regulado el volumen celular, así como ayuda a llevar los nutrientes mejor y ayuda además a que los desechos no se solidifiquen y obstaculicen el organismo. Por otra parte, ayuda a regular la temperatura del cuerpo adecuada, mantiene los riñones funcionando correctamente y hace que la digestión sea más sencilla.

Cuidado con la sal

Los médicos ya desaconsejan un uso excesivo de la sal en los jóvenes y adultos, por lo que este consejo se multiplica cuando hablamos de personas ancianas. La sal es el condimento que más se usa y, sobretodo en las comidas rápidas y altas en grasa, su uso está mucho más extendido. La sal aporta sodio a nuestro organismo y, como bien sabemos, es necesario para su correcto funcionamiento. Pero el uso excesivo de la sal puede subir la presión arterial. Y este efecto en algunas personas puede ser muy dañino. Y, aunque la persona no tenga ninguna enfermedad o afección, la sal en grandes cantidades siguen siendo malas para nuestro cuerpo.

Cuando consumimos mucha sal, nuestro cuerpo llega a un punto en el que no puede seguir eliminándola. Y las consecuencias que esto puede traer no son otras que retención de líquidos, propiciar hipertensión arterial y poner en peligro los órganos del cuerpo, ya que su estado natural no requiere tanta cantidad de sal. Por tanto, hay que vigilar las cantidades de sal que se echan en las comidas de las personas mayores para que se mantengan sanas y fuertes.

Esperamos que este artículo os haya ayudado a comprender mejor qué tipo de necesidades alimenticias necesitan las personas ancianas y a saber qué alimentos son peores y mejores para su salud.

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