Cómo saber si soy lesbiana
Es posible que alguna vez te hayas hecho la pregunta: ¿soy lesbiana? No te preocupes, esta es una cuestión bastante común. La mayor parte de las mujeres se han llegado a hacer esta pregunta a sí mismas en algún punto de sus vidas.
En la sociedad actual, se presupone que es la adolescencia cuando las mujeres nos solemos hacer esta pregunta. Esto no es falso, pero tampoco es completamente cierto. Es verdad que la adolescencia es la etapa dónde se empieza a descubrir la sexualidad. Y, junto con la revolución de las hormonas, es más común que nos planteemos quiénes somos, cuál es nuestra orientación sexual y todo tipo de preguntas trascendentales.
Pero, como todo en la vida, cada persona es un mundo y preguntarse a sí misma si soy lesbiana es algo que puede ocurrir en cualquier momento de la vida. Si te has empezado a cuestionar a ti misma sobre tus preferencias sexuales, en este artículo te guiaremos para que sepas descubrir quién eres.
¿Qué es ser lesbiana?
Técnicamente, la palabra lesbiana proviene del término lesbianismo. El lesbianismo es la palabra que se utiliza en español para designar la homosexualidad femenina. Es decir, cuando una mujer siente atracción por otra mujer. Esta atracción abarca la atracción sexual (por supuesto), la física, la emocional y la sentimental.
Para algunas mujeres es realmente fácil descubrir que les gustan las mujeres. Ya que es posible que desde pequeñas hayan sentido únicamente la atracción hacia personas de su mismo sexo. Pero, en cambio, a muchas mujeres les cuesta identificarse como homosexuales.
Para empezar, los estereotipos sociales están muy arraigados en nuestra cultura. Con esto queremos decir que, desde bien pequeñas, se les insta a las niñas a realizar ciertos patrones. Por ejemplo, a jugar con muñecas, en vez de con coches, a vestir de rosa, a no decir palabrotas y demás situaciones que todas hemos vivido. Todo esto actúa como una marca en la que viene impuesto que, además, deben gustarnos los hombres porque es lo «normal».
Por suerte, esto está cambiando. Aunque poco a poco. Con todo esto no queremos decir que a las mujeres deban gustarles las mujeres o los hombres, sino que hay que dejar elegir. Cada persona es quién es y le atrae lo que le atrae.
Si has tenido relaciones heterosexuales y notas que no encajas. Si nunca has mantenido alguna relación con el sexo opuesto. Si no te atraen los hombres. Si te fijas más en las mujeres. Si alguna vez te has preguntado si eres lesbiana. A continuación te damos algunos consejos para que descubras qué es lo que te gusta en realidad.
¿Cómo se si soy lesbiana?
Instrucciones para saber si soy lesbiana
- Femenina o masculina. Lo primero que debes saber es que ser lesbiana o no, no depende de tu aspecto físico. Es decir, se suele considerar a una chica como lesbiana cuando su forma de actuar, su vestimenta… se asemeja a la de los chicos. Esto es un error, ya que la feminidad o masculinidad es algo impuesto por la cultura y la sociedad. Importa lo que sientes y lo que piensas, no como te vistes o te comportas a ojos de los demás.
- Individualidad. Este punto está muy relacionado con el anterior. Queremos decir que descubrir tu orientación sexual es algo que solo depende de ti. Muy lejos de lo que se cree, ser lesbiana o no, solo depende de ti. Es cierto que, en muchas ocasiones, las mujeres descubren que les atraen las personas de su mismo sexo cuando encuentran una en especial que le atrae y tienen su primera experiencia homosexual. Pero, aún así, aunque hayan necesitado de esa experiencia para saberlo, es algo totalmente personal.
- Hombres. El primer sentimiento que suele despertar la duda de la orientación sexual en las mujeres es cuando no se sienten atraídas por los hombres. Por eso se dice que en la adolescencia es cuando nos solemos cuestionar sobre si se es o no lesbiana. En esta etapa es cuando las chicas y los chicos empiezan a explorar el sexo opuesto. Lo más común es que las chicas se fijen en los chicos y los chicos en las chicas. Muchas mujeres en la adolescencia mantienen relaciones heterosexuales y no es hasta la etapa adulta que se dan cuenta que le gustan las mujeres. En cada caso ocurre de forma distinta. Pero un denominante común es, da igual la edad que tengas, que los hombres no te resulten atractivos sexual ni emocionalmente. Este puede ser el primer momento en el que te empieces a pregunta ¿cómo sé si soy lesbiana?
- Identifica tus preferencias sexuales. Después de que te des cuenta de que los hombres no te atraen como a las demás chicas, es la hora de saber que te gusta. Para ello, puedes anotar en un diario todo lo que sientes. Identifica cuáles son los sentimientos que tienes cuando ves a una mujer. Después, puedes compararlos con los que tienes cuando ves a un hombre. Esta es una de las mejores formas de saber qué es lo que caracteriza tu relación con las personas del mismo sexo y del sexo contrario.
- Test de orientación sexual. Si has anotado todo lo que sientes y piensas cuando ves tanto a chicas como a chicos y aún así sigues confundida, puedes probar a hacer algunos test. En internet seguramente existan miles de estos test que dirán cuál es tu orientación sexual. Pero ten cuidado, muchos de ellos son falsos o tienen una visión machista o encasillada de lo que es ser lesbiana. Por eso, te puedes encontrar preguntas del tipo ¿te gusta mucho el rosa? ¿has visto vídeos pornográficos de lesbianas? (puede que te guste el porno homosexual y no ser lesbiana) ¿jugabas a fútbol en vez de a las barbies de pequeña? Y un largo etcétera de preguntas sin sentido que no te aportarán nada. Pero, en cambio, hay algunos test que sí pueden ayudarte a descubrir tu sexualidad. Uno de ellos es la escala de Kinsey. Esta escala no te pondrá una etiqueta de heterosexual, homosexual o bisexual. Simplemente te colocará en una escala y los resultados te ayudarán a saber si te gustan más los chicos o las chicas. Está compuesto de 13 preguntas de verdadero o falso. Por otro lado, también existe el Inventario Epstein de la Orientación Sexual. Como en la anterior escala, no pone etiquetas. Sitúa tus resultados en el continuo de la orientación sexual. En este caso, son 18 preguntas.
- Aceptación. Una vez hayas hecho todo esto, habrás sacado una conclusión (o no). Si te has dado cuenta que te atrae el mismo sexo, o sea, que eres homosexual, acéptate como eres. Al principio puede resultar más complicado, ya que supondrá un cambio en como te percibes a ti misma. Pero, como sabes (o deberías saber) ser lesbiana no es nada malo, ni tienes nada de lo que avergonzarte. Haz a un lado todos los prejuicios y las opiniones ajenas y sé quien realmente eres. Quizás el paso más difícil sea, como se llama comúnmente, salir del armario. Habla primero con las personas de mayor confianza para ti. Pueden ser tus amigas o amigos o tus padres. Quizás no todo el mundo te acepte como eres debido a tu orientación sexual, es cierto, pero piensa que esas personas no merecen estar en tu vida. La homosexualidad no es nada malo y, quien no lo acepte, es su problema.
- Ámate. Esto, por encima de todas las cosas. Nadie te va a querer, respetar y cuidar mejor que tú misma. Actúa como realmente eres y muéstrate al mundo tal cual.
Después de todo esto, solo queda decir que los límites de la sexualidad no son precisos ni están perfectamente delimitados. Como sabrás, hay personas que se sienten atraídas tanto por hombres como por mujeres, indistintamente de su sexo. Hay personas que solo se sienten atraídas por mujeres, otras solo por hombres. Y hay que no se sienten atraídas ni por hombres ni por mujeres.
No hace falta que te encasilles en ninguna categoría de las anteriores: heterosexual, homosexual, bisexual o asexual. Simplemente vive tu vida como quieras, compártela con quien quieras y no te preocupes por el qué dirán o las opiniones de los demás. Aquí solo importa lo que tú opines de ti misma.
Conocerte a ti misma es un proceso largo que durará toda la vida. Esto es así para todas las personas. Cambiamos conforme van pasando los años y las experiencias hacen mella en nosotros. Recuerda que aceptar y respetar a todas las personas y sus opiniones es la clave para vivir en paz con los demás. Tu orientación sexual depende de ti, es algo completamente íntimo e individual. Los demás deben aceptar quién eres y lo que te gusta. Aunque siempre habrá alguien que no lo haga, solo aléjate de ese tipo de personas. Vive tu vida como bien quieras, sin dañar a los demás, ni dejar que los demás te dañen a ti.
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Esperamos que este artículo te haya servido de gran ayuda y hayas podido solucionar alguna de tus dudas.
Tenía una mejor amiga, yo no sabia que bisexual, y cuando me lo conto, me dijo que se había enamorado de mí. Quería tener una relación conmigo. Me sentí incomoda por que somos mujeres.
Estoy en duda de mi sexualidas.
¿Alguien me puede aconsejar, por favor?
Empecé a ir a donde un psicólogo, por recomendación de mi hermano y mi mamá, el mismo que me había visto cuando yo tenía 11 años, es un psicólogo creyente católico. Tuve tres consultas, y me dijo que anotara en un papel todo lo que recordara de los eventos difíciles de mi niñez, ya que cuando yo tenía 10 años tuve una situación muy difícil: de un momento a otro yo no quise volver al colegio, me daba mucha ansiedad y miedo, no quería sino estar en la casa con mi mamá y que nadie me preguntara nada del porque de eso, ni me molestara. Somatizaba enfermedades, mi madre no sabia que hacer etc. Al otro año intenté volver pero no pude. Hasta un año y medio mas o menos pude volver a otro colegio. Yo no entendí nunca eso que me sucedió, tuve unos síntomas pero no entendí las causas. Eso tuvo consecuencias en el resto de mi vida hasta hace poco etc.
Entonces en dos ocasiones traté de hacer la tarea que me había puesto el psicólogo de recordar esa época de mi niñez a ver que nuevo podría encontrar, pero simplemente no pude recordar nada nuevo, y en esas dos ocasiones por la noche no pude dormir casi nada. Pero cuando menos un poco después de ir a la Sagrada Eucaristía (Juan 6:53-57), (yo iba diariamente y actualmente lo hago) llegué a mi casa y empecé a ver como en visión o a recordar cosas de ese momento de mi niñez: una violación sexual (He sabido de que cuando se tiene un trauma, la mente puede llegar a olvidarlo como mecanismo de defensa propia, “amnesia disociativa”). Inmediatamente y como siempre traté de perdonar a esa persona con oración, y después empecé a sentir como si se quitara algo de mí, y que recobraba mi identidad como hombre.
Aun después de haber hecho estos avances tan grandes en este camino de sanación interior de mi vida, en varios momentos sentí que estaba otra vez igual que antes. Se apoderaba de mí la tristeza, y regresaban los pensamientos homosexuales, sin embargo yo seguía confiando en Nuestro Señor Jesús, sin preocuparme, Él esta y ha estado siempre conmigo.
Yo seguía pidiéndole por medio de la Palabra a Dios, que me hablara. Yo no entendía porque me seguía diciendo que yo debía amar a mis enemigos y perdonar, yo sentía que ya había perdonado a todos. Sin embargo con la ayuda del Espíritu Santo y con paciencia, pude entender que yo tenia que ir mas allá: tenia que ver al otro, a mi prójimo como lo ve Jesús, ni con malos deseos, ni evadiéndolo, ni distante; mas bien con amor, un amor cercano de hermano.
Cuando yo veía un hombre normalmente yo evadía la mirada o el contacto cercano pues los pensamientos e imágenes impuras llegaban a mi cabeza. Pero siguiendo lo que había entendido con la ayuda Del Espíritu Santo, empecé a buscar mas bien un contacto y amor cercano y filial rechazando todo pensamiento impuro. Con extrañeza, al principio empecé a experimentar de nuevo un estado de ansiedad, angustia, y debilidad como si aun no hubiera resuelto el pasado, pero esto se fue yendo rápidamente con la practica de este amor y en cambio me di cuenta que realmente yo tenía una sed muy grande de esa cercanía. La practica de este amor filial de manera constante, fue como un bálsamo sanador y reconfortante en mi corazón que también debo practicar con cualquier otra persona.
Perseverando en este camino con Dios pude descubrir que en una parte mas interna de mi mente había oculto además del abuso, algo bastante grave que yo había hecho en el pasado. Por gracia de Dios, pude recordar estos eventos que por su gran carga negativa había “olvidado”. El pedirle perdón a Dios con un arrepentimiento desde el alma en confesión con un sacerdote y el perdonarme a mi mismo fue un paso decisivo.
Gracias a Dios, mi vida ha sido poco a poco restaurada y sanada, yo no entendía muchas cosas, pero con paciencia y confianza en Dios, pude entender, recordar y sanar cada uno de los momentos difíciles de mi vida así como restaurar poco a poco mi identidad como hombre. Por la gracia de Dios se ha ido definitivamente toda atracción o pensamiento homosexual, y en cambio recobro ahora de forma natural, una atracción sana por las mujeres. Me alimento de Jesús Eucaristía y le visito diariamente (Mc 14:22-24,) y constantemente invoco a su Madre María Santísima que también es mi madre Ap(11:19 y 12).
Pedí auxilio a Dios desde el fondo de mi alma y Él me escuchó. Claro que hay bendiciones, pero también seguirán habiendo problemas y dificultades. Tengo que seguir unido a Jesús para mantenerme en pie. Yo no puedo hacer nada, ni soy nada sin Él.
Jesús manso y humilde corazón haz nuestro corazón semejante al tuyo.
Jesús yo confio en Ti.
Soy un hombre de 28 años de edad y deseo compartir mi experiencia para dar esperanza a personas con tendencia homosexual hombres y mujeres que están buscando salir de esta situación muchas veces con desesperación.
Desde los 7 años estuve inmerso en un ambiente muy religioso y espiritual en mi familia, entonces Dios estuvo siempre presente en mi vida hasta el día de hoy. Sin embargo desde niño yo tenía esta tendencia, y en la juventud hasta los 24 años me adentré en este mundo. Algunas veces parecía que iba a encontrar lo que buscaba pero era como un espejismo, no encontraba lo que esperaba.
Cuando yo caía en la masturbación, pornografía, chats y aun cosas mas graves, me sentía después muy mal, porque sabia que eso ofendía muy seriamente a Dios. Enseguida iba a buscar el perdón de Dios, sin embargo yo mismo no me perdonaba, me rechazaba y desgraciadamente, de manera inconsciente empecé a odiarme.
Después, en un momento estuve aun mas alejado de Dios que en cualquier otro momento por una persona que parecía que era lo que tanto buscaba pero después empezó a parecer una falsedad. En la parte académica universitaria no estaba tampoco teniendo los resultados que yo esperaba después de años de esfuerzo, esto era algo que me estaba atormentando. Por lo que en ese momento empecé a sentir con mucha necesidad la presencia y la acción de Dios en mi vida por que yo ya no podía hacer nada más.
Entonces mi hermano me invitó a un retiro espiritual, yo ya había asistido a muchas cosas de Dios: retiros, congresos, grupos, oraciones etc. Pero en este retiro como nunca antes, Jesús se me reveló de una manera muy fuerte y profunda, aunque no lo vi, sentí fuertemente su presencia y que Él me amaba muchísimo.
Después de eso no pude ser igual, fue algo que me marcó bastante. Cambié mi vida radicalmente. Me alejé de todas las personas relacionadas a mi vida anterior en especial aquellas que podrían llevarme directa o indirectamente a seguir en la tendencia homosexual y opté por eliminar mi cuenta de Facebook. No sabía muy bien que debía hacer, solo se que debía cambiar. Entonces empecé a orar bastante, pedirle perdón a Dios, darle gracias, pedirle que me sanara y liberara de todo lo malo, y a hacer el esfuerzo de no ofenderlo más a toda costa.
La experiencia que había vivido en el retiro me infundió un gran temor de ofender a Dios, por lo que aun a pesar de lo casi imposible dejé de caer en la masturbación, pornografía y chats. Dejé la televisión y películas porque aunque fueran corrientes, cuando había un personaje hombre yo habría podido consentir esa tendencia de nuevo. Y cuando tenía un pensamiento de ese tipo o alguna mirada también los rechazaba inmediatamente con la oración.
Pasó el tiempo y las cosas se pusieron difíciles, peores que antes; en la parte académica tuve que bajar bastante la cabeza, aprender la virtud de la humildad, y de manera muy especial la confianza en Dios. Un trauma de mi niñez, el cual voy a explicar mas adelante, tenía mucho que ver en esta situación como en otras. No tuve otra opción sino la de hacerme como un niño en las manos de Papá Dios, confiar en Él así no entendiera, y a pesar de las dificultades que parecían empeorar.
Toda esto duró dos años y medio, pero en ese ultimo medio año empezó a pasar algo muy raro para mi. Cuando menos me llegaba a la cabeza la idea de que yo era un hombre, y esto trataba de apoderarse de mí por completo. Aunque por sentido común yo sabia que lo era, no me sentía como tal. Era una situación confusa para mí pues en realidad yo me sentía alguien muy débil e indefenso, muy herido, como un niño pequeño. Este evento se repitió varias veces cada vez con mayor frecuencia, junto con unas breves visiones en las que veía Nuestro Señor Jesús por lo que entendí que Él era el autor de esto.
En esos momentos consultaba en la palabra de Dios y me decía con mucha frecuencia que yo debía perdonar, y amar. Tuve que aceptar el perdón y el gran amor de Dios hacia mí. Perdonarme y amarme a mí mismo. Rechazar cualquier pensamiento de que yo fuera un niño, y en vez identificarme como un hombre; no autosuficiente ni altivo, sino como Jesús manso y humilde de corazón.
Mi caso es raro, Mi mejor amiga creo que me gusta y quisiera besarla hacerle chupones tocarla etc. Pero a veces cuando veo chicos de mi agrado personal puedo llegar a decir «Que lindo…» O alagos. El tema esque NO me gustaria tener relaciones con un hombre, me da asco el «pene» y el sexo con un chico. Nose si es porque dicen que duele mucho o que, Si me gustaria intentar con una chica.¿soy lesbiana?
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