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La primera pregunta a realizar es, ¿qué es exactamente una ampolla en pie?
La respuesta parece sencilla, las ampollas son pequeñas bolsas de líquido que se forman en las capas superiores de la piel. Este líquido que se encuentra en el interior, normalmente es de color claro, pero en ocasiones, puede ser de color rojo si la ampolla se llena de sangre. También se debe tener en cuenta, que este líquido puede ser pus, lo cuál nos indica una infección.
Las ampollas pueden aparecer a todas las personas y a todas las edad. Y aparecen por muchas causas diferentes, algunas de ellas son:
- Roce forzado en el pie
- Congelación
- Quemadura
- Espolones óseos
- Pellizco en la piel
- Transpiración del pie
- Hongos
- Infección
- Herpres
Aunque como vemos, existen muchas causas para que se forme la ampolla, la más común, es la primera que se indica, es decir, el roce o fricción forzada en el pie. Los zapatos que nos quedan algo grandes, tienden a causar fricción entre el pie y el zapato. Igual que cuando estrenamos unos zapatos, que muchas veces también nos crean ampollas. Cabe destacar, que dentro de un zapato, hay un ambiente ideal para que se forme una ampolla en el pie. En estos casos, las ampollas que se forman llevan dentro líquido transparente, que no es otra cosa que suero o plasma.
Las ampollas de sangre normalmente se producen después de que la piel haya sido aplastada. Por este aplastamiento, un vaso sanguíneo que esté cerca de la superficie, se rompe, esto permite que la sangre se agrupe debajo de la piel. Si cuando esto ocurre existe una infección presente, se puede ver la ampolla llena de pus.
La exposición del pie a temperaturas demasiado altas o bajas, también puede producir ampollas en los pies. Además de la exposición a productos químicos como cosméticos, detergentes o disolventes, puede producir una reacción en la piel y producir ampollas.
Los síntomas de las ampollas en los pies, son muy evidentes, ya que si tenemos una, lo notaremos con total seguridad, ya que se produce un enrojecimiento de la piel, en ocasiones también algo de hinchazón en la zona afectada, ablandamiento de la piel y lo más perceptible, dolor al moverse.
Ahora que ya conocemos un poco más sobre las ampollas en los pies, vamos a ver cómo tratarlas, que es lo que nos atañe en este momento:
Que Necesitas
No son muchos los materiales que precisamos para curar una ampolla, ya que se trata de una cura bastante sencilla, pero sí es importante, si queremos hacerlo bien, que tengamos:
- Agua tibia
- Jabón
- Ungüento anti-bacteriano
- Aguja
- Alcohol
- Antiséptico con povidona o yodo
- Venda de gasa
Instrucciones
Siguiendo unos sencillos pasos, podremos tratar la ampolla y que en cuestión de unos días, los molestos síntomas y la ampolla hayan desaparecido.
- Debemos limpiar alrededor del área de la ampolla con agua tibia y jabón. Además, podemos aplicar un ungüento anti-bacteriano, que nos ayudará a desinfectar la zona si hiciera falta.
- Reventarla o no reventarla, aquí está la cuestión una vez que tenemos formada una ampolla. Tenemos que decidir si queremos que la ampolla se cure por sí sola o si queremos vaciarla. Si no nos duele al caminar, debemos dejarla que cure por sí sola; sin embargo, si nos duele al caminar (que es en la mayoría de los casos) debemos drenarla.
- Esterilizamos una aguja con alcohol o con agua hirviendo.
- Con mucho cuidado, introducimos la aguja en un lado de la base de la ampolla, de esta forma, dejamos que todo el líquido se vacíe. Nunca hay que arrancar la piel suelta que cubre la ampolla, si lo hacemos, podría infectarse.
- Desinfectamos el área de la ampolla. Bastará con aplicar algún antiséptico con povidona y yodo, al principio, quizás escueza un poco, pero esto ayudará a que se infecta ahora que está abierta.
- Cubrimos el área. Podemos usar venda de gasa, almohadilla o cualquier otra cubierta protectora. Debemos tener en cuenta usar algún vendaje no adherente, ya que así, será más sencillo cambiarlo, sin afectar la piel que está curándose y sin que esto nos produzca dolor.
- Dejar la zona al aire. Siempre que sea posible, quita cualquier vendaje y deja la parte lesionada al aire, esto hará que cure antes.
- Mantén la ampolla limpia. Verificamos diariamente cómo va la ampolla y continuamos limpiándola, aplicando más antiséptico de yodo donde se requiera.
- Protege la zona. Si vamos a continuar con el ejercicio que causó la ampolla, aún cuando creamos que la ampolla está ya curada, debemos aplicar antiséptico de yodo y lo cubrimos con un vendaje. Con esto, prevenimos la infección y la nueva aparición de otra ampolla y aseguramos que no haya más fricción en la zona.
Hasta aquí el método tradicional y sencillo de cómo curar una ampolla. Pero también existen otros tratamientos caseros, que nos pueden ayudar a calmar el dolor tan molesto que producen las ampollas.
El aloe vera
Esta planta es maravillosa para tratar un sinfín de problemas cotidianos, si nos referimos a las ampollas, sin dudar, es nuestro gran aliado.
Con él lograremos calmar el dolor y el escozor, además de cicatrizar antes las herida porque se secan antes.
Únicamente hay que coger 20 gramos de gel de áloe vera, es la pasta traslúcido que se encuentra en el centro de la planta.
Una vez la tengamos, solo la aplicamos en la ampolla, por último, cubrimos la zona con una gasa, para no esparcir el gel. Recomendamos el uso al terminar el día, así permitimos que actúe toda la noche.
Bicarbonato de sodio
Debemos lavar nuestros pies con un barreño de agua caliente, añadimos al agua 5 ramas de romero (es muy buen anti-inflamatorio y ayuda a eliminar impurezas o bacterias).
Secamos los pies, teniendo especial cuidado con la zona afectada por la ampolla. Después en 200 ml de agua, añadimos 20 gramos de bicarbonato y 40 ml de agua oxigenada y removemos bien la mezcla.
Con un algodón o gasa, humedecemos generosamente el área afectada. Debemos hacer esto hasta que terminemos con la mezcla preparada.
Si realizamos este tratamiento dos veces al día, a la jornada siguiente, la ampolla estará prácticamente curada y apenas notaremos el dolor.
Remedio con ajo
Para este artesanal remedio, solo necesitamos 3 ajos y 100 gramos de tomillo (esta planta es muy buena para desinfectar y desinflamar).
Calentamos 5 litros de agua y añadimos los 100 gramos de tomillo. Sumergimos los pies en el agua y dejamos actuar durante al menos 20 minutos. Posteriormente, secamos cuidadosamente los pies.
Picamos los 3 ajos en un mortero, una vez bien picados, lo ponemos en una gasa. Debemos aplicar este remedio en la zona donde esté la ampolla.
El ajo, es un antibiótico natural, por ello, además de las ampollas, nos puede ayudar a tratar cualquier herida.
Lo dejamos actuar durante 15 minutos, después lo retiramos. No es necesario aplicar nada más ni tampoco enjuagar los pies, sólo dejaremos que las propiedades del ajo hagan sus efectos.
Consejos
Tras toda esta información a cerca de las ampollas y como tratarlas, sólo nos quedan unos pequeños consejos para que no cometamos ningún error.
- No uses el método de pasar un hilo a través de la ampolla. No es un método efectivo para drenarla y puede causar una infección.
- No despegues la piel que cubre la ampolla, esta es una protección natural. Si tienes que hacerlo, hazlo con tijeras o escalpelo esterilizados.
- No camines por un rato. Dolerá mientras se cura.
- Procura mantener mucha higiene en la zona afectada, si no, la ampolla será más propensa a infecciones.
Los pies son una parte fundamental de nuestro cuerpo a la que habitualmente, no le damos la importancia que tiene. La causa fundamental de las tan dolorosas ampollas son un calzado inadecuado, así que prestemos atención a nuestros zapatos y ¡CUIDEMOS NUESTROS PIES!