Cómo se hace el beso de Singapur

A la hora de mantener relaciones sexuales es habitual preguntarse cuáles son los besos que más excitan a los hombres, cómo hacer besos apasionados o cómo hacer un beso francés, pero el sexo implica tener en cuenta muchas más técnicas para enriquecer la experiencia entre las dos personas en el plano íntimo. En este caso te vamos a hablar de cómo se hace el beso de Singapur, del cuál puede que nunca hayas escuchado hablar.

Es normal que en las relaciones sexuales se quiera innovar y probar nuevas técnicas que contribuyan a conseguir unos orgasmos de mayor intensidad, y por ello te traemos esta técnica que busca que la mujer logre un efecto de succión con la vagina durante la penetración. Esto hace que el sexo sea más placentero tanto para la mujer como para el hombre.

¿Qué es el beso de Singapur?

El beso de Singapur, al que también se le conoce con otros nombres como kabazza pompoir, se trata de una técnica sexual muy antigua a través de la cual es posible intensificar los orgasmos. Consiste en que cuando se produce la penetración, la mujer es capaz de estimular el pene del hombre a través de movimientos con su vagina que simulan un efecto de succión. De esta manera se puede disfrutar de unas sensaciones parecidas a las que genera la boca durante el sexo oral.

Hay algunas mujeres que pueden llevar estos movimientos de forma sencilla y natural, mientras que para otras no resulta tan sencillo; y esto provoca que estas últimas tengan que ejercitar previamente con algunos ejercicios el músculo pubocoxígeo, que es el encargado de realizar ese efecto de succión.

Beneficios del beso de Singapur

Antes de explicarte cómo se hace el beso de Singapur para que puedas ponerlo en práctica en tus relaciones sexuales, conviene recordar todos sus beneficios. Esta técnica sexual aporta beneficios tanto para el hombre como para la mujer, y entre ellos conviene destacar los siguientes:

  • Es posible disfrutar de orgasmos de mayor intensidad, que además son duraderos y placenteros. Además de lograr que el hombre vea incrementadas sus sensaciones durante la penetración, la mujer tiene mayores posibilidades de alcanzar orgasmos vaginales, clitorianos y por el punto G.
  • Se trata de una nueva forma de disfrutar del placer de una manera distinta a la habitual; y esto hace que la pareja se vea fortalecida al poder disfrutar conjuntamente de nuevas sensaciones que no les dejen indiferentes y con las cuáles pueden disfrutar en común.
  • Su práctica se encuentra recomendada con finalidades sexoterapéuticas, ya que puede contribuir a la hora de hacer frente a problemas de bajo deseo o libido, además de para aquellos casos en los que el hombre sufre de disfunción eréctil o eyaculación precoz.
  • A todos los beneficios mencionados cabe sumar que, a través de saber cómo se hace el beso de Singapur, se puede tener una técnica dominada que ayuda al fortalecimiento del suelo pélvico. Esto ayuda a mejorar la elasticidad vaginal, lo que a su vez lleva a tener relaciones sexuales más placenteras y a reducir el riesgo de que se sufra una incontinencia urinaria.

Cómo se hace el beso de Singapur paso a paso

Una vez conocido de qué se trata y sus beneficios, es el momento de que conozcas cómo se hace el beso de Singapur, para lo cual tan solo tendrás que tener en cuenta los siguientes pasos e indicaciones:

  1. En primer lugar hay que tener en cuenta que la mujer es la que adopta el rol dominante en la práctica sexual, y por tanto la encargada de marcar el ritmo de la penetración al situarse encima del hombre. Este último, por su parte, podrá tumbarse boca arriba y mantenerse pasivo, mientras que la mujer se situará encima, ya sea tumbada o sentada. Asimismo, también es posible practicar esta técnica de lado, aunque esto ya depende de los gustos y preferencias de cada uno.
  2. Una vez que ambos os encontráis debidamente situados, es el momento de que se introduzca el pene en la vagina. Se debe procurar de que se encuentre esta debidamente lubricada para que no haya molestias cuando se lleve a cabo la penetración.
  3. Ahora habrá que mantener las caderas quietas durante algunos segundos, siendo este un buen momento para tocarse y acariciarse mutuamente. Esto contribuirá a conseguir que incremente la excitación.
  4. Hecho lo anterior será el momento de poner en funcionamiento al músculo pubocoxígeo, para así llevar a cabo el beso de Singapur. Para ello la mujer debe contraerlo de manera rítmica y con intensidad, de forma que las contracciones aprieten el pene y provoquen el orgasmo.Para conocer de qué músculo se trata, es tan sencillo como, cuando se va a orinar, tratar de interrumpir el flujo de orina y pausarlo por completo durante unos segundos. Este músculo que nos permite llevar a cabo esta acción es el músculo pubocoxígeo, que ejerce además presión en las paredes vaginales durante las relaciones sexuales.

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