Cómo reparar las llantas de tu coche

Si quieres saber cómo reparar las llantas de tu coche porque se han visto dañadas por alguna circunstancia, hay una serie de indicaciones que debes seguir, las cuales podremos dividir en diferentes apartados:

Inspección de daños en la llanta

En primer lugar es imprescindible hacer una profundo análisis de las llantas de tu coche. Esto nos permitirá conocer la existencia de daños visibles en las mismas, como grietas, rasguños, corrosión o abolladuras.

Asimismo, es importante comprobar si el neumático tiene algún bulto o daño en el flanco, hombro y talón. Una vez que se hayan evaluado los diferentes defecto presentes en las llantas, habrá que tomar la decisión de reparar la llanta o cambiarla. Si son daños superficiales será mejor optar por la primera opción, sobre todo si el daño es leve.

Preparación de la llanta

1. Lo primero a realizar en esta fase es la de desmontar la rueda del vehículo. no es imprescindible separar la llanta del neumático; y tampoco deberás perder las contrapesas del equilibrado.
2. A continuación utilizar un limpiador de llantas y un paño de microfibra. Con ellos procederás a limpiar los bordes y toda la suciedad de que no esté especialmente adherida a la superficie. La suciedad y los recovecos más complicados hará que tengas que hacer uso de un cepillo de cerdas duras o un estropajo.
3. En el caso de que haya exceso de polvo en las patillas de freno será necesario hacer uso de un descontaminante férrico. Asimismo, también se puede recurrir al uso de disolventes. Es recomendable que a la hora de hacer uso de estos productos hagas uso de guantes y mascarilla por seguridad.

Reparación de daños de la llanta

Para saber cómo reparar las llantas de tu coche debes seguir estos pasos:

1. En primer lugar deberás cubrir la llanta con cinta adhesiva para evitar que la llanta se vea afectada por la suciedad o la pintura posterior. Fija en el lugar donde se encuentren los arañazos y el resto de desperfectos.
2. A continuación tendrás que comenzar con el lijado, utilizando el método de más a menos, optando primero por una lija gorda para luego progresar hasta una fina. Frota sobre los daños hasta que se sientan uniformes con el resto de la superficie. Debes ir limpiando  el polvo del papel de lija haciendo uso de un paño seco.
3. En muchos casos, los arañados y abolladuras no se irán con un lijado, lo que hará que haya que recurrir al uso de masilla específica de poliéster de relleno. Esta deberás aplicarla sobre el área afectada y extenderla con una espátula.
4. Una vez finalizada esta operación y cuando esté totalmente seca, se lija de nuevo con un papel de grano 400 en seco. De esta manera se conseguirá una superficie suave, haciendo que se eliminen las áreas más elevadas de la masilla sobrante. Frotarás hacia delante y hacia atrás, hasta que la superficie se pueda sentir más uniforme.

Imprimación y pintura sobre la llanta

1. Ahora llegará el momento de dar una imprimación con spray a la llanta para que la pintura se fije de forma adecuada y se vea de forma más natural.
2. Luego tendrás que rociarlo con cuidado a una distancia de unos 15-20 centímetros de distancia, con movimientos de barrido. Con una sola capa de imprimación puede ser suficiente.
3. A continuación tendrás que dejar secar la rueda durante 30-60 minutos, dependiendo del fabricante.
4. Hecho lo anterior es el momento de pintar con spray o pistola. Se debe aplicar a unos 25-30 centímetros, aplicándolo de una manera similar a la imprimación, rociando la pintura con un movimiento de barrido. Después de que se haya secado la primera capa, para lo cual será necesario esperar 30-60 minutos, se aplicará otra capa. Puede ser necesario aplicar la tercera.
5. Para finalizar habrá que aplicar laca en spray para el sellado del trabajo de pintura. La laca tardará en secarse entre 8 y 24 horas.