Propiedades y beneficios del nabo
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El mundo de la gastronomía es muy amplio y variado. Existen tantas recetas para preparar y tantas posibles combinaciones. Hay alimentos para todos los gustos, los cuales puedes prepararse de diferentes formas, todas ellas admisibles.
Por otra parte, existen muchos tipos de especies, cada uno de los cuales se encarga de aportar un sabor único y especial. Otros, realzan los sabores naturales de los alimentos y unos más sirven para decorar los platos con toda la gracia con que lo haría un verdadero artista.
Quizás por estos motivos es que muchas personas se han encargado de estudiar este arte y de hacerlo parte de su vida. Mientras que hay quienes lo usan como forma terapéutica para liberar el estrés diario producto del trabajo y de otras obligaciones.
No obstante, pese a todo lo anteriormente dicho, es importante tener en cuenta que la gran mayoría de lo que usamos para cocinar posee un valor nutricional. Además, aportan grandes beneficios para la salud, como es el caso de las frutas y vegetales.
Cuando conoces para qué sirve cada cosa, puedes sacarle el mejor provecho y gozar de sus ventajas. Si las ignoras, entonces estarás desaprovechando las maravillosas bondades de la madre naturaleza.
Un claro ejemplo de ello es el humilde nabo. Esta es una hortaliza que se encuentra con mucha frecuencia en los supermercados, a pesar de que no cuenta con tanta popularidad entre quienes cocinan, ya sea por hobby, necesidad o profesión.
No obstante, puesto que posee grandes propiedades y beneficios, reclama un sitio en la gastronomía actual de cualquier parte del mundo. Además, cuenta con una amplia variedad y puede prepararse de muchas formas.
¿Te gustaría saber cuáles son las propiedades y los beneficios del nabo? Si es así, por nada puedes dejar de leer este interesante e instructivo artículo.
Instrucciones
Esta es una hortaliza muy importante de la cual puedes aprovechar cada una de sus partes, lo que incluye su raíz y sus hojas. Pertenece a la misma familia del brócoli, las coles y los berros y es propia de las regiones frías y templadas de hemisferio norte.
Su carne o pulpa es blanca y está cubierta por una piel delgada de color amarillo, blanco, verde o, en algunos casos, púrpura. Su forma varía entre redonda, aplanada y cilíndrica. Su tamaño y peso depende de la variedad, aunque suele estar entre los 12 y los 15 centímetros de longitud. Su sabor es similar al del repollo, pero un poco más dulce.
Se cree que esta hortaliza formaba parte de la alimentación de tribus que poblaban Europa, aunque algunos consideran que proviene de Asia central.
Sus variedades
Aunque existen muchas variedades de nabos, estas son las más populares:
- Nabito de Teltow: por lo general, es de tamaño pequeño y su color es blanco cremoso. Además, es una de las variedades del nabo más valoradas.
- Nabo de mayo: como su nombre así lo indica, se encuentra disponible en el mercado a partir del mes de mayo y hasta junio. Su color es blanco y su forma, esférica.
- Nabo de otoño: esta variedad se siembra durante el verano y se recolecta en el otoño. Su carne es blanca y su piel puede ser roja o verde. Con relación a su tamaño, es más grande que el de mayo y posee un sabor mucho más intenso.
- Nabo stanis: su cuello suele ser de color púrpura. Con relación a sus hojas, estas son de tamaño mediano y posee una buena textura.
- Virtudes-martillos: son de color blanco y tienen una forma alargada, aunque estrecha en la zona central. Su carne es blanca, de textura tierna y sabor dulce.
- Bola de nieve: tal como lo indica su nombre, posee forma redonda y mide apenas 8 centímetros de diámetro. Tiene la piel lisa y es de color blanco. Además, cuenta con un sabor muy delicado.
- Japonés o kabu: solo se puede conseguir en tiendas especializadas y tiene un sabor más intenso que otros nabos.
A la hora de comprarlos en el mercado, descarta aquellos ejemplares que sean muy grandes, que tengan marcas en la piel o cuyas raíces estén fibrosas. Si los venden en manojos, escoge aquellos cuyos cuellos tengan una apariencia fresca de color verde.
Ya en casa, es recomendable que les quites las hojas y que conserves las raíces en bolsas plásticas, previamente perforadas, dentro del frigorífico. En este estado, pueden conservarse hasta unas tres semanas.
No lo laves, sino hasta el momento en que los vayas a utilizar. De esa manera evitarás la pérdida de nutrientes, vitaminas y minerales. También los puedes conservar congelados, mientras se hayan escaldado anteriormente en agua hirviendo por unos 2 o 3 minutos.
Ahora bien, tal como lo hemos mencionado, el nabo es más que un simple ingrediente de cocina, también posee muchos beneficios y propiedades que necesitas conocer.
Que Necesitas
Sus propiedades tienen un efecto favorecedor en la salud y contribuyen a que te mantengas sano, algunas de ellas son:
- Ayuda a controlar el peso. Puesto que cuenta con un bajo índice calórico, puedes incluirlo en tu dieta sin ningún remordimiento. Además, por ser rico en fibras contribuye a sentirse saciado y mejora el tránsito intestinal, actuando en contra de los síntomas del estreñimiento. Es ideal para los que quieren llevar una dieta sana, ya que ayuda al cuerpo a eliminar las grasas indeseadas.
- Cuentan con un alto contenido vitamínico, entre ellas se encuentran la vitamina C y los folatos. Además de las vitaminas pertenecientes al grupo B. puesto que contiene vitamina C, esta actúa como antioxidante y en la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos. Así, permite absorber el hierro de los alimentos e incrementa la resistencia a las infecciones.
- Los folatos contribuyen a la producción de glóbulos rojos y blancos, así como de anticuerpos del sistema inmunológico, haciéndonos menos propensos a enfermarnos.
- Contiene potasio, un mineral vital para el proceso de transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular.
- Puesto que contiene yodo, estimula al buen funcionamiento de la glándula tiroides, la cual se encarga de regular el metabolismo.
- Debido a sus facultades pectorales, es utilizado para tratar problemas respiratorios, como la gripe, la bronquitis, la neumonía, la garganta irritada y otras molestias similares que son ocasionadas por infecciones.
- Dentro de la parte estética, ayuda al cuidado de la piel y al crecimiento de las uñas y el cabello. Todo esto, gracias a que es una hortaliza rica en minerales, antioxidantes y vitamina C. Además, su consumo contribuye a la buena circulación de la sangre en el organismo, lo que favorece a las personas que sufren de piel reseca o dañada.
- También sobresale el hecho de que tiende a eliminar de forma satisfactoria el ácido úrico de la sangre por medio de la orina, lo que lo hace útil en casos de Gota. Además, ayuda a mejorar las dolencias ocasionadas por la artritis.
- Puesto que en su composición hay un gran índice de agua, su elevado índice en potasio y bajo contenido de sodio, actúa como un excelente diurético natural favoreciendo la pérdida de líquidos.
- Sus gluconatos disminuyen la proliferación de células cancerígenas, lo que la convierte en una hortaliza importante en la prevención del cáncer.
En lo relacionado con su composición, podemos decir que, por cada 100 gramos de nabo tenemos 24.7 calorías, 90.5 ml de agua, 5 gr de calorías, 2.8 gr de fibra, 0.8 gr de hidratos de carbono, 240 mg de potasio, 34 mg de fósforo, 23 mg de vitamina C, 20 microgramos de yodo y 14 de folatos.
Por otra parte, cabe mencionar que los grelos u hojas del nabo aportan muchos más nutrientes que el mismo nabo en sí. De hecho, contienen casi el doble de proteínas y de fibra que la raíz. Además, son una importante fuente de calcio.
Son superiores en cuanto a provitamina A o betacaroteno, vitamina C y folatos. El betacaroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo y aporta una acción antioxidante. Esta vitamina es ideal para la visión, para el buen estado de la piel y el cabello, así como para las mucosas, los huesos y para que el sistema inmunológico funcione correctamente.
Gracias a su alto contenido de folatos, es muy recomendable para la dieta de la mujer que se encuentra embarazada, ya que esta vitamina cumple un papel importante a la hora de certificar un buen desarrollo del tubo neural del bebé. En especial, durante las primeras semanas de gestación.
Cuando hay deficiencia de folatos, el bebé puede llegar a desarrollar enfermedades como la espina bífida o la anencefalia. Asimismo, se necesitan los folatos durante el desarrollo de los niños. Por ello, al incluir el nabo en su dieta, estarás previniendo ciertas deficiencias.
Ahora que estás al tanto de todas sus ventajas, es probable que desees conocer recetas para poder comerlo de varias maneras y así sacarle el máximo provecho. Por eso, sigue estas recomendaciones.
Consejos
Una de las recetas, que incluyen nabos, que puedes hacer en casa, es la siguiente:
Crema de coliflor y nabos con hongos salteados
Para esta receta, ten a mano estos ingredientes: 1 coliflor, 2 dientes de ajo, 30 gr de pan del día anterior, aceite de oliva extra virgen, perejil, 1 nabo, 200 gr de hongos, 1 pastilla de caldo vegetal y sal.
Su preparación es muy simple:
- Pon el agua a calentar en una cazuela. Mientras tanto, lava la coliflor y suéltala en ramilletes que pondrás dentro del agua.
- Pela y trocea el nabo e incorpóralo a la cazuela junto con la pastilla de caldo vegetal. Luego, tápala y permite que se cocine por unos 20 minutos. Retira parte del caldo y consérvalo por si se necesita luego.
- Pela y trocea los ajos. Pon a calentar una sartén con un poco de aceite de oliva. Agrega los ajos y luego el perejil ya picado.
- Vierte todo en la cazuela donde está la coliflor y el nabo. Procesa todo y reserva. Si notas que la crema te ha quedado muy espesa, puedes aligerarla con un poco del caldo que reservaste.
- Corta el pan en medias lunas y ponlo a freír en la sartén con aceite. Luego, deja que escurran sobre un plato cubierto con papel adsorbente.
- Limpia los hongos y córtalos en finas láminas. Saltéalos en una sartén con aceite y sazónalos con sal.
- Finalmente, sirve la crema junto con unos costrones de pan, algunos hongos salteados y perejil para decorar.
Esta es tan solo una de las muchas formas en las que puedes preparar tus nabos. Los puedes hacer en sopas, guisos, ensaladas y mucho más. Bastará con consultar en cualquier recetario o en Internet para tener acceso amuchas recetas variadas con las que podrás sorprender a toda tu familia.
Además, es importante recordar el hecho de que es una hortaliza que posee muchas propiedades y beneficios. De hecho, tiene muy pocas contraindicaciones o desventajas, entre las cuales resalta el hecho de que causa flatulencias y dificulta la digestión por su alto contenido de azufre. De tal manera que se encuentra contraindicado en el caso de personas que presentes algún tipo trastorno digestivo.
Si comienzas a incluirlo en tu dieta diaria, no te arrepentirás de haberlo hecho. En especial si eres mujer y estás embarazada o si tienes hijos en etapa de desarrollo. En vista de sus grandes aportes para la salud, resulta apremiante volverlo a incluir en nuestra dieta. De ese modo, estaremos contribuyendo en la prevención de diversas enfermedades.