Cómo cambiar el tubo de escape del coche

En un coche pueden darse diferentes problemas o averías que pueden llevarte a tener la necesidad de saber cómo cambiar el tubo de escape, un procedimiento que puede resultarte mucho más sencillo de lo que puedas imaginar. No es necesario tener grandes conocimientos en mecánica para poder realizar este cambio por ti mismo.

Entre las principales funciones del tubo de escape se encuentra el hecho de hacer que se reduzca el ruido y la velocidad con la que los gases del motor salen al exterior. Además, también ayudan para la regularización de la temperatura y a la disminución de la emisión de elementos contaminantes. Por todo ello, se trata de un elemento de gran importancia para el rendimiento del motor.

En todo caso, debes saber que el tubo de escape es un sistema de gran complejidad que puede llegar a dañarse por un uso inadecuado, por la falta de mantenimiento o por el simple paso del tiempo.

Cuando cambiar el tubo de escape

En primer lugar es importante que sepas que la estimación aproximada para establecer el momento de hacer un cambio de tubo de escape es de aproximadamente 80.000 kilómetros. Realmente puedes cambiarlo antes o después de superar esta cantidad de kilómetros. Sin embargo, se aconseja hacerlo con anterioridad para garantizar que el coche funciona en unas condiciones óptimas.

En el caso de que el tubo de escape llegue a acumular humedad, esto podrá dar cabida a que se produzca erosión y, con ello, se dañará. Lo mismo pasa en aquellos casos en los que se hacen tramos cortos circulando, inferiores a los 10 minutos; en este caso sucede porque la pieza no llega a alcanzar la temperatura idónea para evaporar el agua.

Por otro lado, debes tener especial atención a los ruidos extraños que puedas escuchar, caso en el que tendrás que cambiarlo por uno nuevo.

Estos ruidos acostumbran a ser a ser como golpes metálicos que se sienten en el suelo. Esto indicará que la pieza se está rompiendo. Además, es habitual que haya mayores molestias de ruido a la hora de acelerar el vehículo.

Otro indicativo es el aumento injustificado del consumo de gasolina, aunque este puede encontrarse asociado a otro tipo de problema. En cualquier caso, la mejor forma de detectar cualquier posible anomalía en el mismo es a través de las revisiones periódicas.

Cómo detectar un problema en el tubo de escape

Aunque ya te hemos hablado de algunos de los indicios que te pueden llevar a identificar un posible problema en el tubo de escape, hay diferentes síntomas habituales que debes tener presente; y que te pueden ayudar a identificar que existe un problema en esta parte del vehículo.

Entre ellos se encuentran los ruidos extraños, la vibración en la parte trasera del vehículo, mayor gasto de combustible…  Habitualmente estos indicios se encuentran relacionados con la necesidad de reemplazar el silenciador posterior. Sin embargo, si el ruido es fuerte y chirriante, el problema puede radicar en el silenciador central.

Si por el contrario te encuentras con un humo negro espeso saliendo del tubo de escape, el problema se encontrará en el catalizador o el filtro de partículas. Además, debes tener en cuenta que los golpes y accidentes pueden llevar a provocar graves problemas en el tubo de escape.

Instrucciones para cambiar el tubo de escape del coche

 

Para cambiar el tubo de escape de tu coche es siempre preferible que lo haga un experto, pero si quieres hacerlo por ti mismo también es posible, aunque para ello tendrás que saber que es recomendable utilizar piezas originales para asegurar su durabilidad y calidad. Asimismo, debes asegurarte de que las piezas que vas a utilizar están debidamente homologados y validados para pasar la ITV.

Una vez teniendo en cuenta esto, es el momento que sigas el siguiente procedimiento:

  1. En primer lugar debes proceder a elevar el coche en un lugar seguro. Aunque puedes recurrir a borriquetas y tacos, lo más aconsejable es que hagas uso de un elevado profesional. En algunas ciudades hay locales que alquilan por tiempo zonas para poder llevar a cabo reparaciones.
  2. Una vez que el coche se encuentra elevado y puedes visualizar el tubo de escape, es el momento en el que puedes verificar los problemas que pueda tener este y si presente corrosión en las soldaduras, comprobar si estas se extienden a otros de los elementos que conforman el tubo de escape.
  3. Una vez identificada la zona en la que hay el problema, debes empezar por soltar los anclajes del tubo de escape a reemplazar. Es habitual que la primera vez que se cambie, sobre todo en el caso de los vehículos nuevos, este se desacople golpeando una pieza mediante una maza de goma. Sin embargo, hay mecánicos que en su lugar prefieren optar por abrazaderas con masilla selladora.
  4. A continuación debes cortar el tubo por los costados de conexión de la pieza. De esta manera, si te encuentras con el problema en el colector o el silenciador posterior, tan solo tendrás que llevar a cabo un corte en un costado. Una vez retirada la pieza que está dañada, debes proceder a instalar el recambio.
  5. A continuación debes introducir la abrazadera y, luego, usar una masilla selladora en las conexiones. Luego coloca el tubo en el sistema.
  6. Una vez hecho todo lo anterior, deberás fijar los anclajes del tubo de escape a los bajos. Una vez que la masilla esté seca, podrás encender el motor.

¿Que necesitas para cambiar el tubo de escape del coche?

  • Tubo de escape (entero o pieza)
  • Abrazadera
  • Masilla selladora
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